OTRAS FUENTES. Revista nº 41 Septiembre 2025
Michael Channan.
Jacobin Rewiev. 19-07-2025. https://jacobin.com/2025/09/cuba-alzheimers-drug-treatments-documentary/

Este breve, pero interesante artículo comenta la película “El sueño de Teresita: La batalla de Cuba contra el Alzheimer” que relata y describe las investigaciones realizadas por la Dra. Teresita Rodríguez Obaya sobre el tratamiento para la demencia de Alzheimer.
Cuba de nuevo demuestra su dedicación a la investigación, para ayudar y resolver los problemas de salud. Su desarrollo de la vacuna Soberana para COVID -19 fue un ejemplo de su capacidad y solidaridad con los países de bajos y medianos ingresos. Sus trabajos en el campo del cáncer de pulmón o en la implementación de vacunas para la meningitis B, la hepatitis B y el cólera muestran como la investigación y producción pública pueden dar respuesta a las necesidades de salud de la ciudadanía. Su enorme esfuerzo supera el injusto e inmoral bloqueo del gobierno de los EE.UU. Una vez más, este ejemplo demuestra como la producción pública de vacunas y medicamentos puede garantizar resultados de excelencia y conseguir el acceso a los tratamientos necesarios para recuperar y mantener su salud.
El film ha sido presentado en la Universidad de Glasgow, College of Social Sciences, College of Medical, Veterinary and Life Sciences and Havana Glasgow Film el 16 September 2025.
Cuba ha desarrollado su propia infraestructura para producir tratamientos médicos, con un historial notable a pesar del bloqueo estadounidense y otras limitaciones materiales. Un nuevo medicamento tiene el potencial de aliviar los síntomas del Alzheimer.
El sueño de Teresita: La batalla de Cuba contra el Alzheimer es una película modesta sobre un medicamento para la enfermedad de Alzheimer que es innovadora en más de un aspecto. En primer lugar, porque el medicamento se ha desarrollado en Cuba, lo cual no es poca cosa. En segundo lugar, por su carácter inusual como documental sobre el desarrollo de una droga.
Producido por Belly of the Beast, un colectivo de medios cubano-estadounidense, Teresita’s Dream es narrado por la Dra. Teresita Rodríguez Obaya, una investigadora biotecnológica cuya madre sufría de Alzheimer. Ella ha sido fundamental en el desarrollo del nuevo tratamiento y nos cuenta su propia historia sobre el cómo y el porqué.
Tratando la demencia
Me pareció una historia alentadora, que une mi larga relación con Cuba y mi preocupación más reciente por el Alzheimer, después de que un primo y luego mi hermano contrajeran la enfermedad.
Las grandes farmacéuticas del Norte Global han gastado miles de millones de dólares durante varias décadas en desarrollar medicamentos para el Alzheimer, con un éxito limitado. Cuba, a la que el bloqueo impide acceder a medicamentos estadounidenses, creó su propio instituto de biotecnología en la década de 1980. A pesar de las limitaciones que enfrenta, desde entonces ha producido vacunas exitosas para varios tipos de cáncer, meningitis y hepatitis B, por no mencionar la COVID-19.
Las grandes farmacéuticas del Norte Global han gastado miles de millones de dólares en desarrollar medicamentos para el Alzheimer, con un éxito limitado.
Conocí la iniciativa poco después de su creación. Durante un receso en la grabación de un reportaje sobre Cuba para el Canal Cuatro del Reino Unido, me llevaron de visita. En aquel entonces, desconocía la biología y no estaba preparado para comprender el trabajo de los investigadores del instituto, pero seguí siguiendo sus actividades a distancia, por lo que la noticia de la nueva vacuna no me sorprendió.
La demencia en sus diversas formas, de las cuales el Alzheimer es el tipo más común, presenta dificultades particulares. La causa de la enfermedad sigue siendo desconocida, y el efecto de los fármacos desarrollados hasta la fecha es escaso y a corto plazo. Además, los fármacos solo tienen algún efecto si se administran en las primeras etapas de la enfermedad, y también conllevan el riesgo de efectos secundarios graves.
El problema es que la demencia es difícil de diagnosticar a tiempo como para marcar la diferencia, y la urgencia es cada vez mayor. El Alzheimer ataca en la vejez, y la población cubana está envejeciendo, por múltiples razones, entre ellas la emigración de las generaciones más jóvenes y la baja tasa de natalidad. Como muestra la película, desarrollar una vacuna y probarla según los estándares internacionales en estas circunstancias es un logro notable.
Documentando el Alzheimer
El Sueño de Teresita también destaca por su relato del proceso de desarrollo del fármaco. He estado escribiendo un libro sobre la representación de la demencia en la pantalla mundial. Existen docenas de películas de ficción y cientos de documentales, tanto cortos como largos, muchos de ellos instructivos y educativos. Algunos son retratos creativos en primera persona de pacientes individuales, mientras que otros, como este, adoptan la forma de reportajes de investigación.
En estas películas se aprende mucho sobre la vida con demencia, incluyendo tanto los síntomas del deterioro cognitivo como las cargas que recaen sobre los cuidadores. Sin embargo, nos dicen muy poco sobre la medicación y nada en absoluto sobre la investigación y el desarrollo que conlleva, que es el enfoque principal de El Sueño de Teresita.
El nuevo tratamiento cubano es uno de los numerosos fármacos que se encuentran actualmente en fase de ensayos clínicos; según un informe reciente, hasta 180. Los ensayos siguen los estrictos protocolos establecidos por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA), que sirven como estándar internacional. Consisten en tres fases que tardan años en completarse: Pocos candidatos sobreviven a la Fase III.
El creciente número de candidatos que entran en ensayos clínicos se explica por el fracaso de los fármacos basados en el modelo dominante. Este modelo se remonta a 1906, cuando Alois Alzheimer, de quien toma su nombre, reconoció por primera vez la demencia como una enfermedad y no simplemente como una carga de la vejez. Alzheimer descubrió proteínas anormales en el cerebro de una paciente tras su muerte.
La investigación posterior se vio obstaculizada hasta el desarrollo de las neurociencias tras la Segunda Guerra Mundial, que gradualmente reveló anomalías en el supuesto curso de la enfermedad (algunas personas presentaban las proteínas anormales sin presentar síntomas). La industria farmacéutica ignoró estas anomalías hasta que los investigadores observaron que algunos fármacos desarrollados para otros fines mostraban propiedades neuroprotectoras.
Teresita se fijó en uno de ellos, en desarrollo en Cuba para enfermedades cerebrales como el Párkinson, cuyos ensayos preliminares mostraron ausencia de efectos secundarios. Se dio cuenta de que podría ayudar a personas con Alzheimer como su madre y se unió al equipo.
Durante tres años, utilizó el fármaco para tratar a su madre, de quien habla con mucha emoción. Nos muestra fotos, habla de cómo vio una mejoría en sus síntomas, e incluso vemos evidencia de ello en un fragmento de una película casera donde aparece bailando.
El nuevo tratamiento cubano es uno de los numerosos medicamentos que se encuentran actualmente en fase de prueba; según un informe reciente, hasta 180.
Esto dio lugar a ensayos clínicos con pacientes de Alzheimer en un centro de atención en un pueblo cercano a La Habana, con 174 participantes. El 30 % se estabilizó y el 54 % mejoró, sin que se detectaran efectos secundarios.
A medida que los ensayos avanzan a la siguiente fase, con casi 1500 participantes en todo el país, la película sigue el formato estándar del documental de investigación, ampliándose para incluir entrevistas con los colegas de Teresita y seguirla en sus visitas a pacientes y sus familias, quienes hablan de mejoras notables.
Precondiciones para el Progreso
Las causas subyacentes de la demencia siguen siendo desconocidas. El nuevo fármaco no cura la enfermedad y es demasiado pronto para saber su eficacia a largo plazo. Sin embargo, por lo que vemos en esta película, promete aliviar gran parte de la carga que la enfermedad supone para quienes la padecen, sus familias y el sistema sanitario.
Esto es mucho más de lo que se puede decir de los últimos fármacos de las gigantes farmacéuticas de Estados Unidos y otros países que han obtenido la aprobación final. El Servicio Nacional de Salud británico no los ha adoptado porque son demasiado caros, sus efectos son efímeros y apenas perceptibles, y requieren una monitorización constante de los efectos secundarios.
Esto es el resultado de un sistema fragmentado de desarrollo de fármacos dominado por intereses comerciales. En ese marco, los científicos crean laboratorios de investigación para desviar fondos gubernamentales con la esperanza de vender sus esfuerzos a las empresas que realizan los ensayos y luego cobrar precios exorbitantes si tienen éxito (muchos son abandonados por considerarlos inútiles).
La lección de la película es que el sueño de Teresita solo puede hacerse realidad en un país con un sistema de salud totalmente socializado e integrado, libre de intereses capitalistas. Al final de la película, Teresita dice que le gustaría ver la vacuna comercializada en el extranjero, pero se pregunta quién podría prestarle atención.
No necesita explicarlo. Ciertamente no en Estados Unidos, por mucho que pudiera ayudar a aliviar un sistema de salud quebrado. Desde una perspectiva más optimista, he visto informes sobre una nueva empresa de cooperación biofarmacéutica entre Cuba y China para la producción de medicamentos innovadores contra el cáncer, así como para enfermedades autoinmunes y neurodegenerativas.
- Michael Chanan es profesor emérito de cine y vídeo en la Universidad de Roehampton, Londres. Sus libros incluyen “From Printing to Streaming: Cultural Production Under Capitalism”, “The Politics of Documentary” y” Cuban Cinema”.
Tráiler de la película disponible en https://youtu.be/a2Y5FBR0pnU?si=v4ffyD01OSoLEBR8