- Una nueva etapa en el desarrollo de la revista AJM con el objetivo de proporcionar, a lectoras y lectores, un análisis riguroso de la situación del acceso a fármacos y vacunas en nuestro país, en sus diversos aspectos.
Comisión de Redacción
Revista nº 30 mayo 2024
Con este número iniciamos un área nueva de trabajo, los monográficos de la rAJM, dedicada a la investigación propia sobre diferentes temas relacionados con el objetivo fundamental de nuestra revista: un acceso justo a los medicamentos.
Queremos con este enfoque de producción propia introducir, de forma periódica, un análisis detallado, basado en datos objetivos, de la situación en nuestro país de los diferentes temas que se entroncan con el sistema actual de desarrollo e investigación, producción, marketing y distribución de fármacos y vacunas.
Consideramos que será útil para las y los lectores disponer de una aproximación específica en nuestro medio a los temas que habitualmente recogemos en investigaciones del ámbito internacional.
Iniciamos el camino con un trabajo notable de Ángel María Martín, donde analiza los pagos de las multinacionales farmacéuticas a los profesionales sanitarios.
La descripción exhaustiva que realiza Ángel María Martín nos permite comprobar la red intrincada y poderosa, donde se establecen los criterios que van a constituir el elemento fundamental a la hora de la prescripción de los diferentes medicamentos. Conocer con detalle la magnitud e importancia de los pagos y su distribución permite comprender uno de los eslabones principales que consolidan el modelo actual de monopolio de patentes y precios elevados.
Precisamente, cuando estábamos en el proceso de composición editorial del trabajo de investigación realizado por Ángel María Martín, pudimos leer un artículo de los habituales de Vinay Prasad y sus colegas Timothée Olivier y Alyson Haslam, donde realizan la evaluación y análisis de la metodología y resultados de diferentes estudios clínicos. En esta ocasión, su revisión y análisis se dedica a un ensayo DESTINY~Breast06 que consideran sus autores que muestra claros errores. Pues bien, al final del texto se incluye un párrafo que nos parece completa bien, por la imagen que describe, los resultados que expone nuestro investigador, Ángel María Martín. Veamos: “Las ovaciones en pie son una tendencia creciente en las principales reuniones de oncología. Estas pueden ser el resultado del entusiasmo genuino de los oncólogos e investigadores. Sin embargo, también pueden ser provocados por patrocinadores con intenciones puramente de márketing. Como comunidad, debemos ser conscientes de este riesgo y hacer todo lo posible para evitar ser manipulados por intereses industriales, centrándonos en lo que realmente importa a los pacientes. Dadas las limitaciones del diseño del ensayo que describo, espero que no haya una gran ovación después de la presentación del ensayo DESTINY- Breast06.”
Efectivamente, las compañías farmacéuticas intentan conseguir lo que se denominan blockbuster (cuya traducción al castellano habitualmente se convierte en los medios de información farmacéuticos en “éxito de taquilla” o “ pelotazo”). Con este término se describen aquellos fármacos que generan grandes beneficios con ventas superiores a los 1.000 millones de euros al año.
Veamos a continuación un ejemplo. Clarivate, una consultoría de inteligencia empresarial, en su informe Drugs To Watch de 2024, identifica 13 nuevas terapias y medicamentos a punto de lanzarse en 2024 que, según sus estimaciones, prevé alcanzarán estatus de éxito de taquilla definido como ventas de mil millones de dólares, o más, para 2029. El análisis incluye candidatos en ensayos de Fase II o Fase III, en fase de preinscripción o registro, o bien ya lanzados en 2023, y también medicamentos ya comercializados con nuevas indicaciones que podrían ser económicamente rentables.
En los últimos años, las grandes biofarmacéuticas han añadido una nueva estrategia de negocio extraordinariamente rentable con el desarrollo de tratamientos para enfermedades huérfanas o raras, cuyo volumen de ventas es bajo, pero sus precios extraordinariamente altos (desde 300.000$ hasta 2 millones de dólares) los convierten en notablemente rentables.
De acuerdo con las estrategias anteriormente descritas, las prioridades de investigación y desarrollo y la puesta en marcha de proyectos de investigación se han desplazado desde las necesidades de salud a fundamentalmente aquellos nuevos fármacos que puedan conseguir el mayor valor de rentabilidad para inversores y accionistas.
Pero claro, para conseguir este “éxito” se necesita ineludiblemente un marketing potente y ahí es donde aparecen las presiones sobre los profesionales médicos que describe Ángel María Martín.
Es necesario, sin embargo, exponer y subrayar de forma clara que la situación, que él describe, se explica por el modelo en el que trabajan los profesionales sanitarios. Efectivamente, el sistema de propiedad intelectual, las patentes, determina el modelo actual de monopolio de mercado para los nuevos medicamentos, el cual permite una fijación de precios discrecional, excesiva y abusiva por las grandes empresas farmacéuticas.
Como señala Els Torreele en un excelente artículo de obligada lectura que incluimos en este número: “los precios altos no son inevitables, sino el resultado de una decisión social y política al confiar en un modelo de negocio con fines de lucro para la innovación médica, vendiendo los medicamentos al precio más alto posible”.
Como venimos recogiendo en diversos artículos de Dean Baker en la revista, el modelo actual de patentes y precios es un grave problema para la salud, ya que “la protección de la patente puede hacer que los medicamentos necesarios para la salud y la vida de las personas sean inasequibles”. Pero también, continúa Baker, refiriéndose a EE.UU, es un serio problema desde una perspectiva económica: “Este año gastaremos más de 600 mil millones de dólares en medicamentos que probablemente se venderían por menos de 100 mil millones de dólares en un mercado libre sin monopolios de patentes o protecciones relacionadas. La brecha de 500.000 millones de dólares equivale a aproximadamente el 2,2 por ciento del PIB. Es más de la mitad del tamaño del presupuesto militar. Es casi nueve veces más grande que el reciente paquete de ayuda para Ucrania. En resumen, es dinero real”
Es evidente, por tanto, que existen alternativas al modelo actual que permitirían que, tanto la investigación como la formación continuada y el desarrollo profesional de los profesionales sanitarios, se llevaran adelante con una financiación predominantemente pública, obtenida por ese volumen de ahorro enorme que supone el sobreprecio que pagamos por los medicamentos. De esta manera conseguiríamos evitar la presión sobre los profesionales médicos y las consecuencias indeseables que originan para la salud de los ciudadanos.
Son los elementos expuestos los que convierten al trabajo de Ángel María Martín en un elemento de relevancia, un factor más de importancia, para señalar la necesidad urgente de cambiar el modelo actual de patentes y precios.