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Ecce homo del siglo XXI

AUTOR: Dr. Jeancarlo Fernándes Cavalcante.
Vicepresidente del Consejo Federal de Medicina de Brasil (CFM). Profesor universitario.

Revista nº 10 de Marzo de 2022

Además de la tragedia de la salud pública mundial, la pandemia de la COVID-19, responsable de millones de muertes, secuelas y huérfanos en todo el planeta, ha influido en todos los sectores de la vida social y económica.
La desaceleración de la economía y la escasez de vacunas en regiones como África y América Latina han
contribuido al aumento de la desigualdad social en el mundo, sea porque la recuperación de la economía en los países desarrollados tiene una dinámica más acelerada en comparación con la economía de los países pobres, o sea porque el acceso desigual a las vacunas se ha convertido en un factor clave para
aumentar el número de muertes evitables y prolongar el período de crisis sanitaria y económica entre las naciones más necesitadas.
Sin embargo, los más ricos olvidan que en un mundo globalizado, con conexiones en cadenas productivas y logísticas dependientes del flujo de personas entre países, es difícil sobrevivir a las pandemias hasta que las controlemos a nivel mundial. Esto necesariamente depende del acceso a la vacunación y la atención integral de la salud en los lugares más miserables de la tierra.


La resistencia al incumplimiento de patentes de vacunas por parte de la comunidad europea y EE. UU., además de la falta de apoyo a la producción de vacunas en los países pobres, crea un apartheid en salud con repercusiones para todos los países que tienen vacunas y buena cobertura de salud pública.


En este contexto egocéntrico, el beneficio de las empresas farmacéuticas se superpone a la vida . La industria farmacéutica está impulsada por la ganancia y esto es legal y comprensible; sinembargo, estas ganancias financieras son estratosféricas, cuando en realidad podrían reducirse a un nivel que patrocinaría a la industria y permitiría una flexibilización de las patentes a favor de la vida común. de los seres humanos.

La historia universal ya ha demostrado a través de la pandemia de la peste negra a mediados del siglo XIV, con aproximadamente 200 millones de muertos, y la gripe española de 1918, que acabó con la vida de 50 millones de personas, que no basta combatir las pandemias localmente, mucho más que eso, es importante el intercambio de información y la cooperación científica y económica entre los pueblos.


Sin embargo, parece que hemos aprendido poco del pasado de las pandemias, vivimos en el siglo XXI faltos de empatía por los más pobres, personas privadas de recursos para combatir los problemas de salud, como si estos males muchas veces no se originaran en años de colonización y explotación
económica de los pueblos originarios, pero Ecce homo del siglo XXI, luchemos por cambiarlo.

Comunicado de AAJM sobre el Dicatamen de la Comision de Investigación sobre vacunas para la Covid

Autor:  Asociación por un Acceso Justo a los Medicamentos.


Resumen:  Tras Sesión Plenaria celebrada el pasado 31 de Marzo  y la correspondiente votación el Congreso de los Diputados aprobó por mayoría absoluta el Dictamen Final de la Comision de Investigacion sobre la gestion de la  campaña de vacunacion llevada a cabo en España para convatir el Cobid-19.  La AAJM se congratula con el contenido del Dictamen que contempla algunos de los principios que viene promulgando y defendiendo junto con otras Organizaciones: Salud por Derecho, Right2Cure, People `s vaccine, No es Sano, Medicos del Mundo, Medicosmundi….
La supresión temporal de Patentes, Trasferencia Tecnologica, Fomentar la Investigación Pública, Transparencia en los contratos y subvenciones públicas tienen cono fin último aumentar la producción y facilitar el acceso de esta solución terapeutica a la totalidad de la población.   No estaremos a salvo hasta que todos estemos protegidos.

Leer documento del DICTAMEN

Leer comunicado de la AAJM

Dictamen final de la Comisión de Investigación relativa a la gestión de las vacunas y el plan de vacunación en España.

Autores:  Comisión parlamentaria creada a tal efecto: BOCG, Serie D, núm. 242, de 18 de marzo de 2021

Resumen:    Con motivo de la Pandemia por Covid-19 que afecta al Planeta  desde finales de 2019, reconocida como tal en España en Marzo de 2020, y con el fin de examinar y revisar todas las actuaciones que tienen que ver con la campaña de Vacunación llevada a cavo en nuestro pais se constituye esta Comisión a petición del Grupo Parlamentario Plural y el Grupo Parlamentario Mixto en el mes de Marzo de 2021 . La Comisión quedó constituida en Junio-2021 por dos representantes de cada Grupo con representacion en el Parlamento. Los distintos grupos tuvieron la opción de solicitar que comparecieran en la Comisión más de cien expertos y técnicos pertenecientes al entorno de Instituciones Públicas relacionadas con la Salud Pública y el procesó de gestión y desarrollo del plan de vacunación diseñado y aún hoy en ejecución. Autoridades Sanitarias. Sociedad Civil (entre los que se encuentra la AAJM ). Asociacines de Usuarios. Cientificos y Profesionales de distintas especialidades asi como los diputados de los distintos Grupos Parlamentarios han trabajado y participado en las doce  Sesiones de Trabajo que han tenido lugar desde Junio-2021 hasta Febrero-2022. La último Sesion celebrada: 31-Marzo-2022 fue en la que se votó y emitio el Dictamen Final cuyas Conclusiones y Recomendaciones ( a partir de la pg. 22 del Documento ) parecen augurar un futuro con mejoras añadidas que pueden asegurar una mejor y mas equitativa accesibilidad a las soluciones terapeúticas que  no tienen otra finalidad que garantizar la Salud y evitar la muerte y el sufrimiento para toda la población  mundial: Supresión de Patentes, Trasferencia de las tecnologias necesarias para universalizar las producción de los medicamentos, mayor transparencia para justificar costes y fijar precios justos, etc….son algunas de las recomendaciones de la Comisión. 

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«Es de la gente, no hay patente». ¿ Acaso se puede patentar el Sol. ?

Autor: Comite de la Iniciativa Ciudadana Europea «Right2Cure» en España.

Resumen:  Esta Iniciatiava Ciudadana Europea que agrupa a más de 400 Organizaciones de la Sociedad Civil y representada en la palataforma Right2Cure continua reclamando nuestra atención y apoyo hasta conseguir que el Parlamento Europeo debata y reconozca este derecho Universal como ya se hizo con ocasión de la vacuna contra la Polio.

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Eueopean obudsman

OXFAM International

Investigacion y desarrollo farmaceutico europeo. ¿Podría la infraestructura pública superar los fallos del mercado?.

Autores:  Massimo Florio.(Prof. Economia Universidad de Milan) Chiara Pancoti ( Economista del Centro de Estudios Industrialesde Milan) y David Anthony Prochazka ( Universidad de Economia y Empresa de Praga )

Resumen: Parte de un análisis de situación en el que identifica fallos en el actual modelo I+D: desconexión entre prioridades de las empresas y prioridades de sanidad pública; discordancia entre ciencia abierta con financiación pública y ciencia cerrada de las empresas privadas (aunque tengan financiación pública). Los derechos de propiedad intelectual no garantizan transferencia de conocimiento, sino lo contrario. Crean monopolios que suponen barreras al acceso y generan altos beneficios a las empresas. Falta de información sobre costes de investigación y fabricación para negociar precios justos.

Propone crear una Infraestructura Europea del Medicamento, de financiación pública, con capacidad de hacer I+D para las prioridades de salud pública que fijara la UE, hasta la fase de comercialización, y reteniendo la Propiedad Intelectual, para que la producción y venta de medicamentos responda al interés público. Una estrategia a largo plazo (30 años). No llega a proponer la suspensión de las patentes, pero sí un uso de los Derechos de la Propiedad Intelectual al servicio público.

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¿Cómo influye la pobreza sobre la salud y la enfermedad?

TITULO: ¿Cómo influye la pobreza sobre la salud y la enfermedad?

AUTORES: El Dr. Juan José Rodríguez Sendín, expresidente del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (CGCOM); el Dr. Fernando Lamata, presidente de honor de la Asociación por el Acceso Justo al Medicamento; y el Dr. Luis Ángel Oteo Ochoa, profesor Emérito de la Escuela Nacional de Sanidad del Instituto de Salud Carlos III; analizan,

RESUMEN: No es lo mismo Determinantes Sociales y Políticos de la salud que Determinación social y política de la salud. Lo primero hace mención a una situación casual, cuasi accidental, que aparenta inevitable, algo así como el tiempo o la suerte.Lo segundo es una acción consciente, dirigida y tolerada por el poder político y económico… 

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Dr. Juan José Rodríguez Sendín: “Una vez identificados los problemas sanitarios, sólo nos queda insistir y denunciar para que se promuevan los cambios y las trasformaciones necesarias”

AUTOR: El Dr. Juan José Rodríguez Sendín, expresidente del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (CGCOM)

RESUMEN: Médicos y Pacientes publicará cada martes una ronda de artículos de opinión escritos por expertos referentes y que abordarán problemas que afectan al sistema sanitario y a la profesión médica. Tal y como asegura, en esta entrevista, el propulsor de esta iniciativa el Dr. Juan José Rodríguez Sendín, expresidente del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (CGCOM), con ellos pretenden “responder a preguntas concretas que comprometen el ejercicio de la Medicina y la mejor atención a los pacientes a la luz de las obligaciones que establecen nuestras normas deontológicas y especialmente al Sistema Nacional de Salud”

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¿Se entiende la política social y sanitaria actual? ¿Existen otras políticas?

AUTORES: El Dr. Juan José Rodríguez Sendín, expresidente del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (CGCOM); el Dr. Fernando Lamata, presidente de honor de la Asociación por el Acceso Justo al Medicamento; y el Dr. Luis Ángel Oteo Ochoa, profesor Emérito de la Escuela Nacional de Sanidad del Instituto de Salud Carlos III.

RESUMEN: Analizan en este artículo de opinión conjunto, qué se entiende por la política social y sanitaria actual y si existen.

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Ahí, ahí, venga y venga, raca, raca

AUTOR: Roberto Sabrido Bermúdez. Vicepresidente de la Asociación Acceso Justo al Medicamento

REVISTA Nº 9 Febrero 2022

Hay gestos y actitudes que son necesarios, por ejemplares, y que contribuyen a hacer más visibles nuestras desigualdades e injusticias sociales.

Uno de esos gestos ha sido el anuncio que recientemente ha hecho la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, que ha manifestado en un acto al que estaba invitada que “no va a asistir a más debates en los que sea la única mujer”, entre otras cosas, “porque no se puede considerar como normal que en los debates no esté presente el 50% de la población”.

Al leer esto, podíamos imaginar otra actitud que consistiera en que los ministros de Sanidad de todos los países, o los consejeros de Sanidad de las Comunidades Autonómicas o, aunque fuese un sólo consejero de Sanidad, que se comprometiera a no asistir a ningún acto a explicar sus políticas sanitarias donde el patrocinador principal sea la industria o un laboratorio farmacéutico. Entre otras cosas, porque no podemos considerar como normal, ni necesario, que para explicar sus propuestas tenga que ir a un evento, a un hotel de muchas estrellas y patrocinado por un laboratorio farmacéutico. El mensaje que se traslada a la población y a los profesionales sanitarios, con este tipo de actos es confuso y, a la vez, contradictorio con otros mensajes institucionales que se mandan.

Además, para exponer las nuevas líneas o los avances en las políticas sanitarias ya están los Parlamentos Autonómicos y si necesitan debatir entre ellos para eso está el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud o reunirse entre todos en cualquier Consejería. Ese sería un gesto posible y deseable en el que, como Asociación por un acceso justo al medicamento, vamos a seguir insistiendo.

Porque la persistencia en los planteamientos y la firmeza en los mensajes es necesaria. Nosotros como asociación, aunque pequeña, debemos ser perseverantes en nuestra postura, con nuestros propios medios y siendo conscientes de que luchamos contra “gigantes”.

Me viene aquí a la memoria un momento de la película “Ocho apellidos catalanes “, en la que Amaia (Clara Lago), hija de Koldo (Karra Elejalde), le reprocha a su padre que haya acudido a su pedida de boda con su antiguo novio Rafa (Dani Rovira), Koldo le contesta que es que Rafa se ha puesto muy pesado con que quería ir y que le ha estado todo el tiempo insistiendo “ahí, ahí, venga y venga, raca, raca” y no le ha podido decir que no.

Con esto, quiero reforzar la idea  de que nosotros, debemos ser pertinaces y pesados en nuestros mensajes, como Rafa con Koldo.

Estamos hartos de oír como la patronal española y europea de la industria farmacéutica y los grandes laboratorios, aprovechan cualquier evento que patrocinan (y son muchos) para lanzar el mensaje de que sin las patentes no habría nuevos medicamentos y que lanzar una innovación al mercado requiere de ingentes inversiones y por eso son tan estratosféricamente caros. No voy a dar aquí argumentos en contra de ese mensaje, muchos de los que estáis leyendo este editorial ya los sabéis y los que no os acordáis podéis leerlo en la pág. web accesojustomedicamento.org y en los variados artículos y editoriales publicados en números anteriores esta revista.

Pero sí que quiero poner de manifiesto hechos que contradicen ese mensaje dominante.

Uno, es la nueva vacuna Corbevax, desarrollada por el Centro para el desarrollo de vacunas del Texas Chidren`s Hospital, codirigido por los Drs. María Elena Botazzi y Peter Hotez, que demuestra, una vez más, que se puede innovar y hacer que esta innovación sea accesible a todo el mundo. Como dice la Dra.Botazzi “Moralmente nos preguntamos qué necesidad hay de patentar…”

Otro hecho importante, desde mi punto de vista, aunque no tenga nada que ver con el mundo farmacéutico (o sí, quien sabe), es que ya han salido los de siempre con sus mensajes de que la reciente aprobación de la subida del Salario Mínimo interprofesional a 1.000 euros, supondrá una gran pérdida de puestos de trabajo (que barbaridad ganar 1.000 euros brutos). Les da igual que, aunque dijeron lo mismo con las subidas del SMI en los últimos años, los hechos han demostrado lo contrario, así en 2021 el paro registró una bajada histórica de 782.232 personas, hasta inscribir su menor nivel en 14 años. También prefieren obviar que el último premio nobel de economía, el canadiense David Card, ya demostró en los años 90 que no había impacto negativo en el empleo por la subida del SMI.Y curiosamente acabo de leer una noticia del día 4 de febrero titulada “¿y el problema eran los salarios? Amazon dispara sus beneficios subiendo sueldos”.

Pero qué le vamos a hacer, los que tienen casi todo, pero quieren más, seguirán machacando con sus mensajes sobre la necesidad de las patentes para innovar, sobre la subida del SMI y contra todo aquello que no les convenga a sus intereses económicos.

El día 6 de este mes también leía una entrevista al consejero de Sanidad de Extremadura que contestaba a una de las preguntas lo siguiente” …el acceso justo a los medicamentos no se consigue sólo con la extinción de las patentes si no también con la responsabilidad social corporativa”. Lo de la RSC es algo muy discutible, ya que no se puede dejar un hecho tan importante a la voluntariedad de las empresas, ni a las donaciones altruistas ni a la caridad. Pero bueno, al menos se reconoce que las patentes pueden dificultar el acceso justo a medicamentos, aunque no “sólo” eso.

En fin, aunque no estemos de acuerdo con la totalidad de la respuesta, algo es algo, parece que el mensaje cala, y por eso, aunque no tengamos el mismo poder mediático, os pido a todos y todas los que estéis leyendo estas líneas y que estáis preocupados por las trabas que las patentes suponen a un acceso universal a los medicamentos, que sigamos “Ahí, ahí, venga y venga, raca, raca” y colaboréis con esta revista, la cual ponemos a disposición de todo aquel que quiera empujar en este sentido.

Una pandemia no se supera desde el egoísmo

AUTOR: Julián Ezquerra Gadea. Ex-secretario general de AMYTS, médico de familia.

REVISTA Nº 9 Febrero 2022

Julián Ezquerra Gadea

Me gusta iniciar mis artículos de opinión con una frase que haga referencia a lo que quiero expresar. En esta ocasión, hago mía esta frase de Al Pacino en la película “Un domingo cualquiera”: “O nos curamos ahora como equipo, o moriremos como individuos”. La pandemia de la COVID-19 o la superamos en equipo, en este caso todos los ciudadanos del mundo, o moriremos como individuos, en este caso los llamados países del primer mundo.

Estamos sufriendo la mayor crisis sanitaria de los últimos 100 años. Dejando al margen las guerras, la pandemia de la COVID-19 es, sin ninguna duda, la mayor catástrofe sanitaria que hemos vivido desde aquella mal llamada “gripe española” de 1918. Una pandemia que afecta a todo el mundo, que no “respeta” la riqueza de un país, que no distingue de fronteras, que afecta a ricos y a pobres, que no diferencia en función del PIB o la renta per cápita, que, incluso, ha afectado a la mayor potencia mundial, a los Estados Unidos de Norteamérica, o a los grandes países de la Europa Occidental. No se salva nadie.

Los comienzos de esta crisis fueron dramáticos, aunque parecían alejados de nuestro mundo occidental confortable. Aparece en una ciudad de China, Wuhan, hasta ahora una desconocida para la inmensa mayoría. Nos parecía todo muy lejano, afectaba a un país que hasta no hace mucho tiempo era hermético, muy cerrado y que vivía en su mundo y su cultura.

Pero la realidad es la que ya sabemos. China era un gigante dormido, pero hace ya un tiempo que despertó, se desarrolló, inició un profundo proceso de cambio y desarrollo, se fue “occidentalizando” y con la globalización se convirtió en una potencia mundial de primer orden. Sus habitantes fueron emigrantes que llegaron a todos los países más desarrollados, se implantaron en el mundo de los negocias y crearon una extensa red de empresas. Con ello, el fujo de ciudadanos entre China y el resto del mundo se incrementó y ya era muy raro no ver ciudadanos de chinos en cualquier parte del mundo.

Por ello, una infección nueva que apareciera en Wuhan o en cualquier otro lugar de China, era de esperar que rápidamente se extendiera por todo el mundo. Ningún país, por potente o rico que fuera, se mantendría libre de verse afectado por la COVID-19. Yo sigo renegando de como se afrontó esta crisis en el mundo occidental y, en concreto en España, y siempre guardaré en el recuerdo de los mayores desaciertos aquellas primeras intervenciones del Dr. Fernando Simón, en especial la que auguraba que si llegaba a España afectaría a como mucho algún caso diagnosticado. ¡Qué error!

Los inicios fueron dramáticos. La letalidad era altísima. Fallecieron miles de pacientes. Lo hicieron de la peor forma posible, en solitario, muchos de ellos abandonados a su suerte y sin tratamiento. Los clínicos afrontaron estos primeros meses desde la incertidumbre, desde el desconocimiento de una enfermedad que producía una neumonía bilateral y posteriormente una cascada inflamatoria de consecuencia conocidas. Se experimentaron todo tipo de tratamientos, incluso se protocolizaron algunos de ellos, se llegó a una medicina en la que se obró según arte y en base a los conocimientos clínicos y experiencia de cada facultativo que atendía estos pacientes. Antibióticos, antivirales, corticoides, heparina, anticuerpos monoclonales, suero hiperinmune, etc., y por supuesto oxigenoterapia de alto flujo. Se iniciaron estudios y ensayos varios para dotarnos de tratamientos eficaces, pero, sobre todo, y con ello quiero llegar al punto principal de este artículo, se impulsaron los ensayos para desarrollar rápidamente una vacuna.

El objetivo de conseguir en tiempo récord una vacuna era evidente y para ello se necesitaban varias cosas. La primera, industria farmacéutica capaz de desarrollarla. Por otro lado, investigadores que priorizaran esta nueva necesidad. También aunar esfuerzos los países más desarrollados y entender que este objetivo era una prioridad. Se hicieron concesiones de todo tipo para agilizar los plazos en los que de forma habitual se realizan los ensayos clínicos, priorizando la necesidad última sobre la más estricta seguridad del ensayo. Y así fue como se logró disponer de vacunas en tiempos récord, en concreto para los países occidentales y con el visto bueno y acreditación de la FDA americana y la EMA europea, las vacunas de Astra Zéneca, Pfizer, Moderna y Janssen. También se acreditaron, fuera de los países de nuestro entorno, vacunas en Rusia, China, etc.

Pero todo esto no hubiera sido posible sin la financiación de los gobiernos y el “apoyo” a la industria farmacéutica. Si no me equivoco, se compraron millones de dosis de vacuna por adelantado y con ello se facilitó el desarrollo de todo el proceso de diseño, ensayos y fabricación.

Soy defensor de la industria farmacéutica y del valor que añaden. Todos conocemos cómo funciona este sector, las dudosas formas que algunos siempre señalan, su afán de ganar dinero, todo ello cierto, y que en ocasiones les cuesta mantener “medicamentos huérfanos” o aquellos de bajo precio que pretenden cambiar por nuevas moléculas más costosas. No quiero entrar en esta polémica y no me parece el momento más adecuado. También quisiera decir que tras los intereses de las farmacéuticas hay otras cosas que muchos no quieren ver y menos entender. No podemos olvidar que la investigación y desarrollo de un nuevo fármaco es muy costoso y que posiblemente de cada 10 que se inician solo 1 termina en éxito. Ello supone un gran gasto en investigación básica que no conduce a nada y que, en buena medida, esta industria lo que hace es repercutir este gasto en el precio del que si ha concluido con éxito.

Tampoco podemos olvidar que el precio de un fármaco no es un “poder” exclusivo del laboratorio, es el propio Ministerio de Sanidad el que lo determina en última instancia. Por tanto, si hay que repartir responsabilidades, hagámoslo de forma compartida.

Y llegados a este punto, ¿qué pasa con las vacunas? ¿es viable seguir pagando por ellas elevados precios? ¿ya han ganado lo suficiente? ¿entendemos que esta pandemia no terminará hasta que se vacune a toda la población? ¿entendemos que la globalización hace necesario que llegan hasta el lugar más recóndito y a los países más pobres? ¿asumimos que esto último tenemos que facilitarlo? ¿lo pagamos los países más desarrollados? ¿se levantan las patentes y se permite la fabricación por todos los que no pueden adquirirlos a los precios de “mercado”?

Muchas preguntas y necesidad de contestar a algunas de ellas.

Como todo en la vida, hay excepciones que confirman la regla. Y, posiblemente, esta es una de ellas. La norma, lo habitual, lo socialmente aceptado, es que el que desarrolla una patente e invierte en ello, tiene unos derechos que hay que respetar. Así es en todo el mundo occidental y es la norma que impera en el “mercado farmacéutico”. La patente tiene unos años de vigencia y está en discusión si es o no “lícito”, pero esta discusión está más en el marco teórico o de la ideología que en el del regulador, que parece que lo tiene claro.  El medicamente está en un punto intermedio entre un bien de mercado y un bien social. Generalmente se admite la necesidad de mantener las patentes en el entorno de los países occidentales, los que realmente tiene la capacidad de investigar y desarrollar productos que terminan en fármacos útiles.

Pero, aún partiendo de la realidad, de la norma, tenemos que ver si hay o no necesidad de hacer excepciones, en este caso y de forma clara, una excepción sobre la patente de las vacunas de la COVID-19.

Tenemos que ser muy exigentes en este caso, la pandemia depende de la vacunación de toda la población mundial y para ello debemos tener claro que el acceso a la vacuna debe ser universal, “pagarlo” los que pueden y permitir, aunque solo sea por el egoísmo y el bien común, que todos puedan acceder a ella. Bien sea con la financiación o bien con el permiso para su fabricación, es una necesidad de salud pública mundial, que esto se permita y se concrete de la forma más rápida y mejor posible. Pienso que una combinación de ambas fórmulas sería lo deseable. Financiar su adquisición a coste cero, no valen créditos, ni blandos ni duros, y a la par permitir la fabricación con la trasferencia del conocimiento, algo que generará además un beneficio a futuro, es una buena forma de ayudar a quien lo necesita y ayunarnos también a todos los que no lo necesitamos tanto, pero en este caso si es claramente necesario.

Por ello, y a modo de conclusión, quiero decir que es necesario y por tanto comparto la idea de que se permita un acceso justo a la vacuna de la COVID-19, sin que ello sea un alegato a favor de perdida del derecho de patentes y beneficios justos para quien desarrolla un trabajo de investigación y desarrollo. Incluso, me atrevo a decir, que entendería necesario que desde la propia OMS se generase un modelo que permita determinar qué es tributario de este beneficio e incluso de su apoyo financiero si fuera preciso.

Desde mi posición de “representante” de los profesionales a nivel de Madrid, con una pequeña capacidad de acceso a medios de comunicación y posibilidad de ejercer una mínima capacidad de influencia, quiero entender y así lo deseo, que esta opinión sea admitida como propia por una gran mayoría de los profesionales sanitarios, de los médicos y demás facultativos, pues no entendería que desde la profesión no se viera adecuado lo que he expuesto en esta tribuna. Si es así, estaré orgulloso, si no lo es, lo lamento, pero es una opinión que creo es la adecuada en estos momentos. Es el momento de reclamar el acceso justo a la vacunación para todos los ciudadanos, independientemente del país Enel que vivan y sus posibilidades económicas y de desarrollo. Finalizo volviendo al título del artículo: No seamos egoístas, esta pandemia no se supera desde el egoísmo.

Gracias por permitirme escribir esta tribuna de opinión y hacerlo con esta libertad. Más, si cabe, hacerlo en esta revista de la Asociación de Acceso Justo al Medicamento.