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Lectoras y lectores

EDITORIAL. Revista nº 43 Noviembre-Diciembre 2025

Comisión de Redacción.

Finalizamos un año en el que hemos alcanzado. con este número, la 43 edición de la AJM. Está realidad ha sido posible gracias a la ayuda generosa de excelentes colaboradores que han aportado su conocimiento y experiencia.

Durante este año hemos continuado intentando exponer, mediante un contenido riguroso en la selección de textos, la situación actual en el acceso y asequibilidad a los medicamentos necesarios para él tratamiento y recuperación de la salud.

Hemos expuesto en diferentes artículos, como el discurso de las grandes farmacéuticas sobre patentes y precios que domina la percepción y la narrativa. es falso y además ocasiona graves perjuicios a la salud.

En editoriales y artículos hemos descrito cómo la industria influye en todos, desde gobiernos, instituciones y administraciones, hasta medios de comunicación, médicos y pacientes para conseguir mantener sus enormes y escandalosos beneficios. También seguimos trabajando en líneas de investigación propias que nos gustaría reforzar y consolidar. 

Este número final de 2025 tiene unas características especiales. Incluye un extenso trabajo de investigación de Ángel María Martin sobre los medicamentos genéricos que nos parece será de considerable interés por las aportaciones que realiza. Incluimos el texto íntegro para facilitar su atenta lectura. Su tamaño ha determinado que el formato habitual, con artículos originales y artículos de otras fuentes haya sido modificado. En este número, solamente hemos mantenido la editorial y la información sobre los premios anuales AAJM- Noblejas 2025.

Finalmente queremos agradecerte lectora/lector tu interés en la lectura de nuestra revista, que es nuestro estímulo fundamental para seguir adelante en un año 2026 que se dibuja en el horizonte, con la misma dureza y dificultad que el año que termina. Pero es necesario continuar y resistir, por ello hacemos propias las palabras de Miguel Ríos para el nuevo año 

«La sociedad tiene que despertar

para evitar el suicido

Alerta roja!

Reaccionar, por el futuro

de la humanidad

Salvar el aire, salvar el mar

Salir del pozo de desigualdad

Hay que luchar

Salud

Contra la discriminación que enferma

EDITORIAL. Revista nº 43 Noviembre-Diciembre 2025

David Larios Risco.

Abogado. Vocal de la Junta Directiva de la AAJM.


La discriminación no es una opinión, es un determinante de la salud. Tampoco es un mal abstracto. Tiene síntomas que no se tratan, diagnósticos tardíos y daños evitables para paciente muchas veces invisibles.

Las barreras para el acceso a la sanidad de personas excluidas operan, al menos, por dos vías entrelazadas. La primera, político-administrativa: normas que restringen la entrada al sistema, requisitos de cobertura o empadronamiento inalcanzables, circuitos opacos. La segunda, práctica: sesgos implícitos, barreras idiomáticas y culturales, desinformación, miedo a ser denunciado y trámites que expulsan de la atención ordinaria a quienes más la necesitan. El resultado es conocido: peores diagnósticos, menor continuidad terapéutica y peor control de enfermedades crónicas y transmisibles.

La Comisión Europea advierte que el 3,6% de la población de la UE se encuentra con necesidades sanitarias no cubiertas, elevándose esa tasa hasta el 6% entre personas en riesgo de pobreza, y alerta de que esa exclusión sale cara: “cerrar la puerta en primaria y en el acceso a medicamentos esenciales multiplica los costes futuros” (1).

A pesar de ello, asistimos a un repunte de corrientes políticas que normalizan discursos y prácticas de xenofobia y racismo, algo que ha constatado la Agencia de Derechos Fundamentales de la UE (FRA) alertando de los retrocesos en derechos de las personas migrantes y de su exclusión de los servicios básicos, incluida la protección de la salud (2).

Ante el peligro que supone la extensión de estas corrientes ideológicas y políticas que legitiman la vulneración de los derechos humanos es conveniente que hagamos memoria y recordemos que, durante siglos, “tolerar” era poco más que permitir lo que se juzgaba erróneo: una actitud magnánima y prudencial del poder hacia quienes discrepaban, hacia los diferentes. Y que no fue hasta bien entrado el Siglo XX cuando las tradiciones religiosas y las democracias constitucionales dieron el salto ético y jurídico “de la tolerancia” al “reconocimiento de iguales derechos” e “igual dignidad”.

Y en ese tránsito, los estados modernos comprendieron que no basta con “no perseguir” al diferente, y pusieron en marcha obligaciones positivas de equiparación entre ciudadanos de procedencias distintas, medidas y políticas que permitían aspirar a un acceso equitativo al estado del bienestar.

Lo contrario, lo que propugna el ideario del racismo y la xenofobia, es que retrocedamos del estándar de igualdad efectiva al viejo permiso precario: tolerar la diferencia mientras se la deja fuera de los derechos materiales, empezando por el acceso a la salud y a los fármacos que salvan vidas.

A escala internacional, la discriminación se expresa en la brecha entre quienes pueden pagar y quienes quedan fuera. Las diferentes políticas y modelos sanitarios determinan la coexistencia de países que apenas garantizan urgencias y servicios de auxilio a personas excluidas de la cobertura o en situación administrativa irregular, con otros que reconocen accesos más amplios; pero incluso donde las normas son más generosas, persisten quiebras en el acceso efectivo. No se trata sólo del sistema de financiación sanitaria, sino de cómo cada Estado articula el control migratorio y su “economía moral” de inclusión y exclusión.

A ello se superpone una discriminación económica añadida en el acceso a los medicamentos: precios fijados por “valor”, opacidad de costes e I+D y desabastecimientos que convierten medicinas esenciales en activos financieros. Cuando el precio expulsa, la desigualdad de renta se suma a la racial o administrativa: doble exclusión —no llegar al sistema o, si se llega, no poder pagar o no encontrar el medicamento.

España no es inmune. Hemos avanzado hacia la universalidad, pero persisten barreras de facto para quienes menos poder tienen: empadronamientos difíciles, exigencias documentales cambiantes en función del territorio autonómico o circuitos que derivan a urgencias lo que debería resolverse en primaria; son tan sólo algunos ejemplos.

Las consecuencias en términos de salud y costes están bien documentadas: más hospitalizaciones evitables, mayor mortalidad por causas tratables, cronificación de enfermedades controlables con fármacos de primera línea y un impacto económico que recae —paradójicamente— sobre el propio sistema. Cada barrera añadida hoy es un coste sanitario y humano multiplicado mañana. Y cuando hablamos de medicamentos esenciales —antibióticos, anticonvulsivantes, antihipertensivos, antidiabéticos, analgésicos, vacunas— la demora no es neutra: es daño.

El marco de obligaciones es inequívoco. La igualdad y la no discriminación no son retórica, sino mandato jurídico y ético. Los poderes públicos deben garantizar que nadie quede atrás por su origen, color de piel, estatus migratorio, lengua, discapacidad, género o pobreza. Eso implica remover obstáculos administrativos, vigilar y corregir sesgos clínicos, orientar la financiación y la política farmacéutica a las necesidades reales —no a la capacidad de pago— y asegurar que las listas y guías de medicamentos esenciales se traduzcan en disponibilidad y asequibilidad efectivas.

Los compromisos internacionales son claros: acceso disponible, aceptable y de calidad; prohibición de limitar la atención por estatus migratorio; y deber de adoptar medidas para reducir desigualdades. La solidaridad no puede quedarse en declaraciones: apoyar capacidades regulatorias y productivas en países de renta baja y media, compartir tecnología y datos, y alinear la I+D con necesidades de salud pública son condiciones para que la lista de medicamentos esenciales no sea un catálogo de ausencias.

La respuesta ética a la discriminación y exclusión sanitaria no puede ser otra que la solidaridad, la cooperación, la transparencia y las garantías constitucionales de los sistemas que priorizan el interés general.

Referencias

  1. 3,6% experience unmet needs for medical care in 2024” European Commission. Eurostat News, 20 agosto 2025.
  • FRA`s Fundamental Rights Report 2024” European Union Agency for Fundamental Rights. 5 june 2024.

Medicamentos genéricos y sistema de precios de referencia. La historia de una traición al SNS, 12 años con vida y 14 con muerte cerebral

ORIGINAL. Revista nº 43 Noviembre-Diciembre 2025

Ángel Mª Martín Fernández-Gallardo.

Inspector farmacéutico del SNS jubilado. Vicepresidente de la AAJM. Exjefe de Área de Farmacia del Sescam.

Resumen

El Sistema de Precios de Referencia (SPR) desde 2012 está en muerte cerebral, tiene un electroencefalograma plano (EEG), pero no siempre fue así. Hasta esa fecha gozaba de una saludable vitalidad fruto de la importante competencia entre genéricos, que generaba precios a la baja impulsados por laboratorios que apostaban por bajadas de precios como herramienta para ganar cuota de mercado a sus competidores. Pero en 2012 un nefasto cambio de Ley y una “fatua” le asestaron un doble golpe mortal.

Quienes lo defenestraron, todavía hoy cada vez que pueden nos hacen creer que sigue vivo, mostrándonos interesadamente un espejismo de lo que fue, de cuando conseguía potentes bajadas de precios, para ocultar en lo que lo han convertido: una herramienta inútil para el SNS y al servicio, otra más, de sus intereses. Desde ese año se han creado más de 200 nuevos conjuntos con medicamentos cuyo precio de referencia (PR) no ha vuelto a bajar. Hasta esa fecha, cada año las bajadas eran habituales, cuantiosas e importantes, teniendo como máximos exponentes a omeprazol y simvastatina.

Ahora nos quieren convencer de que esas bajadas son temerarias y que ponen en riesgo el abastecimiento, pero como se demuestra en este artículo son dos falsedades más, convertidas en mantras que agitan para obtener beneficios adicionales como ya apunta el borrador de la nueva Ley del medicamento. Pero la realidad es que, como se verá, menos del 6% de los medicamentos desabastecidos tienen un precio inferior a 2,5€ y también que hoy, en España los precios temerarios son, por caros, los de los genéricos y sus PR desde 2012, que están muchísimo más cerca del precio de monopolio que impone el dueño de la patente, que de su coste real que, como se revela en este trabajo, en muchos casos podrían ser hasta 60 veces más bajos. Si, ha leído bien, los medicamentos genéricos deberían tener un precio hasta 60 veces más bajo, y ello está costando al SNS y al bolsillo de los ciudadanos miles de millones de euros cada año.

Introducción: El valor social de los medicamentos genéricos

Los elevados precios de los medicamentos genéricos detraen miles de millones de euros al SNS y están mutilando la competencia, porque cuando hay mucho que ganar siempre gana el más fuerte. La contracción del número de laboratorios de genéricos, está camino de llegar al número crítico que concentre tanto el mercado de genéricos que sucederá como con los medicamentos con patente, que tendrán poder para imponer sus condiciones, de hecho, la mayoría de los desabastecimientos que se producen hoy día apunta a este poder creciente, como se verá más adelante. Por eso es importante conocer su valor social, que lo tienen.

Para estimar el valor social de los laboratorios de genéricos y de los medicamentos que comercializan, en este trabajo me centraré en dos aspectos, uno, la amplitud de campo terapéutico que cubre su oferta, en concreto su presencia en el campo estratégico de la antibioterapia donde las diferencias de oferta son abismales entre laboratorios de genéricos y el otro en el precio de sus medicamentos.

En el campo de los antiinfecciosos, multinacionales como Viatris y TEVA, o Cinfa, el principal laboratorio nacional por sus ventas al SNS, tienen un escaso valor social, su portfolio total es muy extenso, pero con poca o muy poca presencia en ese campo, Viatris comercializa 6 principios activos (PA) y Teva 10, y además su presencia la concentran en los antiinfecciosos de mayores ventas en el SNS, en los más rentables. En cambio, otros tienen un elevado valor social, por su importante oferta de antiinfecciosos en número, variedad o por ser los únicos laboratorios que comercializan algunos de ellos. Destacan Normon que comercializa 32 y Reig Jofre que comercializa 17. Y entre estos extremos se sitúa el resto de los laboratorios que comercializan genéricos. Se puede ver esa diferencia de valor social entre estos 5 laboratorios en la tabla 1 que muestra el detalle de los PA que comercializan. Y en la figura 1 donde se muestran, iluminados, los PA más rentables, los que superan el millón de euros por ventas en el SNS y en gris claro el resto. Se ve claramente que el único interés de esas dos multinacionales para comercializar los antiinfecciosos que necesitamos es el económico.

Tabla 1: Detalle de la oferta de antiinfecciosos de estos 5 laboratorios

Y con el valor social añadido de que algunos de estos antiinfecciosos Normon o Reig Jofre son los únicos laboratorios que los comercializan en España.

Figura 1: Diferencias de valor social de 5 laboratorios de genéricos por su oferta de antiinfecciosos.

Fuente: Nomenclátor de prescripción de la AEMPS (1)

La valoración social de los laboratorios de genéricos por el precio de sus medicamentos o por las bajadas de precios que generan en el SPR podemos afirmar que desde 2012 es prácticamente nulo, como se verá en este trabajo. Ni se diferencian del precio de las marcas, ni producen bajadas adicionales en el precio de referencia (PR) una vez instaurado. Salvo algunas excepciones de laboratorios pequeños, como VIR o UXA, el resto no ha demostrado tener valor social económico alguno impulsando bajadas de los PR con los medicamentos genéricos, ni generando ahorros adicionales para el SNS y para el bolsillo de los ciudadanos.

El SPR debe volver a potenciar su valor social de carácter económico, los precios (de venta al público y de Referencia) de los nuevos genéricos vuelven a ser tan rentables como lo eran a finales de los 90 cuando convivían genéricos y marcas con precios elevados hasta que, como veremos más adelante, un cambio en el SPR en 2003 incentivó que los laboratorios comenzasen a bajar sus precios y con ellos bajaban los PR que arrastraban a los demás. El sistema debe reinventarse para que esto vuelva a suceder, y es posible, lo hemos vivido recientemente con las bajadas de metformina y deflazacort lideradas por esos dos pequeños laboratorios, que bajaron los precios a una tercera parte hasta prácticamente expulsar a las marcas de esos dos PA. Porque esa es la clave del estancamiento del mercado de los genéricos, que tienen unos precios tan elevados que, para las marcas, la bajada del 40% que aplica la Comisión Interministerial de Precios de los Medicamento (CIMP) a los genéricos cuando salen por primera vez, le suena a música celestial y como tienen una posición de dominio del mercado, continúan dominándolo. La clave es bajar el precio hasta que para a la marca se le haga insostenible, casi siempre por motivos de imagen, no económicos. Mientras eso no suceda la bolsa de ganancias con la que los laboratorios de genéricos más potentes incentivan el uso sus medicamentos, también la tienen igual de potentes las marcas y ambos están encantados de tenerla y la protegen con uñas y dientes. De ahí el cinismo de la petición que plantean al Ministerio para que los genéricos ganen cuota de mercado: que los precios apenas bajen y que las marcas puedan mantener el suyo financiado por encima del PR. Y a los ciudadanos que nos parta un rayo (pero que no nos mate para poder seguir pagando su festín). Y el Ministerio, parece que sea su aliado.

Lo que hoy estamos viendo es que los laboratorios de genéricos se empiezan a comportar como las multinacionales de las marcas, de hecho, dos de ellos, Teva y Viatris ya lo son y se han posicionado en 2024 entre las 20 principales empresas farmacéuticas según ingresos. Por cierto, Viatris es de Pfizer, el laboratorio que más impulsó la obligatoriedad de las patentes de los medicamentos a nivel mundial en el acuerdo de los ADPIC, con eso está todo dicho. Teva y Pfizer, un tándem para echarse a temblar, el día que se coman a Cinfa y Normon, con la competencia de genéricos en mínimos, en España sabremos los que son los desabastecimientos de verdad, salvo que nos pleguemos a sus exigencias.

Los desabastecimientos como arma de presión masiva

No me mientas que te creo, por la boca del deseo muere el pez… (J. Sabina).

A medida que los nuevos genéricos se han ido haciendo más y más rentables, especialmente a partir de 2012, en paralelo se ha ido recrudeciendo más y más la epidemia de desabastecimientos que padecemos. Según datos de la AEMPS, a fecha 13 de noviembre de 2025, en los 6 meses anteriores se habían reportado la friolera de 1634, de los que se habían resuelto 881 y continuaban activos 733 (2). Las soluciones que recomendaba en cada uno, a grandes rasgos se pueden agrupar en las siguientes:

En 1184 casos (72,4%) había disponibles otros medicamentos con el mismo PA y vía de administración.

En 33 casos (2%) eran desabastecimientos temporales en su mayoría (21) resueltos.

En 133 casos (8,1%) el titular de la autorización realizaba una distribución controlada por disponer de un número de unidades limitadas.

En 98 casos (6%) el médico prescriptor debía determinar la posibilidad de utilizar otros tratamientos comercializados.

En 116 casos (7,1%) la AEMPS autorizó unidades por comercialización excepcional.

En 63 casos (3.9%) se podía solicitar el desabastecido como medicamento extranjero.

Es decir, la gran mayoría de los desabastecimientos, el 75%, son lo que popularmente se llama un “jodejode”, no tienen ninguna importancia para el paciente, pero molestan mucho, tanto a los ciudadanos, que se les cambia de medicamento por obligación, como a los médicos y farmacias que sufren en primera persona el creciente descontento y quejas de los pacientes. Y como siempre que hay descontento, la solución más fácil es canalizarla contra la Administración y en eso se vuelcan los laboratorios, en transmitir a los médicos, farmacéuticos y pacientes que la culpa son los bajos precios que tienen los medicamentos. ¿Quién no ha oído el mantra de medicamentos que valen menos que una golosina?

Y esta es la versión que trata de imponer la industria farmacéutica, con el silencio cómplice de la AEMPS, por omisión o inacción más allá de tramitarlos, que la causa principal por la que se desabastecen es por los bajos precios de los medicamentos que provoca el SPR, sobre todo de los genéricos, y piden insistentemente subidas de precio y últimamente, además, ayudas económicas.

Pero ¿qué hay de verdad en el mantra que han impuesto al Ministerio, a la AEMPS y a la opinión pública con la inestimable ayuda de su coro de loros, por el que culpan de los desabastecimientos a los precios bajos de los medicamentos? Poco o nada, como se verá a continuación. De los 1634 medicamentos con problemas de abastecimiento en esa fecha:

  • 920 estaban financiados por el SNS y son dispensables con receta en oficina de farmacia, de ellos 750 (80,5%) son medicamentos con PR.
  • 523 estaban financiados por el SNS, pero no son dispensables en oficina de farmacia (449 de uso hospitalario y 74 dispensación hospitalaria)
  • 36 no estaban financiados y no necesitaban receta para su dispensación en farmacia.
  • 155 no estaban financiados y necesitaban receta para su dispensación en oficina de farmacia.

Como los medicamentos no financiados tienen precio libre, el precio no puede ser la causa principal de su desabastecimiento. Por lo tanto, para conocer si el precio puede tener alguna relación relevante con los desabastecimientos me voy a centrar en los 920 medicamentos financiados que necesitan receta, de cada uno he obtenido sus precios del nomenclátor de facturación que publica el Ministerio (3). En la figura 2 se muestra la distribución, por tramos de sus PVP, de esos 920 medicamentos.

Figura 2: N° de desabastecimientos por rangos de precios

Fuente: Fichero de desabastecimientos AGEMED el 13/11/2025 (2). Elaboración propia

Del análisis de estos datos llama la atención:

Que hay más medicamentos desabastecidos de precio superior a 100€ que medicamentos de menos de 2,5€.

Que sólo un 5,8% de los medicamentos desabastecidos tienen un PVP inferior a 2,5€ que recordemos, es el umbral con el que la industria farmacéutica trata de convencernos de que no es rentable un medicamento.

Que sólo el 20% de los medicamentos que han notificado problemas de suministro tienen un PVP menor de 7€, frente a otro 20% cuyo precio supera los 70€.

Que el 60% de los medicamentos desabastecidos en el periodo estudiado tienen un precio mayor que el coste medio por receta facturada en el SNS (11,35€) en ese mismo periodo.

En definitiva, que se desabastecen mucho más los medicamentos caros y muy caros que los menos caros, lo que descarta rotundamente el mantra de que el precio bajo sea un riesgo para el desabastecimiento de medicamentos y que sea la causa principal de la epidemia de desabastecimientos que padecemos actualmente en España.

Más bien pareciera que fuese la industria farmacéutica más interesada en que no baje el PR de los medicamentos sujetos al SPR, que como se demuestra en este trabajo desde 2014 mantienen precios escandalosamente altos, la que esté agitando la problemática de los desabastecimientos para imponer esa idea.

Un dato: Viatris y Teva, las dos multinacionales de genéricos más importantes a nivel mundial, aunque aún no en España, reportaron 203 de los 920 desabastecimientos, en cambio Mabo un conocido laboratorio nacional de genéricos reportó sólo 3.

Otros datos: de paracetamol, medicamento icono de precio barato en España sólo se han reportado 5 de los 920 desabastecimientos y del ibuprofeno, el siguiente icono de medicamento barato, 6. Y de simvastatina, uno de los medicamentos más prescritos en el SNS, con un precio a partir de 0.95€ por envase, no ha habido ni un solo desabastecimiento en ese periodo.

Más datos: de furosemida y deflazacort, los dos medicamentos que en 2022 bajaron agresivamente de precio (temerariamente según la prensa del sector), un 50% la primera y casi un 75% la segunda hasta quedar en 1,06 y 2,67€ por envase respectivamente, no ha habido ni un solo desabastecimiento. En cambio, de fentanilo hubo 46 medicamentos desabastecidos, con un precio medio de 72€. Y de quetiapina 40, con un precio medio de 59,5€.

En el periodo estudiado han tenido algún desabastecimiento 315 PA diferentes, más de la mitad (160) sólo de un caso y otros 49 sólo dos casos. En la tabla 2 se muestran los PA que han tenido más de 10 medicamentos desabastecidos:

Tabla 2: PA que han tenido más de 10 medicamentos desabastecidos

Fuente: Fichero de desabastecimientos AGEMED el 13/11/2025 (2). Elaboración propia

Es la historia que se repite una y otra vez con cada modificación legislativa, cuanto más ganan y más poder tienen, más exprimen las leyes para que les favorezcan. Y en eso estamos con la propuesta del Anteproyecto de Ley del Medicamento que tramita el Ministerio de Sanidad en la que como solución para los desabastecimientos ya se perfilan los beneficios económicos, en forma de ayudas que van a conseguir. De seguir adelante con esa aberrante propuesta que han colado al Ministerio al alimón, la AEMPS y la industria farmacéutica, además de ser una nueva puñalada al bolsillo de los ciudadanos, pasaremos de la actual epidemia de desabastecimientos a una pandemia, porque las ayudas que conseguirían los pícaros que actualmente provocan desabastecimientos interesados, las querrán todos, y ya sabrán como conseguirlas. En la figura 3 se muestra la importante concentración de los desabastecimientos en determinados laboratorios, la mayoría de ellos, de genéricos. Se incluyen sólo los que han comunicado más de 5 desabastecimientos en el periodo estudiado: 42 laboratorios y 721 comunicaciones (34% y 78% del total, respectivamente).

Figura 3: Universo de desabastecimientos tipo “jodejode” y las principales galaxias donde se generan. En color, cada PA diferente que el laboratorio ha comunicado desabastecimiento y el número indica los desabastecimientos de PA comunicados en el periodo

Fuente: Fichero de desabastecimientos AGEMED el 13/11/2025 (2). Elaboración propia

No, el precio bajo de los medicamentos genéricos no genera desabastecimientos, más bien parece que lo sea el precio tan caro que tienen muchos de ellos y, quien sabe, si la codicia de algunos (o de muchos) agita estos desabastecimientos, que recordemos no suponen ningún problema sanitario para la población al tener todos ellos alternativas idénticas en el mercado, y los mezclan con los precios baratos de unos pocos para apantallar la realidad, que los medicamentos genéricos autorizados en España y sus PR desde 2014 son muy caros, como estrategia para evitar que les bajen los precios. De hecho, parece que el actual Ministerio ya les ha comprado el falso relato. Pero a quien le puede extrañar, con la extensísima lista de extécnicos, excargos y exaltos cargos del Ministerio, Consejerías y Servicios de Salud en nómina de la industria farmacéutica. ¿Cuántos más habrá haciendo méritos?

La involución del SPR que ha llevado al estancamiento del consumo de genéricos

Una vez escuché a un experto decir que los incentivos no fallan, y que si con los incentivos que pones no logras los objetivos que querías, no es porque fallen, es porque están mal puestos. Pues bien, en este trabajo demostraré que no es que el SPR no funcione (el sistema de incentivos para bajar los precios de los medicamentos genéricos), es que desde 2012 está diseñado para que no funcione y la solución no es rediseñarlo aún peor para el SNS y nuestros bolsillos como pretenden la AESEG y Farmaindustria, sino hacer que funcione. Porque contrariamente a lo que se dice, el SPR en la actualidad es tremendamente ineficaz para que, una vez incorporados al SPR, siga bajando de precio los medicamentos nuevos, los más caros, los hijos aventajados de la codicia del acuerdo de los ADPIC que, cuando su patente caduca, el actual SPR en lugar de enviarlos al purgatorio durante un largo periodo, para que purguen su codicia y sigan bajando los precios, los eleva al paraíso donde se han apoderado de las llaves de San Pedro.

En la memoria del  Anteproyecto de Ley de los medicamentos y productos sanitarios que el Ministerio de Sanidad sacó en abril de 2025 a información pública se comenta, sobre el mercado de medicamentos genéricos en España que “ puede observarse, que después de un crecimiento lento pero continuo hasta aproximadamente 2014, tanto el porcentaje en volumen como en precio parecen haberse estancado durante los últimos diez años con solo un ligero repunte, sobre todo en valores, en los últimos tres años” y lo justifica tanto por cambios de legislación como por el hecho de que los medicamentos que están perdiendo patente a lo largo de los últimos años son, cada vez más, medicamentos biológicos.

La primera justificación en inapelable, porque si hay algo capaz de cambiar una situación es una Ley y la legislación sobre genéricos, tanto la referente al SPR como a las condiciones de prescripción y dispensación han sido varias. Pero sorprende una justificación tan “genérica” carente de un análisis más en profundidad de los cambios legales que han llevado a ese estancamiento. Porque ha habido varios cambios legislativos muy positivos, de hecho, es el último, el de la Ley 16/2012 y su RD de desarrollo de 2014, el desencadenante principal del estancamiento, como se irá viendo en este artículo, pero no es la única causa, como también se irá demostrando.

En la tabla 3 se muestran los cambios legislativos que han afectado al SPR, los años que han estado vigentes y el incremento acumulado del número de envases de medicamentos genéricos de cada periodo, Se puede comprobar que en los primeros 11 años tuvieron un 186% de incremento y en los últimos 10 años, desde la modificación de 2012-2014, han tenido crecimiento negativo.

Tabla 3: Incremento del uso de genéricos facturados en recetas médicas del SNS por periodos de vigencia de las reformas legislativas del SPR

Fuente: Anteproyecto de Ley de los medicamentos y productos sanitarios (35). Elaboración propia

En la Tabla 4 se muestra el detalle por años de la cuota de genéricos y del aumento de envases de genéricos y su variación acumulada sobre el año precedente. Los impactos de cada Ley en el SPR se han contabilizado en el año posterior ya que las entradas en vigor solían tener así su máxima repercusión.

Tabla 4: Incremento del consumo de envases de genéricos facturados en receta médica del SNS, por años y por periodos de vigencia de las reformas legislativas del SPR.

Fuente: Anteproyecto de Ley de los medicamentos y productos sanitarios (35). Elaboración propia

Es evidente el frenazo en seco del incremento del uso de genéricos y el estancamiento de su cuota de mercado que produce Ley 16/2012 y su RD de desarrollo de 2014.

Por eso sorprende más aún el segundo argumento que esgrime referente a los medicamentos biológicos, sobre todo porque los datos en los que se apoya el análisis es el de recetas dispensadas en oficina de farmacia y en cambio, los medicamentos biológicos que están perdiendo patente en los últimos años son, en su mayoría, de uso o dispensación hospitalaria.

Por ello en este trabajo se demostrará que las causas más relevantes que han llevado a ese estancamiento, poco tienen que ver con lo que nos cuentan y tratan de convencernos, tanto la AESEG y Farmaindustria con su coro de loros, como, parece que también, un Ministerio de Sanidad converso del quieren sacar tajada. Y nada habría que objetar a que sacasen tajada si no fuese porque siempre que lo hacen, en cuestión de precios de los medicamentos, es con argumentos falaces y a costa de nuestros bolsillos. Y si para sacar tajada tienen agitar el problema de los desabastecimientos, achacándolos a los supuestos bajos precios de los medicamentos, pues lo hacen, y el Ministerio también les compra el argumento, aunque sea falso, como se ha demostrado en el apartado anterior.

Y es que si algo demuestra el análisis de los datos y evolución del SPR es que la industria farmacéutica sólo baja los precios a garrotazos bien dados (legislativos)

Medicamentos Genéricos: Procedimiento de fijación del precio de los medicamentos genéricos

Para analizar el mercado de medicamentos genéricos y su evolución en España es necesario conocer cómo se fija su precio. Resumiéndolo al caso que todos tenemos en mente, cuando el medicamento de marca pierde la patente y se autoriza el primer genérico: desde 2010 el precio se establece reduciendo un 40% el precio que tenía el de marca. La casuística completa la fijó la CIMP el 25 mayo 2010, cuando acordó que, desde entonces, para la fijación de su precio ya no sería necesaria la intervención de la CIMP, sino la aplicación de los siguientes criterios (4):

  1. Si existe Grupo de Referencia.

Si el genérico es idéntico en formato y dosis a una presentación ya incluida en un conjunto de referencia. El establecimiento se realiza en base al precio de referencia establecido en la última Orden de Precios de Referencia

Si el producto no tiene una presentación idéntica. El cálculo del PVL se realiza aplicando la fórmula: Cantidad de PA de la presentación (mg) x CTDrefª/DDD

  • Si no existe Grupo de Referencia
  • Si hay una presentación idéntica, se tiene en cuenta:

Si se trata del primer genérico. El PVL se calculará aplicando un descuento del 40% sobre el PVL del medicamento innovador.

Se establece un umbral mínimo de 1,60 € de tal forma que el PVL de referencia resultante tras haber sido aplicado el descuento, no será inferior a 1,60 €.

Si ya existen genéricos en el mercado con la misma dosis y vía de administración, aún con formatos iguales o distintos, el precio se calculará en base al Coste tratamiento día (CTD) menor.

  • Si ya hay genéricos financiados por el SNS, pero con distinta vía de administración, se fija el precio como si se tratase de un primer genérico.
  • Cuando el genérico presenta una nueva dosis o formato y no hay un innovador con esa misma dosis o formato se aplican los siguientes coeficientes sobre el PVL del medicamento innovador (-40%) que resulte más próximo por debajo, en dosis o formato:

1,60 en el caso de dosis doble respecto a la que ya existe

1,50 si se trata de un formato doble respecto al que ya existe, o

La del factor proporcional sobre los anteriores coeficientes y correspondiente a la variación efectiva de la dosis o formato.

Si la modificación consiste en reducir la dosis o el formato a la mitad, el coeficiente a aplicar consiste en dividir entre 2. Igualmente. el factor se aplicará proporcionalmente a la reducción de la dosis correspondiente.

En el supuesto de que sea un primer genérico, para la fijación de precio se calculará previamente un descuento del 40 % sobre el PVL del medicamento innovador que resulte más próximo por debajo en dosis o formato y después se le aplicará el coeficiente correspondiente.

El Sistema de Precios de Referencia: creación, evolución y resultados

El SPR crea en 1996 al incorporar en la Ley del medicamento que sólo serán objeto de financiación con cargo al SNS las especialidades farmacéuticas cuyos precios no superen la cuantía que para cada PA se establezca reglamentariamente.

En 1997 se añade que cuando la especialidad prescrita supere la cuantía establecida como PR, el farmacéutico deberá sustituirla por una especialidad farmacéutica genérica de igual o inferior cuantía que la establecida, excepto que el usuario pague la diferencia.

En 1999, por real decreto se hace la primera regulación del SPR, creando conjuntos homogéneos con los medicamentos de idéntica composición cuali y cuantitativa, forma farmacéutica, vía de administración y dosificación, y con la condición de que en el mismo haya al menos un medicamento genérico. Para el cálculo del PR establece que se haría con la media ponderada por las ventas del número mínimo de las presentaciones de especialidades de precio más bajo, necesario para alcanzar una cuota del mercado en unidades del 20%.

El 13 de julio de 2000 se publica la Orden Ministerial que crea 114 conjuntos homogéneos con sus PR, la primera de las 23 órdenes ministeriales y resoluciones que desde entonces los han creado, modificado y actualizado junto con sus PR (5-27). Solamente en los años 2005, 2012 y 2013 no se publicaron.

Desde su origen se evidenció la capacidad de la industria farmacéutica para controlar y minimizar el impacto del recién creado SPR. Pronto pudo comprobar que la condición del 20% de cuota de mercado y media ponderada de ventas impuesta, limitaba seriamente la bajada del PR, al estar la cuota de mercado dominada por unos pocos laboratorios de genéricos que tenían y mantenían los precios más altos (en el omeprazol, una suerte de banda de los cuatro) y que no mostraban el menor interés en que el PR bajase (tabla 1). Frente a ellos, un número creciente de laboratorios apostaba por bajar sus precios con la esperanza de que, esa ventaja económica para el usuario y el SNS se tradujera en un aumento de sus ventas. Pero era en vano: en esa época los laboratorios de medicamentos de marca agitaban, entre médicos y usuarios, la idea de que los genéricos no eran iguales que los de marca (¿cómo lo iban a ser si los genéricos eran más baratos?) y en la que los laboratorios de genéricos más caros sembraban la duda, asimismo, de que no todos los medicamentos genéricos son iguales (¿cómo lo iban a ser si los otros genéricos eran mucho más baratos?).

En las figuras 4 y 5 se muestran los precios de los medicamentos genéricos de omeprazol y fluoxetina 20mg 28 cápsulas en 2002, respectivamente. En ellas se puede ver la gran competencia de precios a la baja de los medicamentos genéricos existente en los primeros años de aplicación del SPR, y en la figura 6 la poca repercusión que tenía para bajar los PR.

Figura 4: Competencia de precios de genéricos de omeprazol 20mg 28 cápsulas en 2002

Fuente: Nomenclátor de facturación. Elaboración propia

Figura 5: Competencia de precios de genéricos de fluoxetina 20mg 28 cápsulas, en 2002

Fuente: Nomenclátor de facturación. Elaboración propia

En la figura 6 se muestra la evolución de los PR de las principales presentaciones de los 6 PA más importantes, por unidades e importe, que se incorporaron en 2000 en el SPR, hasta la modificación del sistema de cálculo del SPR por la Ley 16/2003. Se puede observar que salvo una mínima bajada el primer año, se impuso un estancamiento del precio de referencia a pesar existir, como hemos visto en las figuras 4 y 5 y se muestra en detalle en la tabla 5, grandes variaciones en los precios de los medicamentos genéricos de los diferentes laboratorios.

Figura 6: PR de los medicamentos genéricos Famotidina, Captopril, Enalapril, Omeprazol, Fluoxetina y Ciprofloxacino en el periodo 2000 a 2003

Fuente: Órdenes de precios de referencia (5-8) y Nomenclátor de facturación de 2000, 2001, 2002 y 2003. Elaboración propia

Para quienes ya no lo recuerden o tengan interés, los nombres de las marcas comerciales que tenían el monopolio entonces, hoy casi todas desaparecidas, eran Tamín, Cesplon, Renitec, Losec, Prozac y Baycip, respectivamente.

Tabla 5: Precios máximos y mínimos existentes en 2002 en los 6 Conjuntos Homogéneos de mayor impacto en el SPR de 2000

Fuente: Nomenclátor de prescripción. Elaboración propia.

Primera modificación del SPR, la Ley 16/2003

Esta situación, a todas luces insostenible es la que generó el primer gran cambio y el que más impacto ha tenido desde entonces en el SPR. Con ella se introduce la utilización de la dosis diaria definida (DDD) y el coste tratamiento día (CTD) como claves para el cálculo del PR, que pasa a ser “la media aritmética de los tres costes/tratamiento/día menores de las presentaciones de especialidades farmacéuticas en él agrupadas por cada vía de administración, calculados según la dosis diaria definida”.  Las 3 presentaciones debían de ser de tres grupos empresariales diferentes y se excluían de los conjuntos los medicamentos con un PVL menor a 2€. Se mantuvo la exigencia de que en el conjunto haya un medicamento genérico y se crean conjuntos independientes para los medicamentos pediátricos, innovaciones, con los de estrecho margen terapéutico y con los de amplio rango de dosificación.

La necesidad de cambiar el sistema de cálculo del PR se planteó en junio de 2002 en una reunión de la Comisión de Farmacia del Consejo Interterritorial (29) para tratar sobre medidas de control del gasto farmacéutico. Se planteó que los elevados PR apenas generaban ahorro al SNS, en cambio permitían que los laboratorios de genéricos con los precios más elevados, mantuviesen el control del mercado haciendo grandes bonificaciones por volumen de compra a las farmacias. En esa reunión, la recién nombrada Directora General de Farmacia, María Victoria de la Cuesta, se comprometió a revisar el sistema. La Ley con la modificación del SPR se publicó en mayo de 2003 y el cese fulminante de la Directora General de Farmacia, en julio. En la figura 7 podemos intuir el porqué.

Figura 7: Bajada espectacular de los PR tras la aplicación del menor coste/tratamiento día en 6 PA que tenían su PR casi estancado desde 2000

Fuente: Órdenes de precios de referencia anuales (8,9). Elaboración propia.

Esta importante bajada de los PR impulsó un importantísimo incremento en el uso de los genéricos, que en 2008 ya suponían el 87% del omeprazol consumido en el SNS (4)

Esta modificación pilló por sorpresa a la industria farmacéutica y sus efectos siguen teniendo, aún hoy, un importante impacto en la fijación del PR inicial, sino el único.

Segunda modificación del SPR, la Ley 29/2006

El nacimiento del medicamento genérico había creado un mercado muy dinámico que en sus inicios estaba en ebullición, con muchas oportunidades de negocio y con todas las empresas de genéricos buscando consolidar sus productos, sobre todo en los PA más rentables. Las empresas farmacéuticas forman parte de grupos empresariales y muchas de ellas pertenecen al mismo grupo empresarial. En el periodo 2000-2006 se inició un proceso de adquisiciones de unos laboratorios por otros con el consiguiente efecto en la concentración de los laboratorios de genéricos en un número menor de grupos empresariales. En este contexto la principal aportación de la reforma de la Ley de 29/2006 fue que el cálculo del PR se realice con la media aritmética de las 3 presentaciones con el CTD más barato, desapareciendo la condición de que sean de tres grupos empresariales diferentes, lo que potenció aún más la bajada del PR impulsada por la modificación de 2003.

En ese periodo seguía la fuerte competencia de precios a la baja de los laboratorios de medicamentos genéricos para tratar de ganar cuota de mercado, sobre todo en las moléculas de mayor volumen de ventas en el SNS y por ello más rentables. Además, la informatización de la prescripción se había generalizado en todos los Servicios de Salud que aplicaban medidas de eficiencia en la prescripción, quizás la más importante era que, cuando el médico seleccionaba el medicamento que iba a prescribir se le mostraban los de menor coste, lo que incentivaba la prescripción de los menos caros. Ello generó una competencia adicional entre los laboratorios por situarse en los primeros lugares en los sistemas de prescripción, similar a la de los buscadores de internet, sobre todo de los laboratorios más pequeños cuya red de ventas no les permitía llegar las farmacias y ofrecer bonificaciones por volumen de compras como hacían los que controlaban el mercado. A pesar de la bajada del PR esos laboratorios siguieron invirtiendo en el SNS, bajando más sus precios como política comercial para ganar penetración en el mercado.

Y seguía la competencia especialmente intensa en los medicamentos más rentables, como el omeprazol, que pese a la fuerte bajada de su PR en 2003 seguía siendo unos de los medicamentos más consumidos en España y de más elevado impacto económico, más de 230 millones de euros en 2006, debido sobre todo a un importante incremento de su consumo, que medido en DHD/1000habitantes se había triplicado (4). Por ello, como resultado de la modificación de la Ley 29/2006 y la fuerte competencia existente, se produjo de nuevo una importante bajada de los PR, también de los medicamentos que ya habían bajado en 2003 como se muestra en la figura 8.

Figura 8: Nueva bajada de los PR en Famotidina, Captopril, Enalapril, Omeprazol, Fluoxetina y Ciprofloxacino, por las modificaciones de las leyes de 2003 y 2006

Fuente: Órdenes de precios de referencia anuales (8,9,11). Elaboración propia.

Además, el potente efecto de reducción de los PR se extendía también los nuevos PA de alto impacto económico que se fueron incorporando al SPR durante este periodo, como se observa en la tabla 6 y en la figura 9, que muestran los PR de 14 nuevos PA de elevado volumen de ventas que se incorporaron al SPR el año 2006 y su evolución a la baja hasta 2010.

Tabla 6: Detalle de las bajadas de los PR de 14 PA que se incorporaron al SPR en 2006 y evolución hasta 2010

Fuente: Órdenes de precios de referencia anuales (10-14). Elaboración propia.

Figura 9: Bajada de los PR de 14 PA que se incorporaron al SPR en 2006 y evolución de sus PR hasta 2010

Fuente: Órdenes de precios de referencia anuales (10-14). Elaboración propia.

Continuamos viendo un SPR muy dinámico generando potentes bajadas, año tras año, del PR de los medicamentos cuando perdían la patente.

Tercera modificación del SPR, el Real Decreto-ley 4/2010 y la Ley 34/2010,

El avance más importante que supuso esta modificación fue que el PR pasó a calcularse con la presentación que tenga el CTD menor de la agrupación homogénea, lo que supuso una nueva bajada, muy importante en algunos casos, de la mayoría de los PR de alto impacto existentes, destacando, de entre los que entraron en 2006 que vimos en el apartado anterior, la bajada adicional del 46% de gabapentina y del 11% de risperidona. Con la Ley de 2006, el PR de la gabapentina ya había bajado un 43%, por lo que con estas dos modificaciones su PR bajo un 70% en sólo 5 años y el de la risperidona un porcentaje similar. En la figura 10 se muestra el efecto que tuvo en los 14 PA de alto impacto anteriores, incorporados en 2006

Figura 10: Impacto de la modificación del SPR por efecto de la Ley de 2010

Fuente: Órdenes de precios de referencia anuales (14-15). Elaboración propia.

El Ministerio de Sanidad estimó un ahorro de 1.042 millones de euros con esta modificación (28)

Cuarta modificación, el Real Decreto-ley 9/2011, la última gran cosecha del SPR

Las principales aportaciones de esta modificación fueron la creación de conjuntos independientes en el ámbito hospitalario, la creación de conjuntos con medicamentos biosimilares y la obligación del PR para todos los medicamentos, haya o no genéricos. Esta fue la última modificación del SPR que generó bajadas importantes al SPR, cuyo impacto Farmaindustria estimó en 650 millones de euros (32). Y ello, porque la fijación del PR todavía se pudo beneficiar de la importante competencia de precios a la baja existente entre genéricos en esos años.

Pero esta competencia de precios tenía sus días contados.

La proclama del presidente de la AESEG

En octubre de 2012, el entonces presidente de la Asociación Española de Medicamentos Genéricos de España (AESEG) publicaba en su cuenta de Twitter los siguientes mensajes (31):

“Farmacéuticos de España, los que os bajan los márgenes cada mes son compañías como Asol, Sumol, Aurobindo. Vosotros sabréis lo que hacéis!”

“Porque [sic] seguir dispensando Asol, Sumol, Aurobindo o Vir cuando todos estamos al mismo precio y son la causa de bajada de margen. Andalucía!!!”

“No lo sé, tendrías que preguntar a los que bajan cada mes el precio”

“De eso se trata, de informar de la situación y que los farmacéuticos actúen en consecuencia”

“Ahora bajar el precio sabiendo que el resto de laboratorios van a igualar, sólo reduce el mercado y el margen”.

Para entender esta proclama es necesario conocer los cambios legislativos que había introducido, en abril de 2012, el R.D-Ley 16/2012 y que hoy siguen en vigor:

El de mayor calado fue que estableció con carácter general la obligación de dispensar el medicamento de precio más bajo de la agrupación homogénea. Hasta entonces la obligación era la de dispensar el medicamento de menor precio. (para los no expertos, la diferencia del concepto las explico más adelante).

Y otro no menos importante por ser complementario, fue que las revisiones de precios a la baja que soliciten los laboratorios, sólo se tendrían en cuenta las que supongan, como mínimo, una reducción del 10%.

Pero es necesario entender los diferentes conceptos sobre esos precios, como interactúan y como un, aparentemente mínimo cambio en la redacción de la Ley, hizo desaparecer la competencia de precios entre medicamentos genéricos, que hasta esa fecha era un importante motor de las bajadas en el SPR.

El precio de referencia se aprueba anualmente por orden ministerial y constituye la cuantía máxima de financiación de los medicamentos que lo tienen establecido. Los medicamentos que mantengan su precio por encima de su PR quedan excluidos de la financiación.

Las agrupaciones homogéneas se forman con los medicamentos que pueden ser objeto de intercambio en su dispensación. Cada una tiene, oficialmente, un “precio menor” que se corresponde con el del medicamento de “precio más bajo” en el momento de su creación. Los precios menores se actualizan cada tres meses, durante los cuales cualier laboratorio puede pedir bajadas voluntarias del precio de sus medicamentos y, en ese caso, ese precio que se sitúa por debajo del “precio menor” se convierte en el “precio más bajo” de la agrupación, hasta la siguiente actualización trimestral, cuando ese “precio más bajo” pasa a ser el nuevo “precio menor” de la agrupación, que ahora ya afecta a todos los medicamentos de la agrupación. Los otros debían bajar su precio e igualarlo al menor si querían que sus medicamentos se pudieran dispensar en los casos que la Ley exigía dispensar el “precio menor”, como era, hasta 2012, en la prescripción por PA. Ese margen de 3 meses, que los laboratorios podían alargar hasta la siguiente modificación anual del PR, mantenía una competencia que recibió un golpe mortal con la generalización de la obligación de dispensar siempre el de “precio más bajo” en lugar del de precio menor.

Además, desde la creación de los PR la bajada voluntaria de precios de los medicamentos genéricos fue un procedimiento muy ágil, que se iniciaba y finalizaba el mismo mes para que entrase en vigor en el siguiente mes y no tenía ningún condicionante. Pero en 2012 la Ley impuso que para la revisión de los precios menores sólo se tengan en cuenta las bajadas que supongan como mínimo una reducción de precio del 10% lo que defenestró definitivamente la competencia. ¿Quién va a bajar un 10% el precio sin ninguna ventaja?

El efecto combinado de estas dos medidas llevó, en la práctica, a la desaparición de las reducciones voluntarias de precios que hasta esa fecha eran muy habituales cada mes y que constituyeron el motor de las importantes bajadas de los PR que se habían venido produciendo desde 1996 durante más de 10 años. Hasta esa fecha los “precios más bajos” convivían con los “precios menores” hasta la siguiente actualización del SPR, por lo que había laboratorios de genéricos que preferían mantenerse en el precio menor hasta la siguiente actualización del SPR. Con la modificación de 2012 esto ya no es posible, porque generalizó la obligación de dispensar el del “precio más bajo”, no del menor, por lo que si uno lo baja y los demás no quieren perder su mercado tienen que bajar el suyo.

Ninguno de los dos modelos de política comercial de los laboratorios de genéricos existente hasta esa fecha ganaba nada con este nuevo modelo, ni los que querían ganar cuota de mercado bajando sus precios ni los que no los querían bajar y hacer mejores ofertas a las farmacias, pero había uno que perdía mucho, el que se veía obligado a bajar el precio sin quererlo. Y para evitar que eso sucediera tenían que acabar con los que aún alimentaban el otro modelo. Les resultó muy fácil, porque con la nueva Ley ellos, aunque no ganasen cuota de mercado, sólo perdían mucho si se bajaban los precios, y además si no había bajadas ganarían mucho más como así ha sucedido. De alguna manera para ellos esa paralización suponía el regreso al modelo previo a la reforma de 2003, en el que los laboratorios de genéricos más potentes imponían y mantenían artificialmente altos los PR, como hemos visto.

En ese nuevo escenario, unos meses antes de la proclama del presidente de la AESEG, el laboratorio Sumol uno de los laboratorios más activos bajando sus precios para ganar cuota de mercado había decidido bajar un 25% el precio de sus medicamentos genéricos de simvastatina, dejando su envase de 20mg 28 comprimidos en 1,58€, la última bajada que ha tenido ese medicamento y que, a día de hoy, 13 años después, sigue marcando el PR de esa presentación de simvastatina en el SPR (28).

La importancia clave para el SPR de los laboratorios de genéricos que apuestan por bajadas de precios. El caso Sumol en imágenes

Sumol fue un laboratorio de medicamentos genéricos cuya política comercial para ganar cuota de mercado, se basaba en tener sus precios más bajos que los de la competencia, para hacerlos más atractivos y que la administración priorizase su prescripcion sobre los de la competencia y con sus bajadas cegar la bolsa de financiación de las prácticas comerciales habituales de otros laboratorios, basadas en mantener precios altos y hacer jugosas ofertas y bonificaciones a farmacias y almacenes para que compren sus medicamentos, aprovechando el elevado margen de decisión del que disponen las farmacias en la dispensación de los medicamentos genéricos sometidos a PR.

En las figuras 11, 12 y 13 se muestra la evolución a la baja del PVP de los medicamentos genéricos de Sumol desde 2000 hasta 2012, año del cambio de Ley y de la proclama del presidente de la AESEG, y su enorme contribución a la bajada de los PR. En ellas se observa el papel importantísimo que tuvo este laboratorio y los otros que como él apostaron por bajadas de sus precios, para que el SPR funcionase adecuadamente y para que hoy tengamos precios bajos en los carísimos medicamentos que perdieron la patente antes de 2012. Porque a partir de 2012, los cambios legislativos y la expulsión o marginación de los laboratorios que apostaron por bajar sus precios, hizo que la historia diese un vuelco radical, a peor para el SNS y para el bolsillo de los ciudadanos.

Figura 11: Bajadas de precios de las Simvastatina 40mg 28 cápsulas, 20mg 28 cápsulas y 10mg 28 cápsulas del laboratorio Sumol y su comparación con los PR, en el periodo 2000 a 2012

Fuente: Nomenclátores de facturación y órdenes de precios de referencia del periodo 2002 a 2012 (7-15). Elaboración propia.

Figura 12: Bajadas de precios de Omeprazol 20mg 28 caps., Losartán/Htzda 100/25MG 28 comp. y Enalapril/Htzda 20/12,5mg 28 comp. de Sumol y su impacto en las bajadas de los PR en el periodo 2000 a 2012

Fuente: Nomenclátores de facturación y órdenes de precios de referencia del periodo 2002 a 2012 (7-15). Elaboración propia

Figura 13: Bajadas de precios de Fluoxetina de Sumol y su impacto en las bajadas de los PR en el periodo 2000 a 2012

Fuente: Nomenclátores de facturación y órdenes de precios de referencia del periodo 2002 a 2012 (7-15). Elaboración propia

Se puede observar que SUMOL aplicó, entre 2002 y 2012, las siguientes bajadas a sus precios:

17 a su Simvastatina 40mg 28 cápsulas, que bajó de 23,52€ a 2,17€.

14 a su Simvastatina de 20mg 28 cápsulas, que bajó de 13,24€ a 1,58€.

13 a su Simvastatina de 10mg 28 cápsulas, que bajó de 6,7€ a 0,95€

15 a su Omeprazol de 20mg 28 cápsulas, que bajó de 11,69€ a 2,45

4 a su Losartán+Hztda de 100/25mg 28 comprimidos, que bajó de 20,31€ a 5,84€

7 a su Enalapril-Hztda de 20/12,5mg 28 comprimidos, que bajó de 9,91€ a 1,84€

12 a su Fluoxetina de 20mg 60 cápsulas, que bajó de 28,5€ a 5,26€

15 a su Fluoxetina de 20mg 28 cápsulas, que bajó de 21,93€ a 2,81€

13 a su Fluoxetina de 20mg 14 cápsulas, que bajó de 11,11€ a 2,81€

Siendo sus precios menores de casi todos ellos en 2012 los que todavía hoy día, 13 años después, siguen marcando los PR de esas presentaciones.

La “fatua” del entonces presidente de la AESEG parece que tuvo éxito, porque hoy el laboratorio SUMOL ha desaparecido del mercado farmacéutico español y se han adueñado del mercado de genéricos los laboratorios que, como el del entonces presidente de la AESEG, se oponían a las bajadas de precios, de hecho, hoy el suyo sigue siendo uno de los principales laboratorios de genéricos del mercado, con más de 500 medicamentos genéricos autorizados en España.

Andalucía!!! Vade retro

Cuando el ex presidente de la AESEG exclamó Andalucía!!!, no estaba mostrando su admiración por esa bonita tierra, sino su pánico a las medidas de contención del gasto farmacéutico que Antonio Peinado, responsable de farmacia en esa CA, había implantado y continuaba implantando en esa época:

Hoy nos parece lo más natural del mundo la prescripción por principio activo (PPA) y si hay un colectivo que la valore especialmente bien, por la gran flexibilidad que les otorga en la dispensación y por lo tanto en la mejora de la gestión de sus compras, son los farmacéuticos de oficina de farmacia. Pero no siempre fue así, de hecho, en sus inicios fueron la principal fuerza de choque en contra de su implantación en Andalucía, comunidad pionera en su implantación e impulso, y cuya aceptación por los representantes del Consejo de Colegios de Andalucía supuso una fractura en ese colectivo que tardó años en cicatrizar. También en Castilla-La Mancha, cuando en diciembre de 2003 el Sescam iba a firmar su Concierto con los farmacéuticos de oficina de farmacia, que incluía un Anexo sobre dispensación de medicamentos prescritos por PA, similar al andaluz, la Federación de Empresarios Farmacéuticos de España (FEFE) se opuso frontalmente.

La novedad del acuerdo por PA residía en lo que posteriormente fue obligación por Ley, que aprovechaba las diferencias de precio existentes (como hemos visto en el caso de Sumol) en las presentaciones de los medicamentos genéricos en casi todos los PA en los que ya había genéricos. Sin embargo, los que más se prescribían y/o dispensaban eran los más caros. Para aprovechar esos precios más bajos, Andalucía acordó con los farmacéuticos un precio máximo de facturación que dejaba al farmacéutico libertad para dispensar el genérico tal como permitía la legislación. A cambio el Servicio Andaluz de Salud se comprometía a impulsar la PPA con lo que todos, también los pacientes, ganaban. El resultado fue que durante años Andalucía lideró los porcentajes de PPA, las estadísticas de contención del gasto farmacéutico y las de uso de medicamentos genéricos.

Pero lo que más preocupaba a la AESEG en 2012 cuando su presidente hizo esa exclamación, fue la otra medida que acababa de impulsar en 2011 Andalucía, también de la mano de Antonio Peinado, las mal llamadas “Subastas Andaluzas”. Con ellas se sacaba para cada medicamento que resultase de interés, un concurso de precios máximos al que podían acudir voluntariamente los laboratorios. Los medicamentos de los adjudicatarios de cada lote eran los únicos que se dispensaban en esa Comunidad en caso de PPA. De esta manera Andalucía sorteó la parálisis de competencia y de bajadas de precios que impuso la ley en 2012 al SPR, convirtiéndose en el refugio que mantuvo con vitalidad a laboratorios que antes impulsaban las bajadas de precios en el SPR, lo que siguieron haciendo en los sucesivos concursos en Andalucía, hasta que tras una larga, potente, continua y mediática campaña de acoso y derribo, en la que casi todo valía (y como no, también el comodín de los desabastecimientos) finalmente en diciembre de 2020, los mismos que en 2012 habían acabado con la competencia y las bajadas de precios en el SPR, las finiquitaron.

La última modificación: el R.D-Ley 16/2012 y R.D. 177/2014. Golpe mortal al SPR y EEG plano desde entonces

Con el R.D-Ley 16/201 se introduce la obligación de prescribir, si es por marca, el medicamento de mayor eficiencia para el sistema, esto es, el de precio más bajo; y si es por PA, la obligación en la farmacia de dispensar el medicamento de precio más bajo de la agrupación homogénea, desapareciendo la obligación de que sea un genérico. El resultado fue que, tanto si se prescribe por marca como por PA se va a dispensar el medicamento de precio más bajo, marca o genérico, lo que mató los dos pájaros de un tiro:

La competencia de precios a la baja, que ya no le sirve para nada a los laboratorios que lo hagan, como destacaba el ex presidente de la AESEG en su proclama, lo que condujo a que se igualasen de facto el PR, el precio menor y el precio más bajo

Y el crecimiento de los genéricos a costa de las marcas, una vez desactivado el efecto del precio más bajo y eliminada la obligación de dispensar, en caso de igualdad, el genérico. Como consecuencia también desapareció el incentivo en las farmacias para dispensar el genérico y se fortaleció el incentivo de los pacientes para la dispensación de marcas.

Basta pensar en quien ha resultado ser el gran beneficiario de esa modificación para intuir porqué se hizo. Desde luego no fue el paciente ni el SNS como nos vendieron y como se verá a continuación. Asestaron un golpe mortal al SPR que desde entonces sigue con el EEG plano, es decir incapaz de bajar los PR año tras año una vez que se fija PR el inicial. Desde luego que el “think tank” que lo ideó se ganó bien sus honorarios, porque todavía hoy, 13 años después, el EEG plano del SPR sigue rindiendo enormes ganancias a sus beneficiarios, que se extraen del SNS y del bolsillo de los ciudadanos.

Del resto de modificaciones de la Ley 16/2012 incorporadas en el Reglamento del SPR en 2014 el SPR sólo mencionaré otra que va en la misma dirección, estableciendo la posibilidad del cálculo de PR ponderado en determinadas situaciones, entre ellas cuando pueda existir inviabilidad económica para esos medicamentos, una bandera que agitan permanentemente.

Como en los años 2012 y 2013 no hubo actualización de los PR. en la Orden que se aprobó en 2014 se incorporaron 101 PA nuevos y 76 de los que se crearon en 2014 no han bajado ni un euro desde entonces. Medicamentos con ventas importantes o muy importantes, por el número de envases o por su coste para el SNS como Acarbosa, Ácido Ibandrónico, Acidos Omega 3, Acitretina, Atenolol/Clortalidona, Atorvastatina/Amlodipino, Budesonida, Candesartán, Capsaicina, Cilostazol, Colestiramina, Enalapril/Lercanidipino, Entacapona, Eplerenona, Escitalopram, Megestrol, Memantina, Mesalazina, Moxifloxacino, Nicardipino, Pioglitazona, Rabeprazol, Reboxetina, Rizatriptán, Telmisartán, Tolterodina, Triptorelina, Ziprasidona o Zolmitriptán, con precios elevados o muy elevados, siguen apalancados en los PR de 2014.

Como una imagen vale más que mil palabras, para comprobar la inutilidad, para el SNS y para el bolsillo de los ciudadanos del SPR creado en 2012, las figuras 14 y 15 muestran el encefalograma plano del SPR, año tras año, de los 76 conjuntos mencionados que se incorporaron en 2014 al SPR y de otros 82 que se han incorporado desde 2015 hasta 2024, cuyo PR no ha variado (no se muestran los de PR>140€ porque dejaría la imagen sin perspectiva) y en la tabla 7 se muestra la relación en detalle.

Figura 14: Encefalograma plano del SPR creado en 2012 y su inutilidad para bajar ni una sola vez en 11 años el PR de los genéricos de 76 conjuntos que se incorporaron en 2014

Fuente: Ordenes de precios de referencia del periodo 2014 a 2025 (16-27). Elaboración propia

Figura 15: Encefalograma plano del SPR creado en 2012 y su inutilidad para bajar el PR de los conjuntos que se incorporaron a partir de 2015 hasta 2025

Fuente: Ordenes de precios de referencia del periodo 2015 a 2025 (16-27). Elaboración propia

Tabla 7: Conjuntos creados desde 2014 con sus PR, que en 2025 siguen atrincherados con el mismo PR, ordenados por orden decreciente de sus PR.

Fuente: Ordenes de precios de referencia del periodo 2014 a 2024. Elaboración propia

En la elaboración de estas tablas, cuando en un mismo conjunto y vía de administración hay especialidades con diferentes presentaciones de tamaños y/o dosis, he seleccionado la de PR más alto, no obstante, la planaridad de los PR en el periodo afecta a todos.

Resultado de la Ley 16/2012: medicamentos genéricos a precio de marcas, no marcas a precio de genéricos

¿Genéricos, para que? es legítimo que nos preguntemos. Si a cualquier laboratorio con su medicamento patentado por el que consiguió un precio de financiación desorbitado, cuando caduca su patente se le ofreciera seguir con la exclusividad del mercado bajando su precio un 40%, lo aceptaría sin pestañear, incluso aceptaría bajadas mayores porque su coste real es muy inferior al que consiguió gracias al monopolio de la patente, porque tiene amortizados la mayoría de sus costes y porque es el dueño del 100% del mercado en ese momento. Entonces, ¿para qué necesita el SNS medicamentos genéricos a ese precio? además montando un complejo y carísimo SPR que desde 2012 le sirve de muy poco y a los ciudadanos menos aún

El sentido y el objetivo de los medicamentos genéricos es para bajar, tanto como se pueda, los elevadísimos precios que, por imposición de las patentes, soportan el SNS y los bolsillos de los ciudadanos, no para convertirlos por ley en un muro de contención que emite “fatuas” contra quienes bajan los precios. Y luego se quejan de lo que llaman baja penetración de los medicamentos genéricos, como si eso fuera un objetivo en sí mismo. Hay que dejárselo muy claro: a los ciudadanos nos importa “un bledo” que el porcentaje de genéricos sea de un 90% o de un 10%, lo único que nos importa es que sirvan para lo que nacieron, para bajar los precios de extorsión de los medicamentos con patente y que nuestros bolsillos se beneficien de ello, no para que se los baje la CIMP y tras entrar en el SPR se anclen de por vida, año tras año en ese PR, como han hecho desde 2014 y se muestra en la figura 16.

Figura 16: anclaje de los medicamentos genéricos en su PR desde 2014. Para facilitar la visualización del EEG plano, se muestran sólo los de PR<100€

Fuente: Ordenes de precios de referencia del periodo 2014 a 2025 (16-27). Elaboración propia

Porque hasta esa fecha, el SPR fue un importante motor facilitador de bajadas de los medicamentos genéricos, como se observa en las figuras 17 y 18.

Figura 17: Evolución del SPR de 2000 a 2011 que muestra con detalle la evolución de los PR hasta 35€

Fuente: Ordenes de precios de referencia del periodo 2000 a 2011  (5-15). Elaboración propia

Figura 18: Evolución del SPR de 2000 a 2011 que muestra con detalle la evolución de los PR hasta 200€

Fuente: Ordenes de precios de referencia del periodo 2000 a 2011 (5-15). Elaboración propia

Y para ver lo que pasó con estos PR partir de 2014 (en 2012 y 2013 no se publicaron órdenes de PR) las figuras 19 y 20 muestran su evolución y el EEG plano en el que entraron, también estos PA, con alguna mínima excepción como es la atorvastatina que tuvo una bajada más y el donepezilo en 2024. La figura 19, muestra el EEG plano de manera contraída en el periodo 2015 a 2024 para resaltar el vigor del SPR hasta 2012 y en la figura 20 se muestra completo, año a año desde 2014 para destacar la muerte cerebral que tiene desde entonces.

Figura 19: Evolución del SPR entre 2000 y 2025 de los PA cuyo PR es anterior a la modificación de la Ley de 2012, su gran vigor hasta 2011 y su EEG plano después

Fuente: Ordenes de precios de referencia del periodo 2000 a 2025 (5-27). Elaboración propia

Figura 20: Evolución del SPR y su muerte cerebral con EEG plano año a año desde 2014 a 2025

Fuente: Ordenes de precios de referencia del periodo 2000 a 2025 (5-27). Elaboración propia

Del análisis del SPR y su funcionamiento desde sus orígenes hasta hoy, si algo se puede concluir es que bajar los precios con el SPR es posible, porque durante muchos años los precios bajaron significativamente. Y que si ya no lo hacen es, por el cambio que introdujo la Ley de 2012 que parece un traje a medida para las multinacionales de medicamentos con patente, que fosiliza los PR después de la aprobación de su PR inicial. El posterior funcionamiento del SPR y la inexistente competencia que debería generar no consigue ni un euro más de ahorro.

Desvelando los sobreprecios de los medicamentos genéricos en el SPR

Si el precio de los medicamentos genéricos reflejase sólo lo que cuesta produciros y un margen razonable de beneficio empresarial, conocer sus sobreprecios sería sencillo, de hecho, en países como India los medicamentos genéricos son muy baratos porque sus costes de producción también lo son. Pero en España no se les pone precio por lo que cuestan, sino por un porcentaje de reducción, hoy del 40%, del precio de monopolio que imponen las multinacionales farmacéuticas a sus nuevos medicamentos, de tal manera que cuanto más obscenamente caro es el precio de monopolio de la marca, más obscenamente caros son los genéricos cuando caduca su patente. Y sin conocer los costes ni de uno ni de los otros, el sobrepecio real de los medicamentos genéricos que financiamos nos permanece oculto, y como consecuencia, no podemos saber hasta donde deberían bajar razonablemente su precio de financiación, que es lo que se pretende con el SPR: pagar por lo que cuestan, no por lo que nos quieran pedir, que es como estamos financiando los medicamentos con patente y desde que el SPR entró en muerte cerebral, también los nuevos genéricos.

Si el SPR funcionase correctamente podríamos estimarlos y conocer sus sobreprecios comparando el precio más alto que tuvo el medicamento con patente antes de que le fuese de aplicación el SPR, con su PR actual. Se puede conocer así el porcentaje de reducción de PVP que ha tenido y por él, el sobreprecio que tenía la marca, es decir cuantas veces más caro que el precio actual era ese medicamento cuando estaba protegido por su patente. Pero nuestro SPR hace muchos años que no funciona.

Pero si lo hacemos con los primeros medicamentos que entraron en el SPR, cuando como hemos visto, la competencia redujo notablemente sus precios, podemos estimar esos sobreprecios y conocer cuanto inflan las multinacionales farmacéuticas los precios, como mínimo, cuando imponen sus precios a los medicamentos con patente. Y, en consecuencia, podemos saber cuanto se pueden desinflar con los genéricos y con el SPR funcionando correctamente y podemos desvelar los sobreprecios que tienen en la actualidad los genéricos financiados desde que el SPR tiene el EEG plano.

Veámoslo con el ejemplo de la simvastatina: Zocor 20mg 28 cápsulas costó 39,32€/envase antes de 2003, año en el que entró en el SPR. La aplicación de los criterios de la Ley de 2003 y la gran competencia de precios entre laboratorios que existió en el SPR hasta la Ley de 2012 consiguieron que el precio se redujera un 96% hasta los 1,58€ que tiene hoy. O lo que es lo mismo, antes de 2003 su precio era 25 veces más alto que hoy y, para quien crea que esa bajada ha supuesto algún problema, baste saber que seguimos teniendo disponibles 62 medicamentos con simvastatina financiados. Por este dato y porque Losec (omeprazol) ha tenido una bajada aún mayor, ya sabemos que un medicamento con patente puede tener medicamentos genéricos con un precio 31 veces menor y seguir siendo rentables para muchos laboratorios que los siguen comercializado sin ningún problema.

Y si esa comparación la hacemos en euros constantes desde 1991, año que se financió Zocor en el SNS, teniendo en cuenta que 1Є de 1991 equivale a 2,55Є de hoy, los 39,32€ que costaba Zocor entonces equivalen a 100,56€ de hoy, por lo que su sobreprecio real era, como mínimo de 63 veces. Esto nos desvela que hoy, los genéricos de simvastatina, tienen un precio real que es 63 veces más bajo que el que impuso en España la multinacional MSD, dueña de la patente.

Sabiendo que las prácticas de imposición de precios de las multinacionales apenas difieren y que los precios que imponen a los nuevos medicamentos con patente se dispararon a partir de 1995 con la entrada en vigor del acuerdo de los ADPIC y la extensión de su monopolio a nivel mundial, podemos estar razonablemente seguros de que todos los medicamentos con patente financiados desde entonces hasta hoy, tienen un sobreprecio real como mínimo, 63 veces mayor que el precio de financiación que nos imponen. Conseguir esa reducción, cuando las marcas pierden la patente, debería de ser el objetivo irrenunciable del SPR y de las autorizaciones de precios de la CIMP a los medicamentos genéricos.

De la misma manera que con simvastatina, podemos conocer, de todos los medicamentos sometidos a PR, su sobreprecio nominal y su sobreprecio real, es decir cuantas veces más alto que su PR actual era el precio que tenían antes de entrar al SPR. Con ello también sabemos la potencia nominal y potencia real que han tenido sus bajadas de precio, que se muestran en las figuras 20 y 21, así como el recorrido de bajada de precio que aún podrían tener. Para su obtención he seleccionado, de cada Conjunto de referencia activo en 2025, la presentación del medicamento con patente que ha tenido la mayor bajada en el PR (en %) y con cada uno he obtenido su sobreprecio nominal y real y la potencia nominal y real de su bajada de precio.

En la figura 20 se muestra la potencia nominal del SPR para bajar los precios de los financiados a partir de 1980, comparando 152 conjuntos creados antes de 2012 y 194 creados después. Se puede comprobar la enorme pérdida de potencia a partir de 2012, año de la Ley 16/2012 y de la “fatua” del expresidente de la AESEG,

Figura 21: Potencia nominal del SPR para bajar los PR antes y después de la Ley 16/2012

Fuente: Fuente: Órdenes de precios de referencia (5-27) y nomenclátores de prescripción y de facturación. Elaboración propia

En la figura 21 la comparación está hecha con la potencia real que ha tenido el SPR en esos dos periodos durante sus 26 años de vida: tuvo una enorme potencia para bajar el precio antes de la modificación de 2012 y tiene un paupérrimo efecto desde entonces.

Figura 22: Potencia real del SPR para bajar los PR antes y después de la Ley 16/2012

Fuente: Fuente: Órdenes de precios de referencia (5-27) y nomenclátores de prescripción y de facturación. Elaboración propia

El SPR en la actualidad, gigantescas bolsas de beneficios y un espejismo de lo que fue

Como hemos visto, desde 2012 los precios de los nuevos medicamentos genéricos que salen al mercado, por pérdidas de patente, y los PR que les asigna el actual SPR tienen unos sobreprecios muy similares a los que tienen los medicamentos con patente: si se debía bajar el sobreprecio de la marca 60 veces y se baja muchísimo menos, la bolsa de beneficio que queda es gigantesca y las multinacionales dueñas de las marcas se pelean por ella con la misma contundencia con la que imponen sus precios a la administración, por lo que la única solución real para que los genéricos crezcan y el SNS se beneficie, es desinflar esa bolsa y bajar los precios de los medicamentos genéricos a precios de medicamentos genéricos, como tienen simvastatina, omeprazol, fluoxetina, amlodipino, enalapril, tamsulosina, losartan, lovastatina, ciprofloxacino, captopril o deflazacort; y no como los que regala la CIMP y el actual SPR a rabeprazol o rosuvastatina.

Porque la industria farmacéutica con la inoperancia del Ministerio, la pasividad de la CIMP y la inestimable ayuda de su coro de loros nos muestra una visión del SPR que no es real, nos siguen haciendo ver un espejismo de lo que fue. Pero la realidad hoy es muy diferente, dista en más de 60 órdenes de magnitud la potencia que tuvo para bajar los PR de la que tiene hoy: es la diferencia que hay entre el omeprazol, en PR desde 2000, con una potencia real de 68 y el rabeprazol, en PR desde 2014 con una potencia real de 4; o entre simvastatina, en PR desde 2003, con una potencia real de 63 y la rosuvastatina, en PR desde 2018 con una potencia real de 3, como se muestra en la tabla 8.

Tabla 8: Comparación de la magnitud de la potencia real de las bajadas de precio por el SPR de omeprazol, rabeprazol, simvastatina y rosuvastatina

Fuente: Órdenes de precios de referencia y nomenclátores de prescripción y de facturación. Elaboración propia

Porque cuando el SPR desinfla esa ingente bolsa de beneficios, el dominio de los genéricos es aplastante y las marcas dueñas de las patentes huyen y desaparecen del mercado. Pero cuando la bolsa de beneficios se mantiene casi intacta, la penetración de los genéricos se produce con cuentagotas, como muestra la Tabla 9 con los 4 PA anteriores.

Tabla 9: Penetración de genéricos de omeprazol, rabeprazol, simvastatina y rosuvastatina en el primer semestre de 2024

Fuente: Memoria del Anteproyecto de Ley de los medicamentos y productos sanitarios y Nomenclátor de Facturación (3,34}. Elaboración propia

Los principales filones y yacimientos de beneficios de los medicamentos con PR

Mientras la financiación del SNS se sigue desangrando por un SPR inutilizado en 2012, los laboratorios de genéricos nos quieren hacer creer que trabajan para él, que tienen interés en que bajen los precios. Pero no, una vez fulminada la competencia en el SPR, ni la industria de marcas, ni la de genéricos que controla la AESEG tras la “fatua”, tienen el menor interés en que el SPR funcione bien y los precios bajen. Para ellos es más rentable una entente para mantener las elevadas bolsas de beneficio de sus filones, aun a costa de una menor penetración de genéricos, que consumos más elevados de genéricos y bolsas de beneficios desinfladas; y mucho menos bajarlos en los Conjuntos de Referencia que ya tienen completamente dominados. En este escenario al que nos han llevado, los precios de los genéricos sólo bajarán a garrotazos legislativos.

Lo vemos en la Tabla 10 que muestra los 10 filones y yacimientos de beneficios de los PA de mayor consumo de genéricos en el SNS a través de receta en 2024, que alimentan sus elevados PR, y cuál sería el ahorro para los ciudadanos y el SNS si se bajase el PR con la misma potencia nominal que bajó el de su PA comparador. Sólo en esos 10 PA se puede ahorrar un 70% de su gasto anual, 916 millones de euros. Y ello no llevaría a ningún problema como demuestra el elevado número de medicamentos con oferta de simvastatina y omeprazol, los dos PA con mayor potencia y del resto de comparadores, como se muestra en esta tabla.

Tabla 10: Yacimientos de beneficios de los 10 PA de mayor consumo de genéricos en el SNS en 2024

Fuente: Memoria del Anteproyecto de Ley de los medicamentos y productos sanitarios y nomenclátor de facturación (3,34,35). Elaboración propia.

Y esos 916 millones de ahorro aumentarían si el cálculo fuese con la potencia real y más aún si con todos ellos la potencia de reducción de comparación fuese 68, como la del omeprazol, que es la potencia real máxima que ha tenido hasta hoy el SPR, y que recordemos, tiene un PR de 2,42€, tiene 170 medicamentos financiados en el SNS y ningún desabastecimiento comunicado a la AGEMED en los 6 meses estudiados en este trabajo.

En la Figura 22 se aprecia visualmente el impacto de esta medida en la bolsa de beneficios de cada PA y como quedaría tras la reducción de esos 916 MM€.

Figura 23: Impacto de la reducción de 916 MM€ en la bolsa de beneficios de cada PA. El círculo grande muestra la bolsa de beneficios actual y el pequeño, como quedaria tras la reducción

Fuente: Memoria del Anteproyecto de Ley de los medicamentos y productos sanitarios y nomenclátor de facturación (3,34,35). Elaboración propia.

Para los que no aprecien bien la enorme importancia de esas cifras, lo explicaré al revés. Supongamos, como se muestra en la tabla 11, que el omeprazol o la simvastatina, por cuyas recetas en 2024, el SNS pagó un importe de 179 millones de euros, hubiesen tenido la misma bajada nominal de precio que han tenido el pantoprazol y la atorvastatina o el esomeprazol y la rosuvastatina: el SNS estaría pagando anualmente un importe en torno a 1.000 millones de euros más de lo que paga, sólo con esos dos medicamentos. Y el año pasado habríamos pagado un importe similar, y el anterior y el otro y el otro. Y eso, desde 2012, son 13.000 millones de euros, sólo con esos dos PA.

Tabla 11: Incremento que tendría importe de la factura del SNS si omeprazol y simvastatina se pagasen hoy con la misma raquítica potencia reducción del PR que han tenido rosuvastatina, esomeprazol, pantoprazol y la escasa que sigue teniendo atorvastatina

Fuente: Memoria del Anteproyecto de Ley de los medicamentos y productos sanitarios y nomenclátor de facturación (3,34,35). Elaboración propia.

Y para los negacionistas o los creyentes en el mantra del” chocolate del loro” les daré otro dato: esos 13.000 MM€ (el gasto evitado con tan sólo dos medicamentos desde 2012) equivalen al gasto sanitario público anual de 7 Comunidades Autónomas en 2023 (30), como se muestra en la tabla 12, o al gasto sanitario público total del Sescam durante 3 años.

Tabla 12: Gasto sanitario público anual de las CCAA en 2023

Fuente: Estadística de Gasto Sanitario Públicio, Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social (34). Elaboración propia

Algo personal

Si sólo con 2 medicamentos hemos evitado un importe de gasto de 13.000 millones de euros desde 2012 y, con los 10 PA analizados, el SNS se podría ahorrar cada año un importe de 916 millones de euros, imaginen el ahorro que habría supuesto para el SNS si los cientos de medicamentos genéricos que no han vuelto a bajar su PR tras la aplicación de la Ley 16/ 2012 hubiesen tenido bajadas de sus PR similares a las obtenidas hasta entonces, los miles de millones de euros que nos está costando cada año la caricatura de SPR que tenemos desde 2012. Y digo imaginen porque ese estudio excede las posibilidades de este trabajo, pero si el Ministerio está interesado en conocerlo y nos lo pidiera, estamos a su disposición para hacerlo.

Por eso es tan importante reclamar un precio justo para los medicamentos, también para los medicamentos genéricos, a los que un SPR con EEG plano desde 2012 y un mando a distancia de la CIMP obsoleto, les está regalando y manteniendo año tras año unos precios elevadísimos, que en lugar de tener relación directa con lo que cuesta fabricarlos, la tienen con los precios de monopolio de los medicamentos de marca. Porque es evidente que bajar un 40% a un precio de extorsión, que la competencia puede bajar un 96%, continúa siendo un precio de extorsión. Pero tienen muchos más yacimientos que los de los 10 filones que he mostrado y analizado, su relación se muestra en los dos Anexos de este trabajo, diferenciando los PA los incluidos en el SPR antes (Anexo 1) y después (Anexo 2) de la Ley 16/2012.

Quiero finalizar este artículo, ahora que el Ministerio de Sanidad pretende modificar el actual SPR y parece estar entablando nuevas claudicaciones con AESEG y Farmaindustria, que querrán certificar su muerte cerebral, recordando a Joan Manuel Serrat y su canción “algo personal” cuando nos dice:

Entre esos tipos y yo hay algo personal

Los sicarios no pierden ocasión

de declarar públicamente su empeño

en propiciar un diálogo de franca distensión

que les permita hallar un marco previo

que garantice unas premisas mínimas

que faciliten crear los resortes

que impulsen un punto de partida sólido y capaz

de este a oeste y de sur a norte

donde establecer las bases de un tratado de amistad

que contribuya a poner los cimientos

de una plataforma donde edificar

un hermoso futuro de amor y paz.        

Joan Manuel Serrat

ANEXO 1: Medicamentos financiados desde 1980 e incorporados al SPR antes de 2012. Se muestra el detalle de todos los conjuntos homogéneos con los que se ha elaborado este trabajo, su código del Conjunto en 2025, su PA y vía, su PR actual, año de entrada en el SPR, N° de medicamentos financiados actualmente con ese PA, nombre comercial del medicamento con mayor % de reducción de precio del conjunto y su PVP antes entrar al SPR, la potencia nominal del SPR con su PR, su fecha de financiación, el valor de conversión a € constantes desde la fecha de financiación y el cálculo de su precio y potencia reales en valores de 2025.

Anexo 2: Medicamentos financiados desde 1980 e incorporados al SPR después de 2012. Se muestra el detalle de todos los conjuntos homogéneos con los que se ha elaborado este trabajo, su código del Conjunto en 2025, su PA y vía, su PR actual, año de entrada en el SPR, N° de medicamentos financiados actualmente con ese PA, nombre comercial del medicamento con mayor % de reducción de precio del conjunto y su PVP antes entrar al SPR, la potencia nominal del SPR con su PR, su fecha de financiación, el valor de conversión a € constantes desde la fecha de financiación y el cálculo de su precio y potencia reales en valores de 2025.

Bibliografía

Francesc Puigventós, Colegio de Médicos de Toledo, Confederación Salud Mental España, Sara Plaza y Salud y Fármacos, premiados de la Asociación por un Acceso Justo al Medicamento

  • Reconocimiento especial a Roberto Santiago

AAJM.

ORIGINAL. Revista nº 43 Noviembre-Diciembre 2025

El 15 de noviembre de 2025, el ayuntamiento de Noblejas acogió, una vez más, la entrega de la III edición de los Premios de la Asociación por un Acceso Justo al Medicamento (AAJM) que este año ha otorgado al especialista en farmacia hospitalaria Francesc Puigventós, al Colegio Oficial de Médicos de Toledo, a la Confederación Salud Mental España, a la periodista Sara Plaza Casares y a la organización internacional Salud y Fármacos.

El escritor y director de cine Roberto Santiago recibió un Reconocimiento Especial, por su labor de difusión de las prácticas y abusos de la industria farmacéutica que ha descrito en su libro “La rebelión de los buenos”.

Los Premios AAJM 2025, que este año celebran su III edición coincidiendo con el octavo aniversario de la asociación, reconocen la labor de profesionales, instituciones, organizaciones y medios de comunicación que han destacado por su labor en defensa de la asistencia sanitaria de cobertura universal, del acceso justo a medicamentos y vacunas para todo el mundo y en la denuncia del uso abusivo de las leyes de propiedad intelectual que impiden el acceso a los medicamentos necesarios.

El acto de entrega se ha celebrado, al igual que en anteriores ediciones, en el salón de actos del Ayuntamiento de Noblejas y ha estado presidido por Soledad Cabezón y el alcalde de Noblejas, Agustín González, con la participación también de Fernando Lamata y Juan José Rodríguez Sandín, presidente de honor y ex presidente de la AAJM, respectivamente.

Como anfitrión de los premios, Agustín Jiménez, expreso el “honor que para este pueblo y para la corporación municipal que presido” supone acoger estos premios y reiteró el apoyo a la AAJM por “algo que compartimos profundamente: que el medicamento es un derecho humano, no un bien de consumo. Que nadie debe quedar excluido por no poder pagar. Que la salud no puede depender del mercado ni de la especulación y que las enfermedades no distinguen entre ricos y pobres; y por eso, los medicamentos tampoco deben hacerlo”. Y “esa misión -dijo- supone una defensa clara y valiente de nuestro Sistema Nacional de Salud”, que “afronta retos enormes y como patrimonio colectivo, defenderlo es casi una obligación moral”. 

Soledad Cabezón, presidenta de la AAJM, afirmó que, desde la asociación, “defendemos el acceso Justo a los medicamentos para toda la ciudadanía porque defendemos un derecho universal de acceso a la salud, un derecho que no puede ser negociable”. Tras señalar que «no corren buenos tiempos ante el simplismo especulador de que todo tiene un precio y un enriquecimiento lícito, aunque sea a vista de la salud de otros”, dijo que “reconocer la labor de las personas que contribuyen en la defensa del acceso a los medicamentos para toda la ciudadanía es visibilizar ese compromiso colectivo de la defensa de una sanidad pública de calidad”.

Fernando Lamata, presidente de honor de la AAJM, expuso que, actualmente, 2.500 millones de personas en el mundo siguen sin tener acceso al medicamento necesario y, cada año, 10 millones de personas mueren por no poder pagar el medicamento que les habría salvado la vida. Tras preguntarse si es posible una salida para este tremendo problema, se mostró confiado en poder cambiar la situación gracias a “gente pequeña, como nosotros, en lugares pequeños, como Noblejas, haciendo cosas pequeñas, como la entrega de los premios de la Asociación por un Acceso Justo al Medicamento”.

Juan José Rodríguez Sendín, ex presidente de la AAJM, destacó en su intervención la importancia de la Atención Primaria, del médico de familia, a la hora de prescribir los medicamentos necesarios y señalo como problemas para una atención de calidad la “falta de médicos estables, que dificulta crear confianza”, y las listas de espera, que “retrasan el diagnóstico y a veces llevan a recetar o hacer pruebas que no hacen falta”. Para Rodríguez Sandín “un acceso justo al medicamento es cuidar de las personas, no solo con lo que hacemos, sino también con lo que decidimos no hacer porque tan importante como saber qué hacer, es saber cuándo no intervenir. Dejar de hacer no es rendirse, sino tener criterio, conocimiento y ética para evitar tratamientos o pruebas innecesarias”, concluyó.

Premiados AAJM 2025

  1. Personalidad destacada en el ámbito político/ sanitario Francesc Puigventós Latorre, especialista en farmacia hospitalaria en el Servicio en Son Espases (Palma) y uno de los fundadores del grupo GENESIS de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria, dedicado a la evaluación de medicamentos. Este premio es un reconocimiento a toda su labor en defensa de un acceso justo al medicamento que está perfectamente reflejada en el libro “Medicamentos: ¿Derecho humano o negocio? del que es coautor y con el que se pretende promover la estabilidad de los sistemas sanitarios públicos y el acceso de todas las personas a los medicamentos necesarios.

Francesc Puigventos expresó su emoción por recibir este premio, “mucho más valioso que cualquier premio científico o profesional”, concedido por “una asociación de la que forma parte personas tan comprometidas, críticas y de alto conocimiento como es la AAJM”.

En su intervención, lamentó que “mientras que hay una sobre medicalización general, todavía más intensa en las personas con bajos niveles económicos, en muchas ocasiones los medicamentos útiles y necesarios no llegan a las personas que los necesitan” y abogó para que el copago desaparezca de los medicamentos con receta al igual que ocurre con la medicación de dispensación hospitalaria y para que se incluyan en la financiación pública los “medicamentos que son efectivos para tratar o paliar un problema de salud”.

  1. Mejor labor de una Institución científica-sanitaria

Colegio Oficial de Médicos de Toledo, institución creada en 1900 para representación exclusiva de la profesión médica y de la actividad profesional de los Colegiados de esta provincia castellanomanchega. La AAJM destaca con este premio su defensa de la ética y de la deontología y su significativo apoyo a la labor de la asociación en la búsqueda de un acceso justo a los medicamentos para todo aquel que lo necesite.

El premio lo recogió su presidente, Raúl Calvo Rico, quien puso de manifiesto el trabajo del colegio en “la lucha para visibilizar y denunciar el problema ante la sociedad y ante las autoridades gestoras y políticas y su labor como altavoz y el respaldo institucional a asociaciones como la AAJM que trabajan por evitar esas inequidades en el acceso justo a los medicamentos”.

Raúl Calvo Rico afirmó que “las políticas de preservación de las patentes y de establecimiento de precios, muy por encima de costes de investigación desarrollo y comercialización, ponen en claro peligro la sostenibilidad de los sistemas públicos mantenidos con los impuestos de la población y generan gastos desproporcionados y la necesidad de derivar recursos que podrían dedicarse a otras políticas que generarán salud poblacional”.

Para el Colegio Oficial de Médicos de Toledo, este premio es -en palabras de su presidente- “un auténtico orgullo que pone en valor la política que sigue actualmente esta Junta y las dos anteriores de independencia de la industria farmacológica y de tecnología sanitaria, favoreciendo una formación absolutamente libre de las influencias de un sector con intereses comerciales que pueden pervertir dicha formación”. 

  1. Mejor labor de una Asociación de Pacientes

Confederación Salud Mental España, por su labor a lo largo de más de 40 años en defensa de los derechos de las personas afectadas con problemas de salud mental para que no se sobremediquen, prestando una atención social a los afectados y familiares y luchando contra el estigma y la invisibilidad que supone la salud mental. 

El premio fue recogido por su presidente, Nel A. González Zapico, quien puso en valor este reconocimiento porque “reconoce la labor que la entidad y su movimiento asociativo está realizando para transformar el modelo de atención a la salud mental hacia una perspectiva más integradora, comunitaria y multidisciplinar, lo cual incluye un tratamiento adecuado para las personas que lo necesiten, incluyendo la eliminación de la sobre medicación, tanto en los casos de ingresos involuntarios, como en la práctica clínica ordinaria”.

Tras señalar el estigma como “la principal barrera a la que se enfrentan las personas con problemas de salud mental”, una situación que “se traduce en conductas de rechazo, discriminación, menosprecio y distancia social por parte de la población general”, defendió que “las personas, sea cual sea su situación, tienen derecho a recibir la ayuda que necesitan cuando tienen un problema de salud mental “ y abogó por “trabajar por en la inclusión a todos los niveles: asistencia sanitaria, recursos sociales, inserción laboral, educación, cultura e imagen pública”.

Este reconocimiento -finalizó- que recibimos de la AAJM, “refuerza y da impulso a nuestro propósito compartido: que los derechos de las personas imperen por encima de cualquier otro interés comercial, económico o institucional”.

  1. Mejor labor de información y divulgación

Sara Plaza Casares, coordinadora de sanidad del diario digital El Salto, por sus informaciones en defensa de la transparencia, las denuncias de opacidad de los precios que la Sanidad pública paga por los medicamentos y su labor de difusión de la estrategia y prácticas engañosas de marketing de la industria farmacéutica en la venta de medicamentos.

Sara Plaza agradeció a la AAJM el premio que supone “un reconocimiento a la labor de medios independientes, que pasa desapercibida ante los grandes medios de este país, dopados de publicidad institucional y de las grandes farmacéuticas”.

“En El Salto -explicó Sara Plaza- tenemos la suerte de que no aceptamos publicidad de ninguna de las empresas del Ibex 35, ni de ninguna multinacional farmacéutica, por tanto, podemos publicar con total libertad investigaciones que aluden a la mala praxis de las grandes farmacéuticas”.

Sara Plaza aludió a “la falta de transparencia de las administraciones públicas sobre los precios de determinados medicamentos, en especial, del ministerio de Sanidad que recientemente ha visto avalada su opacidad por la Audiencia Nacional al desestimar las decisiones del Consejo de Transparencia a petición de diferentes sociedades civiles para obtener dichos datos”. Y lamentó que estos asuntos no ocupen la agenda mediática ni tampoco las demandas ciudadanas.

  1. Mejor Labor de una Organización Salud y Fármacos, organización internacional sin ánimo de lucro, por su labor de más más de 27 años de promoción, divulgación e investigación sobre el acceso y uso apropiado de los medicamentos entre la población de América Latina, a través de sus diversos boletines digitales.  Recogió el premio Nuria Homedes, directora ejecutiva de la organización y una de las impulsoras de la misma.

Nuria Homedes, Doctora en Medicina y Cirugía, Especialista en Salud Pública, Medicina Preventiva y Medicina Interna y profesora emérita de la Universidad de Texas-Austin (EE. UU), expresó su agradecimiento a la AAJM por este premio que “nos confirma que lo que estamos haciendo sirve para algo, que alguien está prestando atención a lo que publicamos y lo considera útil y es un estímulo para seguir haciéndolo”.

Nuria Homedes expuso en el acto los diversos escenarios sobre el acceso a los medicamentos en América Latina, con sistemas de salud fraccionados: un sistema de seguridad social para los empleados públicos, seguros de salud privados, y un sistema financiado con impuestos para la población general. Por lo tanto, “el acceso a los medicamentos -explicó- depende del sistema al que uno tenga acceso, y de la disponibilidad de los medicamentos en el país”.

Cuestiono que mientras en la mayoría de los países Latinoamericanos la salud está reconocida como un derecho fundamental, en EEUU “la salud no se considera un derecho sino más bien una mercancía” y el acceso a los medicamentos depende – según Nuria Homedes- de la capacidad individual/familiar/empleador de costear un buen seguro de salud”. Aseguró que “hay poblaciones con muy buen acceso, y hay otras que tienen dificultades para acceder a los medicamentos básicos que necesitan para sobrevivir, a veces tan básicos como la insulina o los antibióticos”.

Reconocimiento especial

El jurado de los III Premios AAJM ha otorgado un reconocimiento especial a Roberto Santiago, escritor y director de cine, guionista y dramaturgo, por su novela la “La rebelión de los buenos”, en la que describe de manera magistral las prácticas y abusos de la industria farmacéutica, de cómo enfrentarse a una multinacional con largos tentáculos y desafiar el poder de las farmacéuticas.

Para Roberto Santiago, que como escritor ha recibido varios premios, este reconocimiento “me llega al corazón” porque “la función de la literatura como espejo de la sociedad en la que vivimos queda aquí demostrada y que una asociación como la AAJM haya visto valores destacados en mi novela, me llena de orgullo y de confianza en que el trabajo merece la pena”.

Contó cómo surgió la idea de “La rebelión de los buenos”, a raíz de una noticia en la prensa en la que, tras una demanda contra una gran farmacéutica, esta cerró el caso con un acuerdo extrajudicial por una gran suma de dinero. “Esto en Europa -afirmó- no es una práctica tan habitual y me llamó la atención. Después empecé a investigar y descubrí que había muchos más casos”.

Creo -dijo- que “la novela negra debe tener siempre un componente de denuncia social”, eso es lo que me movió para escribir “La rebelión de los buenos” que ahora estudia llevarla al cine y a una serie de televisión.

El acto, que se celebró en el salón de actos del Ayuntamiento de Noblejas, contó con la asistencia de miembros de la junta directiva de la AAJM, de la corporación municipal y de vecinos de la localidad castellanomanchega.

Noblejas, escenario de la III edición de los Premios AAJM 2025. 


ESUMEN: 

Madrid, 15 de noviembre de 2025

El ayuntamiento de Noblejas ha vuelto aacoger la entrega de la III edición de los Premios de la Asociación por un Acceso Justo al Medicamento (AAJM) que este año ha otorgado al especialista en farmacia hospitalaria Francesc Puigventós, al Colegio Oficial de Médicos de Toledo, a la Confederación SALUD MENTAL ESPAÑA, a la periodista Sara Plaza Casares y a la organización internacional Salud y Fármacos. El escritor y director de cine Roberto Santiago recibió un Reconocimiento Especial, por su labor de difusión de las prácticas y abusos de la industria farmacéutica que ha descrito en su libro “La rebelión de los buenos”.


LEER NOTA

El farmacólogo clínico Joan-Ramon Laporte reclama una normativa sobre las relaciones de la industria con los profesionales


RESUMEN: 

Madrid, 12 de noviembre de 2025

La Asociación por un Acceso Justo al Medicamento (AAJM) da cuenta de la publicación del número 42 de su revista que, precisamente, lleva a portada las valoraciones del Profesor Joan-Ramón Laporte sobre las relaciones de la industria farmacéutica con los profesionales sanitarios y sus organizaciones


En este número se recogen tres de las ponencias que se presentaron el pasado mes de septiembre
en el Seminario de Innovación y Atención Primaria de Salud (SIAP 58), organizado por el Equipo
Cesca, en Madrid, La primera de ellas, del farmacólogo clínico Joan-Ramon Laporte, explica muy
didácticamente los mecanismos de la industria para influir en las decisiones de médicos, sociedades
científicas, sociedades médicas, instituciones públicas (y sus fundaciones), así como instituciones
privadas. Desde su punto de vista es necesaria una normativa que regule esas relaciones y, añade
que, para promover una prescripción saludable de medicamentos se hace indispensable adoptar
medidas radicales que vayan a la raíz del problema. La segunda ponencia, de Emergol Sempere,
médico de familia jubilado, nos explica, desde su experiencia vital, cómo ha sido su vida profesional
de rechazo a las relaciones con los representantes de la industria en su centro de trabajo y los
conflictos que ello le generó. La tercera, de Luz de Myotanh Vázquez, médica de familia,
coordinadora del Grup de Medicament de la SoVaMFiC, analiza las relaciones de la industria
farmacéutica con los médicos en formación e indica “cómo las mentes blancas se contaminan”.
 
El editorial, de Juan José Rodríguez Sendín, es una precisa reflexión so0bre los incentivos y el
acceso justo al medicamento, tratando de contextualizar si ¿son lícitos los incentivos en medicina?”
Concluye señalando que es una cuestión que depende de la ética, la transparencia y la
responsabilidad en la gestión de incentivos. Los originales del presente ejemplar concluyen con la
revisión de la prescripción de betabloqueantes del estudio Reboot, y la importancia de un uso juicioso
de fármacos, aportación de Soledad Cabezón, cardióloga del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla y
presidenta de la AAJM.
 
En otras fuentes, el Nº 42 de la rAJM, recoge una información de Claire Cassedy, en Knowledge
Ecology International, donde nos indica que el Tribunal Superior de Delhi ha rechazado la apelación
de Roche, allanando el camino para el risdiplam genérico, una victoria muy significativa para los
pacientes de atrofia muscular espinal (AME) que podrán acceder a un tratamiento asequible.
Asimismo, se hace eco del editorial de la revista The Lancet, Volume 406. Number 10514, en el
que donde se analiza críticamente la decisión del gobierno del Reino Unido de modificar el umbral
coste-efectividad utilizado por NICE para los medicamentos, para conseguir así un incremento de un
25 % en el pago a las empresas farmacéuticas. Otras Fuentes también destaca un texto breve y
contundente de Dean Baker, en CEPR, en el que destaca la necesidad de exponer claramente el
papel de las patentes en la quiebra de la ciencia y la exigencia de su planteamiento público.
Finalmente, se incluye un análisis de Lital Khaikin, en TruthDig, en el que bajo el titular “La codicia
es un fármaco infernal”, profundiza en la reducción del precio de lenacapavir, el fármaco para la
prevención del VIH, por parte de Gilead como una cortina de humo para ocultar el monopolio de la
medicina, y relegar a comunidades de todo el mundo a una prevención del VIH inferior.
Acceso al PDF del Nº 42 de la revista AJM, en:

https://accesojustomedicamento.org/wp-content/uploads/2025/11/R42.pdf

Incentivos y acceso justo al medicamento ¿Son lícitos los incentivos en medicina?

EDITORIAL. Revista nº 42 Octubre 2025

Juan José Rodríguez Sendín.

Expresidente de la OMC y de la AAJM.


La salud es un bien fundamental que puede verse afectado por incentivos de distintos tipos. En cada consulta médica, en cada tratamiento y cada precio de medicamento hay decisiones que no se toman de forma aislada, influyen en ellas intereses económicos, marcos normativos y prioridades políticas. Es necesario que la ciudadanía conozca esos elementos, para exigir decisiones prudentes, transparentes y centradas en la justicia dignidad de las personas. No se pretende eliminar la innovación ni el progreso, sino orientar esos procesos hacia un equilibrio más humano y equitativo que evite la corrupción en el sector sanitario.

Un incentivo es cualquier estímulo que busca elevar la producción, el rendimiento, la calidad de la atención. Necesariamente no tiene que ser económico, aunque este suele ser el más complejo de gestionar y que conlleva más riesgo de corrupción. Puede ser reconocimiento profesional, metas institucionales, o acceso a recursos. Su importancia en medicina es extraordinaria porque influyen o determinan decisiones de los profesionales sanitarios -en especial de los médicos- en la orientación diagnostica y terapéutica, en la investigación, en la priorización de recursos y en la forma en que se financian tratamientos. Él reto no es la existencia de incentivos per se, sino entender cuándo algunos incentivos pueden sesgar o corromper decisiones que afectan la salud de las personas y cómo evitar los daños que pueden producir.

El incentivo puede ser un valor instrumental medido por beneficios como curar, aliviar síntomas, reducir costos o generar ganancias. El valor económico es un ejemplo típico. Pero también el incentivo puede formar parte de un valor intrínseco, un fin en sí mismo que no puede ser cuantificados ni reducido a un precio, como la dignidad, la salud, la justicia y la solidaridad o el profesionalismo; cualquiera de ellos forma parte de incentivos ajenos al precio.

En la sociedad en la que vivimos habíamos decidido, y así constaba en la conciencia colectiva, que la salud y la dignidad de las personas, como valores intrínsecos de nivel superior, no deben ser mercancía ni estar supeditadas exclusivamente a criterios económicos. A la vez el contrato social de los médicos con la sociedad ha implicado poner los intereses del paciente y de la salud por encima de cualquier otro y del propio interés del médico. El valor intrínseco del nuevo profesionalismo médico supone en la práctica asistencial el compromiso con la competencia, la integridad, la moralidad, el altruismo y la promoción de un bien social preferente como es la salud. Este compromiso ético forma parte del contrato social implícito entre los médicos y la sociedad.  El nuevo profesionalismo viene a completar la deontología y ética profesional, no a sustituirlas, poniendo al día sus principios y normas y transmitiéndoles un impulso de mayor y una responsabilidad más activa responsabilidad ante los ciudadanos y la sociedad en su conjunto.

En la práctica, los criterios económicos deben ser tenidos en cuenta por el medico porque de ello depende que, además de evitar el despilfarro, puedan emplearse en otras necesidades o pacientes. Gestionar prudente y razonablemente estos valores implica, por ejemplo, evitar obsesionarse con una “salud total” a cualquier costo -frecuente quimera- y reconocer que la tecnología y el dinero deben servir a las personas, no al revés.

Antiguamente se habló de la medicina como una actividad sin ánimo de lucro; la idea era que su objetivo principal o directo no era el lucro, sino el cuidado de la salud y el bienestar de las personas. En la realidad actual, muchos profesionales trabajan dentro de sistemas públicos o privados y pueden estar sujetos a estructuras salariales o incentivos institucionales, donde además de los conflictos de interés lo que prevalezca sea el resultado económico. La ética profesional enmarcada por ese nuevo profesionalismo exige priorizar el bienestar del paciente por encima del interés profesional y económico, pero también la confidencialidad, la justicia y la transparencia, incluso cuando existen presiones externas o se incrementen inevitablemente los costes. En suma: se espera que, más allá de su situación laboral, el profesional gestione los valores instrumentales (calidad de la atención, eficacia, menor coste posible) para servir en primer lugar a los valores intrínsecos de la salud y la dignidad de las personas.

Gestionar los valores intrínsecos de la salud exige prudencia para buscar la mejor calidad de vida sin convertir la salud en una mercancía ni el lucro en motor principal de la atención. El derecho al cuidado de la salud no debe reducirse a un proceso global que tiene un precio único; debe entenderse y defenderse como dignidad y justicia para todas las personas sin distinción alguna, como pilar fundamental de la convivencia entre diferentes estratos sociales. El objetivo final es un sistema de salud que priorice las necesidades de las personas, asegure un acceso justo a tratamientos y respete su dignidad.

Con los compromisos mencionados aparece como elemento determinante el medicamento. Un instrumento o medio de gran interés dominado por una estructura económica muy poderosa, la industria farmacéutica que complica su mejor gestión en la practica asistencial. Algunos medicamentos son esenciales para salvar vidas y mejorar la calidad de vida de los pacientes, de ahí la importancia de garantizar su acceso universal como derecho humano incorporado al derecho del cuidado de la salud. El Acceso Justo al Medicamento podemos definirlo como el conjunto de condiciones que permiten a todas las personas sin exclusión obtener medicamentos eficaces, seguros y a un precio razonable para poder hacer efectivos sus derechos como personas. Derechos que hoy están en riesgo incluso para grandes núcleos de población en países desarrollados.

Los conflictos de interés: aparecen cuando decisiones sanitarias se ven influenciadas por intereses comerciales, políticos o institucionales. Incluso en sistemas públicos, pueden existir distorsiones si no se protege la transparencia con rendición de cuentas y supervisión adecuada. La sociedad debe exigir transparencia: conocer todos los incentivos, la financiación de las decisiones y los resultados en salud. Promover la investigación y la innovación sin que ello excluya o discrimine a quienes necesitando un medicamento no pueden pagar precios elevados.

El debate sobre incentivos en medicina no es una discusión teórica; afecta la confianza en el sistema y, sobre todo, a la salud de cada persona. Diferenciar entre valores instrumentales y intrínsecos, reconocer el papel de la ética profesional y exigir transparencia son pasos claves para avanzar hacia un Acceso Justo al Medicamento que beneficie a toda la población. La lucha por AJM es, en última instancia, es una lucha por la dignidad y la justicia en la atención sanitaria.

Los procesos de cambio imprescindibles como respuesta a las grandes transformaciones sociales que se están produciendo y que afectan las bases del Sistema Nacional de Salud y de nuestro estado de bienestar, implican comprometerse decididamente cumpliendo dos condicione fundamentales: que promuevan el bienestar, la equidad y la eficiencia como bienes sociales preferentes y hacerlo desde la restauración ética y ejemplar del gobierno público. En resumen, el AJM depende de la ética, la transparencia y la responsabilidad en la gestión de incentivos Solo así el cuidado de la salud de todos podrá ser un derecho real, por encima de intereses económicos.

Cuando la inteligencia del sistema se deja en manos de la industria.

ORIGINAL. Revista nº 42 Octubre 2025

Joan Ramon Laporte.

Farmacólogo clínico.


Ponencia presentada en el Seminario de Innovación en Atención Primaria 2025, “Medicamentos, salud y sistemas sanitarios”, celebrado en Madrid los días 23 y 24 de septiembre.

Los sistemas sanitarios públicos con cobertura universal nacidos al final de la Segunda Guerra Mundial fueron una conquista social. Conquista que generó una enorme expectativa de mercado que no tardó en hacerse realidad 2. El derecho a la atención a la salud es suplantado por el mercado de la sanidad.

Los artículos adjuntos de Luz Vázquez y Ermengol Sempere describen magníficamente el contexto y los múltiples mecanismos que usa el mercado para promover el consumo de medicamentos. El mercado se ha apropiado de la gestión del conocimiento en el sistema sanitario y ha modificado sus prioridades y su práctica, con los consiguientes efectos sobre la economía del sistema. Menos reconocidos son los efectos de la sanidad mercantilizada sobre la salud pública.

¿Una empresa de conocimientos?

Idealmente, el sistema sanitario puede ser descrito como una “empresa de conocimientos”, un lugar en el que se genera conocimiento y donde las decisiones que se toman se basan (teóricamente) en los conocimientos. En relación con la prescripción de medicamentos, hay por lo menos tres problemas.

Uno, que casi todos los datos y la información que conforman el conocimiento son producidos por la industria.

El segundo, que la información sobre la que se basa el conocimiento -con el envoltorio atractivo de un lenguaje aparentemente científico (ensayo clínico, riesgo relativo, eficacia, seguridad, evidencia, etc.)- es sesgada, a menudo fraudulenta y, en ocasiones, inventada.

El tercero, que las prioridades y formas de organización del sistema sanitario son consecuencia de la ideología dominante en un sistema capitalista, en el cual las prioridades del mercado están por encima de las de la gente, de manera que las concepciones sobre salud y enfermedad dominantes en la sociedad y en el sistema sanitario son distorsionadas y moldeadas por las prioridades del mercado. La ampliación de criterios diagnósticos de todas las patologías es una buena muestra de ello.

En relación con los fármacos, la investigación clínica sobre la que se sustenta su autorización regulatoria (ensayos clínicos y otros estudios) es tendenciosa en su concepción (orientada sobre todo al producto, más que al paciente), con sesgo sistemático de publicación, y demasiado a menudo fraudulenta o incluso inventada. La novedad comercial es presentada como una verdadera innovación terapéutica, con el mantra “seguro y eficaz”. En realidad, la “eficacia” que conduce a la autorización de un nuevo fármaco por el regulador no suele ser más que una diferencia estadísticamente significativa respecto a placebo sobre una variable de dudosa significación clínica (hemoglobina glicosilada en diabetes de tipo 2, colesterol en riesgo cardiovascular, densidad mineral ósea en relación con el riesgo de fractura, etc.). En ocasiones ni eso: cada día es más frecuente la autorización de fármacos evaluados en estudios que carecen siquiera de grupo control.

Muchos fármacos presentados como grandes avances han resultado ser fiascos. Recordemos la cinaricina y los gangliósidos en los años ochenta, la calcitonina y el tratamiento hormonal sustitutivo en los noventa, los coxibs en los 2000, la rosiglitazona y el oseltamivir en los 2010.

No se trata de excepciones. Medicamentos que son objeto del mayor número de prescripciones en la actualidad no han mostrado más que ligeras diferencias, estadísticamente significativas (casi siempre sobre una variable subrogada), pero clínicamente irrelevantes, en ensayos clínicos controlados con placebo3. Ejemplos bien conocidos son los fármacos ISRS para la depresión, las estatinas para el riesgo cardiovascular, o los bisfosfonatos, anticuerpos monoclonales y otros para la prevención de fracturas. Otros, simplemente no han mostrado superioridad sobre placebo: los analgésicos opioides son ineficaces para el dolor crónico, la gabapentina y la pregabalina no se diferencian de placebo en el dolor de espalda por supuesta radiculopatía, la quetiapina es ineficaz en el insomnio…

El consumo de medicamentos aumenta sin cesar. Los más de 1.000 millones de recetas anuales a cargo del SNS reflejan 1.000 millones de decisiones basadas en el conocimiento.

Casi un 10% de la población consume cinco o más fármacos de manera concomitante y continuada. De cada 10 ciudadanos, tres toman algún psicofármaco, tres un omeprazol, y dos un medicamento para el colesterol. Cada problema, real o no, recibe su tratamiento. La polimedicación crece de manera galopante. Entre los mayores de 70 años, la mitad toma cinco medicamentos o más. La mitad (generalmente, una mujer) recibe algún psicofármaco cada año. En esta franja de edad, una de cada cuatro personas toma un fármaco para la “depresión”, también una de cada cuatro toma un medicamento para dormir, y una de cada 10 un neuroléptico. Es frecuente el consumo simultáneo de dos o tres psicofármacos. La mayoría de estas prescripciones son clínicamente innecesarias, una buena parte son sencillamente temerarias4. La mal llamada medicina basada en pruebas invita al médico a considerar las patologías en lugar de las personas. No hay pruebas ni ensayos clínicos que hayan demostrado los efectos beneficiosos de tomar cinco o más medicamentos al día. Lo que sí se sabe es que la polimedicación aumenta el riesgo de sufrir alguna enfermedad que obligue a ir a un servicio de urgencias, de ser ingresado en un hospital o de declive funcional.

Las consecuencias son graves. Un 15 a 20% de las visitas a servicios de urgencias son atribuibles a efectos adversos de medicamentos (EAM), cuya prescripción tendría que haber sido evitada en dos terceras partes de los casos5. De los más de 5 millones de ingresos hospitalarios anuales en España, entre 500.000 y 800.000 son atribuibles a EAM. Uno de cada cinco pacientes hospitalizados sufre un EAM potencialmente grave. El número anual de muertes en hospital atribuibles a EAM es como mínimo de 16.0006. Los neurolépticos en personas mayores causan miles de muertes al año7. Cada año en España ocurren decenas de miles de casos de hemorragia grave causadas por medicamentos que a menudo el paciente no necesitaba. De los 60.000 casos anuales de fractura de fémur, 15.000 son atribuibles a medicamentos, la mayoría de ellos innecesarios o contraindicados en quienes los recibían. La lista es interminable: una proporción significativa de los casos de neumonía, cáncer, infarto de miocardio, ictus, insuficiencia cardíaca, fibrilación auricular, insuficiencia renal, diabetes, deterioro cognitivo y demencia son atribuibles a EAM. Centenares de miles de personas -quizá un millón- han sufrido alteraciones de su sexualidad causadas por fármacos. No sabemos cuántos casos de violencia, agresión y suicidio son atribuibles a los fármacos ISRS y otros8.

Demasiado a menudo el origen farmacológico de la enfermedad es desconocido por el médico, escasamente concienciado por su formación y por su empresa (el sistema sanitario) para sospecharlo, evaluarlo y corregirlo.

La gestión del conocimiento sobre los medicamentos

En España, el médico en el sistema sanitario público puede elegir entre más de 3.500 principios activos diferentes (en 18.000 presentaciones). La gran mayoría de los fármacos son fotocopias de otro comercializado anteriormente con el que compiten, de manera que se multiplica la presión promocional. Es decir, el propio sistema sanitario siembra el caos en la gestión del conocimiento, pues se hace imposible una selección bien informada del que es más adecuado para cada paciente.

La influencia del mercado lo tiñe todo: enseñanza de pregrado, formación especializada, sociedades médicas, gestores del sistema, reguladores, medios de comunicación y políticos. La gestión del conocimiento es esencial y, sin embargo, es dejada en manos de una industria que dedica a promoción comercial tres o cuatro veces lo que dedica a investigación y desarrollo.

La información sobre nuevos y viejos medicamentos que llega al médico es generada por la industria farmacéutica. Se entiende que un vendedor nunca subraye las debilidades o inconvenientes de su producto. Pero no se entiende que el sistema sanitario no lo haga, y compre humo a precio de oro.

El mercado de los medicamentos es atípico en un aspecto fundamental. El vendedor es único, pero el comprador resulta que son tres: uno -el prescriptor-, decide lo que se compra pero no consume ni paga; otro -el paciente-, consume y no paga (de manera directa) o paga poco, y un tercero -el sistema financiado con los impuestos, es decir, la ciudadanía-, ni decide ni consume, pero paga. Se trata de una situación mucho más favorable para el vendedor que la tradicional ley de la oferta y la demanda. La empresa de conocimientos “sistema sanitario” no tiene un departamento centralizado de compra de sus materias primas (entre ellas, los medicamentos); centenares de miles de profesionales son los que deciden de manera individual la adquisición de las materias primas. Ninguna empresa permitiría que quienes en ella deciden la adquisición de materias primas reciban dinero en efectivo o en especie (viajes, etc.) de los suministradores de aquella.

Estos profesionales están sometidos a un intenso bombardeo de promoción comercial. Una promoción cuyo coste alcanza en un año cifras superiores al coste de todos los anuncios en todas las cadenas de televisión convencional de todos los productos, sean automóviles, alimentos, perfumes, etc., si se contabilizan los gastos de personal. La presión promocional es tan potente y, a la vez, sutil, que muchos médicos no son conscientes de su influencia. Aunque no reciban a los representantes comerciales de los laboratorios, su influencia es un aroma anestesiante que penetra por todas partes. El lenguaje parece científico, pero deforma hasta la mentira: el concepto de “eficacia” como garantía de mejoría o curación, la exageración de factores de riesgo, la invención de enfermedades, el desdén, la minimización y la ocultación de los efectos adversos, en definitiva, la invitación a ser un médico-robot que aplica las recomendaciones de las guías de práctica clínica del mismo modo a todos los pacientes, cree que todos los problemas tienen su “solución” farmacológica y prescribe la misma dosis a una persona de 50 kg. que a una de 100.

Qué se puede hacer

Me parece oportuno y necesario debatir y proponer medidas que podrían limitar la influencia del mercado sobre la prescripción y el consumo de medicamentos, así como sus nefastas consecuencias.

En primer lugar, es necesaria una normativa sobre las relaciones con la industria de profesionales, sociedades médicas, instituciones públicas (y sus fundaciones) y privadas (jornadas, reuniones y campañas informativas de instituciones y hospitales públicos). Por ejemplo, se podrían explorar nuevas formas de contrato que excluyan explícitamente la aceptación de ingresos (en efectivo o en especie), a cambio de beneficios que estimulen la formación continuada independiente de la industria.

En segundo lugar, me parece necesario definir unos objetivos básicos. Está claro que hay que garantizar el acceso a todos los tratamientos que los pacientes necesiten. Pero cuando constatamos que el sistema sanitario es un importante generador de enfermedad, incapacidad y muerte, la prioridad en este campo debe ser promover la prescripción saludable: retirar los medicamentos ineficaces y los innecesarios para el paciente, evitar las dosis elevadas y las duraciones excesivas, ajustar los tratamientos existentes y, en general, evitar la prescripción por reflejo espinal.

Hay muchas posibilidades y oportunidades para que la prescripción de medicamentos en el SNS sea más saludable9. Para ello, hay que revisar las políticas de investigación clínica, impulsar decididamente la selección de medicamentos en el conjunto del SNS, prohibir la actividad comercial en los centros del SNS, establecer sistemas de información sobre medicamentos y terapéutica propios del SNS, que la formación continuada sea desarrollada al margen de la industria farmacéutica y sin interferencias comerciales, todo ello unido al desarrollo de una cultura de evaluación de los resultados en salud.

Investigación clínica en terapéutica

No es una buena noticia que España sea líder europeo en la realización de ensayos clínicos, como señala triunfalmente Farmaindustria10. La prioridad en investigación terapéutica no es vender pacientes/ciudadanos como mercancía a empresas que desarrollan fármacos que raramente son verdaderas innovaciones. Los ensayos clínicos -un paso imprescindible en la evaluación de intervenciones terapéuticas- se realizan en poblaciones seleccionadas, son de corta duración y generalmente controlados con placebo, evalúan dosis excesivamente altas, y carecen de poder estadístico para identificar efectos adversos; no orientan sobre la terapéutica. Además, son objeto de publicación selectiva, manipulación, fraude e incluso pura invención. Los ensayos clínicos no producen “evidencias”, son solo hipótesis en el mejor de los casos.

La prioridad de la investigación promovida por el sistema sanitario debe ser comprobar la efectividad y la seguridad de los nuevos fármacos ofrecidos por las compañías en la práctica clínica real, en comparación con otros tratamientos disponibles, con especial atención al efecto de la dosis, con evaluación de efectos a largo plazo. Más que la salud del medicamento debe evaluar cómo los pacientes se sienten, funcionan y sobreviven. Esta es una responsabilidad del sistema sanitario, especialmente urgente con los fármacos oncológicos y para enfermedades minoritarias, aunque también necesaria cuando un nuevo fármaco puede parecer mejor que los anteriormente disponibles.

Selección de los medicamentos

Nunca se ha demostrado que disponer de un número ilimitado de medicamentos mejore la salud de la población. Al contrario, los medicamentos no esenciales11 causan confusión a todos los niveles de la cadena del medicamento (regulación, financiación, prescripción, dispensación y consumo). La selección de medicamentos no es un ejercicio de austeridad, sino de inteligencia clínica e institucional. Permite concentrar el conocimiento en lo realmente importante. La Guía Terapéutica para Atención Primaria de semFYC, por ejemplo, aborda más de 400 problemas de salud en atención primaria, para los que propone varias alternativas, aunque en total no cita más de unos 400 fármacos diferentes. Si se excluyeran los medicamentos superfluos de la financiación, se reduciría en gran medida la presión comercial.

Información relevante y orientada a la prescripción saludable

La Ley del Medicamento12 prevé en su artículo 77 (“Garantías de las administraciones públicas”) que “las administraciones públicas competentes en los órdenes sanitario y educativo dirigirán sus actuaciones a instrumentar un sistema ágil, eficaz e independiente que asegure a los profesionales sanitarios información científica actualizada y objetiva de los medicamentos y productos sanitarios”, y, entre otros, que “promoverán la publicación de guías farmacológicas y/o farmacoterapéuticas para uso de los profesionales sanitarios”. El incumplimiento de este precepto por las instituciones del estado es clamoroso.

Médicos prescriptores y pacientes deben recibir información sobre medicamentos que sea fiable, relevante y orientada a promover la prescripción saludable. Que no rehúya las comparaciones entre alternativas similares (algo que no hace ni la industria ni el regulador, por ejemplo, en la ficha técnica). Es conveniente que en ella intervengan investigadores experimentados que sean capaces de identificar los trucos que se usan para dorar la píldora. Debe estar adecuadamente insertada en los sistemas de prescripción electrónica.

FMC independiente de la industria

Para los profesionales la formación continuada es necesaria, y es una obligación ética. Pero su empresa, es decir, el sistema sanitario, no la garantiza. Además, la deja en manos de un proveedor de una materia prima esencial para su actividad, algo que no haría ninguna empresa privada. ¿Qué pensaríamos si el Estado encargara la educación de la población sobre el consumo de bebidas alcohólicas a un fabricante de licores? En 2020, el Congreso de Diputados aprobó el plan de la Comisión para la Reconstrucción Social y Económica, que incluye esta propuesta: “Tomar medidas para la financiación pública de la formación continuada de los profesionales sanitarios a cargo de las administraciones públicas”, y prohibir la “financiación de estas actividades, directa o indirectamente, por la industria”. Hasta donde sé, nada ha cambiado en estos cinco años.

La FMC debe ser protagonizada por los profesionales del sistema, debería estar basada en los problemas más que en los fármacos, y debería estar ligada a la investigación sobre resultados.

Para preparar esta mesa redonda, Ermengol Sempere me envió una cita de Byung-Chul Han en su libro El espíritu de la esperanza13 y su bella referencia a Albert Camus:

“De la desesperación más profunda nace también la esperanza más íntima. La esperanza nos lanza hacia lo desconocido, nos pone camino de lo nuevo, de lo que jamás ha existido.” …

«Un presente que no sueña tampoco genera nada nuevo. Si no hay futuro, es imposible apasionarse. Sin horizonte de sentido es imposible actuar. La felicidad, la libertad, la sabiduría, la caridad, la amistad, la humanidad o la solidaridad, que Camus no se cansa de invocar, constituyen un horizonte de sentido que brinda un significado y da orientación a la acción.»

Investigación, selección, información y formación continuada son cuatro áreas que me parecen fundamentales si queremos dar vida a la esperanza. Estoy seguro de que debe haber más. Para promover la prescripción saludable de medicamentos es necesaria la acción -profesional, institucional, política, legislativa-, y se hace imprescindible ensayar medidas radicales (es decir, que vayan a la raíz).

Referencias

  1. El título de este artículo parte de una frase de Fernando Lamata: “…cuando la inteligencia del sistema (formación de los profesionales, líneas de investigación, formación de los directivos, guías clínicas, sistemas de información) se deja en manos de la industria, con el dinero que todos pagamos, se produce una distorsión en las prioridades que dejan de ser las de los pacientes y la ciudadanía, para serlas de los accionistas”.
  •  No es casualidad que hablemos de sistema sanitario, en lugar de servicio sanitario. El servicio se dirige a las poblaciones, mientras que el sistema alude al conjunto de las instituciones propiamente públicas, semipúblicas y semiprivadas, proveedoras de servicios o de productos, organizaciones, empresas.
  • Ensayos clínicos diseñados, ejecutados, analizados, interpretados y publicados por la compañía titular de la patente, cuyos datos completos no han sido exigidos por el regulador y no están disponibles para su revisión pública.
  • Por ejemplo, el conjunto de 13 estudios publicados entre 2014 y 2022 sobre 7.000 personas que vivían en 140 residencias en España mostró que la gran mayoría de los medicamentos que consumían eran inadecuados (inútiles, demasiado peligrosos o contraindicados). Díaz Planelles I, Navarro-Tapia E, García-Algar Ó, Andreu-Fernández, V. Prevalence of potentially inappropriate prescriptions acordingto the new STOPP/START criteria in nursing homes: systematic review. Healthcare. 2023;11:422. https://doi.org/10.3390/healthcare11030422
  • A título de comparación, de 422.000 muertes ocurridas en España en 2019, 111.000 fueron por tumores, 34.000 por infarto de miocardio, 28.000 por ictus, 17.000 por bronquitis crónica y 16.000 por enfermedad de Alzheimer.
  • Solo en Cataluña, habría más de 1.000 casos de muerte súbita por arritmia cardíaca atribuibles a estos fármacos, que son prescritos mayoritariamente a personas de edad avanzada.
  • Lo cuento con detalle en Crónica de una sociedad intoxicada (Península, 2024).
  • Según la OMS, los medicamentos esenciales son “los que satisfacen las necesidades sanitarias prioritarias de la población y que, en un sistema de salud que funcione correctamente, deben estar disponibles en todo momento, en la forma farmacéutica adecuada, con garantía de calidad y a preciós que los particulares y la comunidad puedan asumir.
  • Real Decreto Legislativo 1/2015, de 24 de julio, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley de garantías y uso racional de los medicamentos y productos sanitarios. Referencia BOE-A-2015-8343, https://www.boe.es/eli/es/rdlg/2015/07/24/1/con
  1. Meier F, Maas R, Sonst A, Patapovas A, et al. Adverse drug events in patientsadmitted to an emergency department: an analysis of direct costs. Pharmacoepidemiol Drug Saf 2015;24:176-86. 
  1. Prescripción saludable de medicamentos. Butlletí Groc 2011;24(2,3):5-12. https://ddd.uab.cat/pub/butgroc/butgrocSPA/butgroc_a2011m4-9v24n2-3iSPA.pdf. La colección completa de Butlletí Groc puede ser consultada en: https://ddd.uab.cat/record/86197
  1. Farmaindustria. Memoria 2024. https://www.farmaindustria.es/web/wp-content/uploads/sites/2/2025/04/Farmaindustria-Memoria-2024.pdf
  1. Han B-C. El espíritu de la esperanza. Herder Editorial, 2024.

Un intento de vida al margen de la industria. Relato de un médico de familia

ORIGINAL. Revista nº 42 Octubre 2025

Ermengol Sempere Verdú.

Médico de familia jubilado. Valencia.

Ponencia presentada en el Seminario de Innovación en Atención Primaria 2025, “Medicamentos, salud y sistemas sanitarios”, celebrado en Madrid los días 23 y 24 de septiembre.

“During training, I was told, when you’re out to

dinner with a doctor, “The physician is eating

with a friend. You are eating with a client.”

“The essence of

pharmaceutical gifting…is ‘bribes that

aren’t considered bribes”

—Shahram Ahari (antiguo visitador), Plos Med 2007

En esta ponencia pretendo que la exposición de mi trayectoria personal suscite la reflexión sobre las dificultades con las que un médico, de familia en mi caso, se va a encontrar a lo largo de su carrera profesional cuando decide evitar la relación con la industria (sobre todo la farmacéutica), pero también sobre las satisfacciones y compensaciones por trazarse una ruta que, desafortunadamente, sigue siendo minoritaria. De hecho, en un reciente estudio llevado a cabo en Francia el 88% de los médicos de familia declaraba haber aceptado algún tipo de regalos de la industria farmacéutica (IF) en un período relativamente corto1.

Es decir, que, al margen de otras consecuencias, se trata de una elección difícil que conlleva inevitablemente un cierto grado de ostracismo al ser considerada por una gran parte de nuestros colegas de profesión un indicativo de personalidad excéntrica o de rigidez mental, ya que “lo normal” es atender a la industria y recibir sus regalos, porque se considera consustancial a nuestra condición de médicos, y además es algo “legal”. Por otra parte, esta elección obliga a ser muy activo en la búsqueda de información clínica sobre novedades de todo tipo, tanto sobre medicamentos como sobre la práctica clínica en general. A partir de ese momento ya no se va a confiar en que la información llegue a uno mismo de forma pasiva, sino que se debe buscar de forma activa, uno se debe marcar su agenda formativa, que debe ser costeada de su propio bolsillo, y aprovechando también la oferta institucional. Por último, obliga a reconsiderar el valor que se le atribuye a las reuniones científicas o simplemente formativas con los colegas, que en gran parte suelen estar mediadas o facilitadas por la industria2.

A pesar de todos los inconvenientes, las ventajas de esta decisión son evidentes: a) en primer lugar resuelve la cuestión ética de si recibir regalos y prebendas, por parte de las empresas fabricantes de medicamentos que nosotros mimos recetamos (pero que no pagamos ni consumimos), es o no una forma de soborno o corrupción, incluso aunque se traten de “transferencias de valor” permitidas por la legislación vigente, b) se gana tiempo durante la jornada laboral que se puede dedicar a los pacientes o a nuestra formación continuada, porque no se debe olvidar que la interacción con los visitadores puede llegar a suponer como mínimo unos 20-30 minutos diarios, y c) tal como ha sido demostrado en múltiples estudios, se sabe que evitar el contacto con la industria mejora la calidad de nuestro perfil prescriptor, reduce los riesgos a los que exponemos a nuestros pacientes, y además disminuye los costes de la prescripción, contribuyendo de esta forma a mantener la sostenibilidad del sistema público de salud1,3,4.

En cuanto a la calidad de la prescripción, son de particular interés los estudios que combinan los datos del gasto de la IF en la visita médica o las transferencias de valor a los sanitarios, procedentes de las bases de datos de transparencia (caso de los Estados Unidos de América (EUA) EUA o de Francia), con los datos de prescripción (médico a médico o territorio a territorio) y la calidad de la prescripción o incluso con datos de mortalidad1,4. En uno de estos estudios, realizado en los EUA, en el que se investigó el gasto en publicidad de opioides de prescripción realizado a través de la visita médica, se pudo constatar una relación directa entre el esfuerzo publicitario con la mortalidad total por sobredosis de opioides de prescripción, relación que se mantenía también con el número de visitas realizados a los sanitarios. Es decir que, en ocasiones, la visita médica “per se”, con o sin transferencias de valor, puede tener un gran impacto negativo en la salud pública4.

No me considero ninguna figura relevante dentro del mundo de la farmacología ni de la gestión sanitaria, sino sobre todo un médico clínico “común” que he tenido un especial interés por la docencia, la investigación y el mundo de los medicamentos, y que además durante algún período de mi vida profesional he asumido la responsabilidad de la coordinación de una zona de salud, en general de gran tamaño y complejidad.

En todas estas facetas mi decisión y mi trayectoria ha ocasionado conflictos y tensiones que en ocasiones han tenido un elevado coste personal, en otras simplemente me han servido para reafirmarme.

Sobre la visita médica5,6

Mi relación con la visita médica hasta el último año de mi etapa de residente fue la habitual de la mayoría de los médicos: la presencia del visitador en los centros sanitarios era un elemento más del paisaje médico. Nada me había alertado sobre que esa figura pudiera tener ningún efecto pernicioso, ni siquiera en la facultad de medicina, sino al contrario, parecía que era totalmente indispensable para estar al día sobre las novedades en medicamentos. Además, en el ambiente hospitalario era incluso considerado un reconocimiento el ser distinguido por sus regalos y atenciones.

Mi tutor en el centro de salud fue el primero en darme a entender la necesidad de evitar la relación con la IF, ya que, para él, esa relación implicaba casi de forma inevitable cierto grado de corrupción, tras lo cual fue muy fácil convencerme que debía procurarme la autoformación, al igual que lo hacían otros profesionales no sanitarios. A través de él conocí la organización Nofreelunch, y pronto intuí qué iba a suponer nadar a contracorriente.

No obstante, durante mis primeros años de ejercicio profesional mantuve una actitud ambivalente, al considerar que se podría atender a los visitadores sin recibir ningún regalo de ellos, pero con el paso de los años me di cuenta de que era imposible, que una cosa llevaba a la otra, y que la vista médica conllevaba inevitablemente la aceptación de sus regalos, como incluso fue en mi caso durante esos primeros años. Era muy fácil caer en la trampa, quedar atrapado en su tupida telaraña5. En consecuencia, a partir de los cuarenta tome la decisión de no volver a visitarlos y así ha sido hasta ahora.

Finalmente comprendí que los regalos de los visitadores no son exactamente bienes económicos sino “dones” que se ofrecen por la condición de médico, tal como Ricard Meneu se ha encargado acertadamente de clarificar, con los cuales más que un beneficio económico se contrae una deuda que conlleva la reciprocidad, que en nuestro caso comporta la promesa tácita de la disposición a seguir atendiéndoles y por tanto a seguir siendo objeto de sus estrategias publicitarias6.

La visita médica grupal

El intento de regular la visita médica con la realización de visitas grupales supuso también un nuevo foco de tensión y en mi caso un fracaso. El pasar de la visita individual a la visita colectiva una vez a la semana (es decir, los médicos se encuentran todos reunidos en una sala mientras los visitadores van pasando uno cada 5-10 minutos para informar de sus productos) fue un intento de la Conselleria de Sanitat Valenciana, allá por los años noventa, de reducir la dependencia de la industria y evitar determinadas corruptelas individuales. En aquella época, como coordinador de una zona de salud, me tocó velar porque se cumpliera la nueva normativa, que sin embargo fue rechazada y boicoteada por la mayoría de los médicos y por supuesto también por los visitadores que se sintieron amenazados laboralmente e incluso algunos ofendidos. Además, provocó que yo mismo me sintiera obligado a asistir a estas reuniones no deseadas.

Apenas hubo coordinadores que trataron de aplicar esta modalidad de visita y la propia administración se abstuvo de velar por su cumplimiento, así que finalmente decidí suspender la visita grupal.

Conflictos con los residentes

Desde mi primer año de adjunto he tenido residentes a mi cargo, y puedo decir que su actitud ha sido variable respecto a las relaciones con la IF. Algunos residentes han asumido la necesidad de la independencia y han optado por evitar todo contacto, mientras que otros probablemente se han sentido perjudicados por haber sufrido “el estigma” de ser residentes míos y haberse visto privados de las prebendas que otros residentes obtenían por formarse con otros tutores “más flexibles”. Algunos consideraron que el estar conmigo les impedía asistir a congresos, realizar estudios y presentar comunicaciones en reuniones científicas, porque casi ningún residente estaba dispuesto a pagarse íntegramente el congreso (desproporcionado en general).

Conflictos con colegas

No ha sido fácil tomar café con los compañeros de trabajo cuando el visitador estaba presente en la misma mesa del bar dispuesto a pagar las consumiciones. Por otra parte, algunos compañeros se sentían incómodos ante mi presencia porque afirmaban que mi rechazo a atender a la IF les cuestionaba a ellos mismos. En alguna ocasión he sido tildado de “talibán” o incluso de arrogante por atribuirme una supuesta “pureza” o “superioridad moral”. Mi estrategia parcial de resolución fue dejar pagado semanalmente mi café diario en el bar y mantener estas sanas y necesarias reuniones informales con los colegas.

Conflictos con las sesiones clínicas en el centro de salud

Durante unos años me encargué de la docencia del centro y conseguí, junto con algún otro compañero, que se erradicaran las sesiones financiadas por la IF, que se elaborara un calendario al menos trimestral de sesiones y que los ponentes declarasen de forma sistemática los posibles conflictos de interés mediante la inclusión en la presentación de la sesión de tres aspectos: a) iniciativa de la sesión, b) autoría del material presentado, y c) vínculos financieros con la industria. Estas medidas no suponen nada más que cumplir con la legislación vigente, además de proteger a los residentes durante su etapa formativa, aunque desafortunadamente no es una práctica generalizada.

Su aplicación sistemática ha generado algún conflicto con algún colega, pero en general se consolidó en el equipo una cultura de mantener distancia con la IF, al menos en las sesiones.

La industria en ocasiones ha tratado de esquivar este bloqueo intentando que la dirección del departamento las autorizara, o, más a menudo, realizando sesiones formativas o simplemente publicitarias “alternativas” en algún restaurante cercano al centro de salud.

Relaciones con la sociedad científica (SOVAMFIC/SEMFYC)

En 2003 constituimos el Grup del Medicament como grupo de trabajo de la SOVAMFIC, que en sus normas internas establece que el Grup como tal no puede recibir fondos ni tener relaciones directas con la industria.

Su constitución fue vivida inicialmente por la junta directiva como una amenaza potencial para el equilibrio de las cuentas de la Societat, que en aquellos momentos dependía en gran medida de los ingresos de la IF. Se argumentaba que una actitud poco colaboradora con la industria pudiera provocar la huida de la propia industria, pero también de socios hacia otras sociedades científicas menos escrupulosas, algo que no descarto que haya podido suceder.

Otro foco de conflicto potencial fue el control de la información que el Grup colgaba en su Blog, que comportó la firma de un acuerdo por el cual el Grup se comprometía a “no adoptar una actitud desleal hacia los fines de la propia sociedad”. De alguna manera se estaba apelando a un cierto grado de autorregulación, ya que el Grup en todo momento actuaba y actúa bajo el paraguas de la Societat, aunque no dejó de ser todo un baño de realidad, porque, ¿quién iba a responder en caso de que la IF quisiera demandaros por alguna entrada del Blog que considerara que pudiera dañar sus intereses?

Al poco tiempo entré a formar parte del Grupo de Uso de Fármacos de la SEMFYC, en la cual también se han suscitado ciertas tensiones, especialmente en lo referente a nuestra reticencia a colaborar en las actividades financiadas directamente por la industria. Se ha intentado desactivar este conflicto reforzando nuestro perfil científico y reiterando la disposición del Grupo a colaborar con otros grupos de trabajo o con la misma junta directiva en todo tipo de requerimientos para el Ministerio de Sanidad (Informes de posicionamiento terapéutico, proyectos de reales decretos y leyes…) o las solicitudes de información para los medios de comunicación.

La lucha porque las sociedades científicas, en este caso de medicina de familia, se desvinculen por completo de la industria es un camino, en ocasiones largo, que muchas no están dispuestas a recorrer, o no al ritmo que se debiera, en parte por cuestiones de viabilidad a corto plazo, pero también por el mantenimiento de vínculos individuales entre los socios y quizás también por los equipos directivos.

La experiencia de Osadken (Sociedad Vasca de Medicina de Familia), presentada en este seminario, es sumamente esperanzadora porque pone claramente de manifiesto que la desvinculación de la IF es posible.

La autoformación

He podido paliar mis necesidades formativas a través, sobre todo, del estudio de guías, libros y revistas que yo mismo he adquirido o consultado en páginas de libre acceso.

El haber tenido residentes durante la mayor parte de mi vida profesional ha contribuido a mi autoformación, ya que la relación docente beneficia tanto al residente como al tutor.

En cuanto a la farmacología, inicialmente utilicé el “Índex farmacològic” del Institut de Ciències Mèdiques de Catalunya i Balears que coordinó Joan-Ramon Laporte, para la selección de medicamentos de forma independiente, función que posteriormente ha cumplido las sucesivas ediciones de la Guía de Terapéutica en APS de la SemFYC.

He estado suscrito a la versión “on line” de la revista “BMJ” desde casi los primeros años de mi vida profesional, ya que considero que su enfoque es el que más se ajusta al de un médico de familia en ejercicio, y he sido adicto consultor de las guías NICE del NHS y algo menos de las SIGN escocesas.

También he acudido a algunos congresos y cursos, que en ocasiones han sido una fuente de información sobre habilidades, nuevas ideas, experiencias y algunos avances médicos.

Reflexión final

Sin duda alguna, los grandes y necesarios cambios en la relación de los sanitarios con la industria, la farmacéutica especialmente, solo se podrán llevar a cabo mediante profundos cambios legislativos, pero mientras tanto, cada uno en particular, por motivos tanto éticos como de eficiencia y salud pública, debe intentar mantener la coherencia y acabar con la disonancia cognitiva que supone mantener el vínculo con la IF, y así finalmente mediante un efecto de “mancha de aceite” poder influir en el entorno más inmediato.

Bibliografía

1.-Goupil B, Balusson F, Naudet F, Esvan M, Bastian B, Chapron A, Frouard P. Association between gifts from pharmaceutical companies to French general practitioners and their drug prescribing patterns in 2016: retrospective study using the French Transparency in Healthcare and National Health Data System databases. BMJ 2019;367:l6015 doi: https://doi.org/10.1136/bmj.l6015

2.-Moynihan R, Bero L, Hill S, Johansson M, Lexchin J, Macdonald H, Mintzes B, et al. Pathways to independence: towards producing and using trustworthy evidence. (Commercial influence in health: from transparency to independence). BMJ 2019;367:l6576 doi: 10.1136/bmj.l6576

3.-Trayer J, Rowbotham NJ, Robert J. Boyle RJ, Smyth AR. Industry influence in healthcare harms patients: myth or maxim? Breathe 2022; 18: 220010. https://doi.org/10.1183/20734735.0010-2022

4.-Hadland SE, Rivera-Aguirre A, Marshall BD. Association of Pharmaceutical Industry Marketing of Opioid Products With Mortality From Opioid-Related Overdoses. JAMA Netw Open 2019;2;(1):e186007. doi:10.1001/jamanetworkopen.2018.6007

5.-Fugh-Berman A, Shahram Ahari S. Following the Script: How Drug Reps Make Friends and Influence Doctors. PloS Med 2007; 4: e150. doi:10.1371/journal.

pmed.0040150

6.-Meneu R. La promoción de medicamentos. Apuntes para una mejor comprensión. FMC. 2010;17(2):53-5.

La relación de la farmaindustria con los profesionales sanitarios y en formación: cómo las mentes blancas se contaminan.

ORIGINAL. Revista nº 42 Octubre 2025

Luz de Myotanh Vázquez Canales.

Médica de Familia y Comunitaria en el Consultorio Estivella (Estivella, Valencia). Coordinadora del Grup del Medicament de la SoVaMFiC.  https://grupmedicament.wordpress.com/

Ponencia presentada en el Seminario de Innovación en Atención Primaria 2025, “Medicamentos, salud y sistemas sanitarios”, celebrado en Madrid los días 23 y 24 de septiembre.

Relato y contexto

El colectivo sanitario, y en especial la Medicina, se ve envuelto en un contexto donde la farmaindustria (FI) está presenta de forma directa o indirecta. A veces, es tan inevitable que en tu almuerzo de 15 minutos hay un café pagado que no se ha elegido. La FI forma parte de la coyuntura y la idiosincrasia de los centros sanitarios públicos. Los adjuntos y los residentes en formación se ven envueltos sin cuestionarse, en muchas ocasiones, la ética de que esto suceda. Ejemplificaré una situación basada en hechos reales de lo que puede suceder una mañana cualquiera en un centro de salud.

María acaba de llegar a su centro de salud. Es su primer día de R1. A la entrada, junto al mostrador, hay unos señores con chaquetas y maletines que desentonan ligeramente con la estética habitual del centro. Ve un pequeño círculo de médicas rodeando a estas personas. Todos parecen sonrientes y muy educados. De sus maletines sacan panfletos, bolígrafos y alguna cosa más que entregan a las médicas del centro. María decide pasar de largo y sube a buscar a su tutora. No está. Vuelve a bajar. Entre el círculo de médicas, la encuentra. Su tutora amablemente decide introducirla a todos los señores del maletín. Uno de ellos decide invitarlas a desayunar. Son las 8,15h y la consulta no empieza hasta las 9h. Nadie parece cuestionar nada y todo el mundo ve normal ir al desayuno.

Acuden a un barecito cerca del centro de salud donde la camarera ya conoce a Joaquín, el representante. Joaquín entabla una conversación agradable y pregunta a María por sus gustos en música, restaurantes y si ha visto la última serie de Netflix, Wednesday, donde Jenna Ortega sigue igual de magnífica que en la primera temporada. Su tutora y ella piden unas tostadas con un café con leche y Joaquín, un café solo. El representante le ofrece a María un acto de bienvenida de residentes en el que primero hablará el jefe de servicio de Neumología de su hospital de referencia y luego harán un ágape. Su tutora la anima a asistir, pues la charla tiene buena pinta y luego podrá disfrutar de un cóctel en uno de los mejores rooftop de la ciudad con sus compañeros de promoción. María se siente entusiasmada con la idea y da las gracias a su tutora y a Joaquín por la invitación. Al acabar el desayuno María hace un ademán de pagar su parte, pero Joaquín se les ha adelantado sin que ella se diera cuenta. Llegan 5 minutos tarde a la consulta. Todos los pacientes de las 9 a las 9.15h esperan puntuales con una sonrisa y dan los buenos días. María no deja de pensar en el evento de Joaquín y todo lo que va a aprender sobre inhaladores para el EPOC.

En el ejemplo expuesto se pueden identificar una serie de elementos a los que he llamado factores de poder que influyen en la permanencia de la FI (Figura 1).

  1. La red

La década los 90 supuso un cambio en el paradigma de rentabilizar las industrias farmacéuticas. La inversión en I+D pasó a un segundo plano, y el marketing y la inversión en publicidad encumbraron una parte importante del presupuesto de la FI pues ofrecía más beneficios. Esto ha tenido graves consecuencias en los sistemas de salud, dado que las instituciones han pasado a ser espacios donde se negocia la compra/venta de fármacos y tecnologías1.

Víctimas y verdugos conviven en un mismo espacio, pues no deja de ser una forma de hacer corrupción aceptada e integrada en instituciones públicas donde la transparencia está prácticamente ausente. La RAE establece en una de sus acepciones sobre el término corrupción “en las organizaciones, especialmente en las públicas, prácticas consistentes en la utilización indebida o ilícita de las funciones de aquellas en provecho de sus gestores”; es llamativo cómo vincula el término corrupción con las instituciones públicas y los gestores que conviven en ellas. Un ejemplo bien documentado de esta situación es la publicación que realizó Ángel Martín “La red oscura que las multinacionales farmacéuticas ocultan tras pagos a profesionales sanitarios: sus lideres de opinión en el SNS y su red de intereses al descubierto2”. En él hace una revisión minuciosa de la red social de las multinacionales farmacéuticas y sus pagos a sanitarios, a los que considera líderes claves de opinión (KOL, en inglés). Estos KOL suelen ser médicos que ocupan importantes cargos de gestión dentro del Sistema Nacional de Salud (SNS) como jefaturas de servicio, sección e inclusive gestores o directores de hospital. Los pagos que perciben suelen oscilar entre 5.000 a 150.000 euros procedentes de varias multinacionales. Además, este salario extra anual no lo declaran de forma directa en los portales de transparencia de las instituciones en las que trabajan. Las especialidades médicas cuyos KOL reciben más pagos son oncología, hematología, reumatología y dermatología. La Atención Primaria (AP) no está exenta de esta red, pero las sumas de dinero que reciben sus líderes de opinión son menos cuantiosas que las especialidades mencionadas. Los KOL de AP suelen obtener beneficios procedentes de las multinacionales dedicadas a las vacunas y los antidiabéticos orales.

  • El aprendizaje supersticioso (Superstitious learning)

El modelo de Berner y Graber3 explica que en condiciones óptimas el proceso de aprendizaje del médico pasa por distintas fases. La primera condición es que el médico tiene una serie de esquemas mentales que desde el punto de vista cognitivo viene a ser todos aquellos constructos algorítmicos que se encuentran interrelacionados entre sí y pertenecen a la materia bajo la que se han especializado. Estos esquemas son sumamente importantes porque son los que ayudan a la toma de decisiones cuando se integran junto la información que el paciente transmite. Este proceso de integración permitirá realizar un diagnóstico y, en base a esto, proponer un tratamiento. Cuando se aplica un determinado tratamiento suceden dos situaciones que se dan casi al mismo tiempo: uno, son los resultados esperados y otro, los resultados observados. Y en este impass que denominan gap, es donde como sanitarios hacemos una actualización/aprendizaje mediante la propia observación y/o búsqueda de información sobre ese caso. Esto actualiza los esquemas mentales que posteriormente ayudarán a hacer mejores diagnósticos y a atender mejor al paciente en las sucesivas visitas (Figura 2).

Figura 2. Cuando la calibración funciona: un proceso de retroalimentación que funciona

Rudolph JW, Morrison JB. Sidestepping Superstitious Learning, Ambiguity, and Other Roadblocks: A Feedback Model of Diagnostic Problem Solving. American Journal of Medicine [Internet]. 2008 May 1 [cited 2025 Aug 23];121(5 SUPPL.):S34–7. Disponible en: https://www.amjmed.com/action/showFullText?pii=S000293430800154X

Pero, la retroalimentación observada en la Figura 1 se puede ver alterada por tres situaciones, según Rudolph y Morrison3: retroalimentación ambigua, retrasos en los resultados del paciente y el aprendizaje supersticioso. Me centraré en este último, por la relevancia que tiene en cómo la FI es capaz de modificar este proceso.

El aprendizaje supersticioso son explicaciones basadas en la confianza y conocimientos propios que no se encuentran sujetas a la evidencia clínica. El aprendizaje supersticioso está sustentado en el sesgo de autoconfirmación que se define como:

Es un atajo mental involuntario que nos lleva a buscar, interpretar y recordar información que apoya nuestras creencias y opiniones preexistentes, mientras ignoramos o restamos importancia a la información que las contradice. 

Este sesgo cognitivo puede afectar a la toma de decisiones en diversos ámbitos, desde la vida cotidiana y las redes sociales hasta la investigación científica y médica, llevando a conclusiones erróneas o menos informadas. Esto puede llegar a ser peligroso en una profesión como es la médica, dado que la toma decisiones no puede basarse exclusivamente en creencias propias o no contrastadas. Un ejemplo de ello es cuando los representantes ofrecen información sobre un determinado medicamento, el objetivo es la venta de este, por lo que mucha de la información que ofrecen está sesgada. Van a enseñar los resultados de aquellos estudios estrictamente seleccionados por sus buenos resultados, y nunca enseñarán las investigaciones menos favorables. Si como sanitarios no contrastamos la información que ofrecen con fuentes fiables de evidencia, la actuación puede ser errónea o menos precisa. Berner y Graber3 demuestran que el sesgo de autoconfirmación se cumple sistemáticamente y que los sanitarios no suelen comparar la información que reciben con otras fuentes. Además, afirman que en la medida en la que aumenta la confianza propia, la necesidad de actualizarse disminuye con la aparición del sesgo de autoconfirmación. Y precisamente, la mejora en el aprendizaje y la utilización de evidencia científica permite a los clínicos responder de forma más adecuada a la resolución de problemas con el tiempo (Figura 3). Algunos estudios hablan de que solamente un 15% de las decisiones médicas se basan en la evidencia.

Figura 3. Como la confianza impide calibrar de forma adecuada la toma de decisiones diagnósticas

Rudolph JW, Morrison JB. Sidestepping Superstitious Learning, Ambiguity, and Other Roadblocks: A Feedback Model of Diagnostic Problem Solving. American Journal of Medicine [Internet]. 2008 May 1 [cited 2025 Aug 23];121(5 SUPPL.):S34–7. Disponible en: https://www.amjmed.com/action/showFullText?pii=S000293430800154X

  • Congresos y conferencias, ¿sirven para algo?

Los congresos, conferencias, workshops o simposios son prácticamente imposible de cuantificar al año. J. Ionnadis4 estima que puede ser que haya más de 100.000 al año. Además, se cuestiona si este tipo de encuentros ofrecen conocimiento, más allá de la huella ecológica que genera que cientos y miles de personas se desplacen a una ciudad.

La evidencia acumulada a lo largo de los años sugiere que las reuniones médicas pueden servir a un sistema de valores perjudiciales para la medicina y la atención sanitaria. Esta afirmación se sustenta en algunas cuestiones que suceden en los congresos:

  • Los trabajos científicos que se presentan suelen ser resúmenes de escasas palabras que no llegarán la mayoría de ellos a artículos científicos. Sin embargo, sí que contribuirá a elaborar un currículum vitae inflado de publicaciones de escaso valor.
  • Una parte importante de los conferenciantes son líderes de opinión cuyas “valiosas” declaraciones pueden ejercer una amplia influencia, independientemente de la evidencia, en ausencia de ella o incluso contra ella.
  • Las grandes sociedades científicas de profesionales, en muchas ocasiones, no eligen a sus KOL por el liderazgo, el mérito científico, el trabajo duro y la originalidad del pensamiento, sino más bien por la capacidad de navegar en los círculos de poder.
  • Los programas científicos suelen figurar ponentes con conflictos de interés, que no suelen declarar. Así, la información ofrecida tiene una alta probabilidad de estar sesgada.

Quizás, ante esta incertidumbre y discrepancia sobre la utilidad o no de los congresos cabría plantearse la realización de estudios formales para evaluar la pertinencia de seguir con este tipo de eventos y los métodos de difusión de la investigación y educación con el objetivo de mejorar la formación.

  • La ética profesional: el profesionalismo

“Yo recibo a la FI pero sé perfectamente que esto no va a influirme en nada”; “Sé que no los debería de recibir a los visitadores, pero me sabe mal, a fin de cuentas, están haciendo su trabajo y no tienen la culpa nada”. (Frase de una jefa de servicio de un hospital público)

Los incentivos que reciben los profesionales procedentes de la FI suelen ser económicos (pago de congresos, viajes, comidas) y no económicos (trato preferente). La mayor parte de profesionales sanitarios no reconocen la vulnerabilidad que tienen frente a las estrategias comerciales y los pagos. La mayoría creen que son inmunes y que no les afecta en la toma de decisiones, pero curiosamente sí creen que la FI influye en sus compañeros. Las estrategias de marketing que utilizan los visitadores hacen que la información sea más verosímil por lo que los sanitarios son más vulnerables1. Las 8 estrategias más utilizadas son: simpatía, autoridad, aceptación social, unidad, escasez, reciprocidad, coherencia/compromiso y presión emocional. Esta última se utiliza casi 3 veces más que las demás5. En este sentido, el profesionalismo médico puede ayudar a evitar la corrupción intencionada pero no puede evitar aquello que se conoce como el sesgo subconsciente involuntario, que hará que se dejen seducir.

La aceptación de los incentivos, sumado a sus tácticas de marketing y la frecuencia con la que los visitadores acuden a vender sus productos, genera una disonancia cognitiva que viene a ser el malestar que surge de la discrepancia entre creencias y comportamientos. La disonancia cognitiva se puede neutralizar con estrategias como1:

  • Negación. Ej. No pasa nada porque reciba el pago por la inscripción a un congreso.
  • Universalización. Ej. Todo el mundo acude a congresos y conferencias pagadas por la industria, pues yo también lo puedo hacer.
  • Racionalización. Ej. Con lo mal que nos trata la administración pública, merezco que la FI me pague un extra para irme de vacaciones con la familia.

Por tanto, a pesar de la potente influencia protectora que otorga el profesionalismo, se ve mermado. Así, es necesario que los sanitarios se familiaricen con estas estrategias para poder evitar esta manipulación consciente de la FI.

*Esquema de elaboración propia.

Conclusiones

  • La red con que actúa la FI se encuentra perfectamente enmarañada dentro de los sistemas sanitarios. El mal es endémico y la FI se ha integrado en la coyuntura sanitaria sin que nadie cuestione sus actuaciones.
  • Las estrategias de marketing utilizadas son capaces de manipular la forma en la que se aprende hasta el punto de dar por sentado creencias que no están basadas en la evidencia.
  • Los congresos son espacios de poder donde solamente unos pocos, los KOL, pueden brillar, aupados por una industria que no valora el buen hacer.
  • La falta de identificación de las estrategias de manipulación por parte de los profesionales supone una merma del profesionalismo y la ética profesional.

Bibliografía

  1. Novoa A, Gérvas J, Ponte C. Salvaguardas, deriva institucional e industrias farmacéuticas. AMF Actualización en Medicina de Familia [Internet]. 2012 [citado 2025 Aug 19]; Disponible en: https://amf-semfyc.com/es/web/articulo/salvaguardas-deriva-institucional-e-industrias-farmaceuticas
  • Dankers M, Verlegh P, Weber K, Nelissen-Vrancken M, van Dijk L, Mantel-Teeuwisse A. Marketing of medicines in primary care: An analysis of direct marketing mailings and advertisements. PLoS One [Internet]. 2023 Aug 1 [citado 2025 Aug 23];18(8):e0290603. Disponible en: https://journals.plos.org/plosone/article?id=10.1371/journal.pone.0290603

Preguntas

  • ¿Cómo se puede mejorar la influencia de la farmaindustria en el contexto sanitario?
  • ¿Por qué un número importante de sanitarios cree ser inmune a la farmaindustria y no se cuestiona su influencia?
  • ¿Cómo se debería de gestionar por parte de las conserjerías de sanidad los incentivos que los sanitarios reciben teniendo en cuenta que están colaborando con multinacionales privadas y recibiendo sobresueldos que, a veces, sobrepasan el propio salario bruto/anual?