La seguridad de los pacientes es un atributo irrenunciable de la Calidad en las prestaciones para la Salud y de los propios Sistemas Sanitarios. Estos deben garantizar no solo la mejor atención sino también la adecuada información y formación de los pacientes para que estos puedan participar en las decisiones que les afectan y detectar incorrecciones y efectos no deseados. La responsabilidad de los pacientes es involucrarse en el seguimiento correcto de las indicaciones, cuidados y en la comunicación con los profesionales de la Salud.