Paxlovid: el enigma tras el triangulo negro.

ORIGINAL. Revista nº 35 Enero 2025

Bárbara Hernández Esteban.
Enfermera.

Este texto está escrito en recuerdo de Gonzalo O. y para Gonzalo.

Uno de esos pacientes que fue diagnosticado de COVID-19 tras el resultado positivo en un cribado de PCR rutinario [i] y a quien su oncólogo prescribió Paxlovid, bajo el mantra preventista, mientras su vesícula biliar estaba fallando y sus tumores se seguían desarrollando.

Inspirada en Gonzalo, ésta es mi contribución para alimentar el pensamiento libre y la conciencia colectiva al compartir esta reflexión que cuestiona la (in)utilidad clínica de Paxlovid.

Comienzo el texto con las palabras del historiador y crítico del arte Ángel González. En su ensayo “Religión Arte Pornografía” dedica unas páginas a las vírgenes negras. Dice así: “las Vírgenes Negras constituyen sin duda un enigma iconográfico y devocional… Los santuarios dedicados a las Vírgenes Negras fueron los más frecuentados durante la Edad Media, y yo imagino que por ser ellas más milagreras que otras, a pesar de su insólito y poco halagüeño aspecto o, tal vez, precisamente por eso. Y es que debéis tener en cuenta que las verdaderas “Vírgenes Negras” no lo son, según dice Huynen, por el material del que están hechas, alguna clase de piedra o madera oscuras, sino que deliberadamente se les pintó de negro la cara y las manos. De manera que todo el enigma tiene que radicar ahí, en lo negro” [ii]

Me pregunto si detrás del triángulo negro de Paxlovid se esconde un fenómeno devocional similar al que suscitan estas mujeres esculpidas de tez, manos y pies teñidos de azabache.

Contexto de Paxlovid

Paxlovid es un medicamento antiviral comercializado por Pfizer indicado en adultos que no requieren aporte de oxígeno suplementario y que tienen un riesgo alto de progresar a COVID-19 grave [i].

Sus principios activos son nirmaltrelvir y ritonavir. Este último fue creado en el año 1996 [ii] como tratamiento antirretroviral para el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), mientras que nirmaltrevir [iii] es una molécula (PF-07321332) sintetizada en 2020 a partir de otra molécula (PF-00835231) sintetizada en 2002 destinada a tratar el Síndrome Respiratorio Agudo Grave (SARS).

Pese a no haber hoy en día unas bases sólidas acerca de la etiopatogenia [iv] de la enfermedad denominada COVID-19, la asociación de estos dos antivirales, cuyo perfil de seguridad no es sólido, se emplea a modo de tratamiento para, supuestamente, evitar el agravamiento de la enfermedad.

Por ahora, podemos afirmar que la ficha técnica de este fármaco tan prometedor parece más bien un compendio de interacciones farmacológicas en las que ¡el agua es la única sustancia que falta en la lista [v]!

Esta fast drug (en vez de fast food), creada en los laboratorios de Pfizer a la velocidad de la luz (ACT-accelerator tools) [vi], fue aprobada por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) el 22 de diciembre de 2021 [vii] bajo autorización condicional de comercialización y presentada al mundo como “la píldora antiviral de Pfizer[viii].


Conviene recordar que se dio luz verde a Paxlovid tras el inicio de la administración de las vacunas COVID, las cuales se aprobaron al no existir, en ese momento (2020), ninguna “alternativa adecuada, aprobada y disponible al producto para diagnosticar, prevenir o tratar la enfermedad o condición” [i]. Dicho de otra manera, no se dio puntada sin hilo.

Durante mis lecturas llamó mi atención los criterios tenidos en cuenta en la exclusión de participantes en el ensayo pivotal: no tener la saturación de oxígeno comprometida, excluir pacientes con insuficiencia renal moderada o grave, en hemodiálisis o con enfermedad hepática: VHB o VHC, cirrosis biliar primaria, fallo hepático agudo, etc…[ii], es decir, los pacientes graves han sido excluidosdel estudio.

Esto puede levantar suspicacias ya que, al administrarse Paxlovid en el ensayo a individuos cuya salud no está comprometida, puede enmascararse su inutilidad y, por tanto, beneficiar más al laboratorio que a quien se le prescribe.

Así, es razonable preguntarse, si no hay síntomas de agravamiento de la enfermedad, ¿por qué administrar Paxlovid?¿Qué beneficios podemos garantizar cuando en la práctica clínica se prescribe a personas que no se ajustan a los criterios que se tuvieron en cuenta con los sujetos del ensayo?

Con las preguntas se abre el melón de la medicina preventiva basada en factores de riesgo. Un suculento nicho de mercado donde las métricas marcan el ritmo de la prescripción. Pues, al contrario de lo que podríamos pensar, un fármaco que reduce la puntuación en una escala puede causar más muertes de las que evita [iii]. Por ello, el valor cuantitativo de la carga viral usada para valorar la eficacia de este fármaco en el estudio publicado en el New England Journal of Medicine: “Oral Nirmatrelvir for High-Risk, Nonhospitalized Adults with Covid-19 (EPIC HR)” [iv] no será de gran ayuda a la hora de evaluar los beneficios.

¡Oiga!, ¿qué ocurre con los daños!

David Healy, en su artículo “The Prozac Era. What Next?” [v], quizás nos pueda dar una pista que acompaña una de las causas de la importante infranotificación de efectos adversos [vi]: “Pero los médicos han caído en la trampa de considerar cualquier empeoramiento como un empeoramiento de la enfermedad y duplican la dosis del medicamento si la situación parece volverse más peligrosa: los médicos ya no tienen más armas que los medicamentos para combatir los riesgos. Retirarle a alguien sus medicamentos se ha vuelto casi impensable”.

Otro de los problemas añadido es la escasa dedicación/interés en investigar si el enfermo empeoró por una intoxicación al consumir el medicamento en cuestión. Esto se suma a la ausencia de consecuencias negativas para los laboratorios que nos venden los fármacos cuando la administración de estos produce efectos nefastos. Hasta el grado delirante de concederles inmunidad legalfrente a los daños, como ocurrió con las vacunas COVID [vii].

Análisis estudio EPIC HR

Considero necesario poner sobre la mesa, a la luz de la crítica, las limitaciones de la Medicina Basada Evidencia para evitar meter al enfermo en el corsé homogeinizante de la enfermedad [viii]. Motivo por el que este apartado está dedicado a analizar algunos sesgos y limitaciones detectados en el estudio en que se basó la aprobación de Paxlovid, EPIC HR, que cuestionan la utilidad clínica de este medicamento desde varias perspectivas.

En primer lugar, en el ensayo pivotal EPIC HR el principal conflicto de interés se encuentra en la financiación, ésta va a cargo del mismo laboratorio farmacéutico que comercializa el fármaco: Pfizer.

Pfizer que, tras ser demandado por un grupo de científicos e investigadores médicos [ix][x] a finales de 2021, pidió a la corte estadounidense una prórroga para mostrar ¡al cabo de 55 años (en el 2076)! los detalles de los resultados de los ensayos de la vacuna contra la COVID-19 [xi]. Sus antecedentes de falta de transparencia nos dificultan hasta el hacer un acto de fe para creer en el milagro del triángulo negro de Paxlovid.

Por otro lado, desde el punto de vista epidemiológico, la compañía nos ofrece datos espectaculares usando la reducción del riesgo relativo (RRR). Pero ¿de qué nos sirve a nosotros esta fantasía que no podemos corporeizar? [xii]

¿Qué sucede si, en vez de darnos sólo el valor del RRR nos aportasen el número de pacientes a tratar (NNT) o el riesgo absoluto (RA)? Conceptos tan básicos como esos nos ayudan a separar la paja del trigo. También a detectar cuándo nos quieren vender la moto a los profanos, que más nos vale procurarnos de armas para defendernos ante el analfabetismo derivado del lenguaje especializado del que nos avisó Jünger [xiii].

Aquí va un análisis básico [xiv], en relación a la mortalidad, partiendo de los datos mostrados en el estudio EPIC HR:


RA grupo placebo: 9/682= 1.31%

RA grupo Paxlovid: 0/697= 0%

Traducción de los datos:

En el grupo que tomó Paxlovid entre los tres primeros días tras el inicio de los síntomas hasta el día 28 hubo 0 muertes por cualquier causa. Mientras que, en el grupo placebo, hubo 1,31% de muertes por cualquier causa.

Es decir, de 100 sujetos, falleció un 1,31% de los que tomó placebo, pero el 98,69% de ellos permanecieron sanos sin tomar Paxlovid.

Por tanto, la diferencia entre las muertes con placebo y con Paxlovid: 1,31-0=1,31% es el beneficio que se asocia con Paxlovid, un 1,31%.

Hasta ahora no he encontrado datos de la distribución de los pacientes por comorbilidades en EPIC HR, lo que nos impide saber si las personas del grupo placebo, en comparación con los que toman Paxlovid, tienen más comorbilidades. Sesgo que influiría en los resultados pues, si el grupo placebo tuviera menos comorbilidades, a lo mejor el beneficio de Paxlovid en vez de ser del 1,31% sería del 0,5%.

En relación con el número total de pacientes a tratar, el Boletín de información Farmacoterapéutica de Navarra [i] nos ofrece el dato del NNT: “NNT en pacientes con anticuerpos basales para COVID-19: 75 (IC 95%; 41 a 435) vs. 10 (IC 95%; 8 a 14) en seronegativos”.

Esto significa que sería necesario administrar Paxlovid a 75 sujetos con anticuerpos basales para que sólo uno se beneficiara del tratamiento de entre los sujetos 41 a 435. El resto de los sujetos no se beneficiaría de la toma de Paxlovid. Y lo mismo ocurre con los sujetos seronegativos.

En cuanto al tiempo de seguimiento de seguridad éste es reducido, un mes y cuatro días, lo que nos impide sacar conclusiones de la mortalidad y del perfil de seguridad más allá del día 34 [ii].

Conclusiones: ¿Qui prodest?

Una de mis labores enfermeras, con la que coincido, es defender los derechos del paciente y oponerme a la administración de tratamientos fútiles según el artículo 55 del Código Deontológico de la Enfermería [iii]. De modo que, exprimiendo hasta el final el método socrático: ¿qui prodest? [¿a quién beneficia?]

En vista a todo lo anteriormente analizado, uno podría sospechar que, por ejemplo, al usar ritonavir en una indicación distinta a la originaria pudiera tratarse de una estrategia comercial para que Pfizer haga caja a costa de las patentes de segunda generación [iv][v].

La deliberada intención de no mostrar datos, como en este caso, tendría que hacer saltar nuestras alarmas. Por ejemplo, ¿por qué el New England of Medicine [vi] se comporta como un vocero más de los laboratorios junto a la prensa y nos omite en este estudio los datos de los eventos (o de las censuras) en cada corte temporal que nos permitirían reconstruir la curva de supervivencia?

Sin duda, titulares como los que muestra el periódico El País: “Pfizer anuncia una píldora antiviral que evita el 89% de hospitalizaciones y muertes de pacientes de COVID [vii]” contribuyen a la subida de las acciones de la compañía, las cuales ya se dispararon con las vacunas COVID incluso antes de comenzar la campaña de vacunación [viii].

Éstas, después del boom inicial, cayeron a los pocos meses hasta un 2,3% [ix] para después volver a subir por encima del 8% al anunciar Paxlovid [x].

Todo se articula con la connivencia del Ministerio de Sanidad al firmar un acuerdo con Pfizer para comprar 344.000 [xi] tratamientos completos (cajas de 30 comprimidos) cuyo precio ronda los 700€ [xii], haciendo caso omiso de la falta de evidencia en torno a Paxlovid.

Para concluir, en este caso parece que lo milagroso tras el triángulo negro [xiii] sea beneficiarse de este fármaco, condición, por lo visto suficiente, para que los organismos reguladores le den la aprobación completa [xiv].

Sobre Gonzalo y la autora

-Gonzalo O. es el pseudónimo que utilizaba el paciente al que me refiero en el texto y con quien me quedó para la eternidad un café pendiente. Este texto es mi manera de honrar a todo el que, bajo mi punto de vista, sufre nuestra iatrogenia.

-Sencillamente, me niego a recibir dinero de la industria.

-La escritura me permite crear el espacio de autonomía que necesito para cuidar a mi manera. Por eso me leerás de vez en cuando.


[i] https://www.navarra.es/NR/rdonlyres/6EAA15A8-75D9-4C43-B218-98D590FC247D/478104/FichaPaxlovid1.pdf

[ii] https://www.nejm.org/doi/suppl/10.1056/NEJMoa2118542/suppl_file/nejmoa2118542_protocol.pdf

[iii] https://www.consejogeneralenfermeria.org/pdfs/deontologia/codigo-deontologico-2023.pdf

[iv] https://www.saludyfarmacos.org/lang/es/boletin-farmacos/boletines/may202307/10_co/

[v] https://e-revistas.uc3m.es/index.php/CDT/article/view/2266

[vi] https://davidhealy.org/new-england-journal-of-misinformation/

[vii] https://elpais.com/ciencia/2021-11-05/pfizer-anuncia-una-pildora-antiviral-que-evita-el-89-de-hospitalizaciones-y-muertes-de-pacientes-de-covid.html

[viii] https://elpais.com/economia/2020-11-16/especulacion-millonaria-con-la-vacuna-las-farmaceuticas-disparan-su-valor-con-medicamentos-aun-sin-eficacia-demostrada.html

[ix] https://www.eleconomista.es/mercados-cotizaciones/noticias/10987656/01/21/Pfizer-cae-pese-a-que-el-pronostico-de-ganancias-para-2021-apenas-se-aleja-de-las-estimaciones.html

[x] https://www.europapress.es/economia/noticia-acciones-pfizer-suben-mas-resultados-pildora-contra-covid-19-20211105164401.html

[xi] https://www.sanidad.gob.es/gabinete/notasPrensa.do?id=5624

[xii] https://www.elperiodico.com/es/sanidad/20220329/paxlovid-llega-espana-precio-composicion-efectos-secundarios-13445562

[xiii] https://es.slideshare.net/slideshow/ilusion-terapeutica-una-de-las-manifestaciones-del-pensamiento-ilusorio_galo-sanchez-pdf/273141796#14

[xiv] https://www.fda.gov/news-events/press-announcements/la-fda-aprueba-el-primer-antiviral-de-ingestion-oral-para-el-tratamiento-del-covid-19-en-adultos

[i]

[


 

Comparte en tus Redes