Equidad en la prescripción de medicamentos parapersonas mayores que viven en centros sociosanitarios 1 julio, 2022 Autora: María Victoria Zunzunegui. Profesora honoraria de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Montreal. Revista nº 13 Verano 2022 IntroducciónLas personas mayores que viven en centros sociosanitarios en España constituyen una población muy desconocida y, como se ha puesto de manifiesto durante la pandemia COVID-19, muy vulnerable y olvidada. No se dispone de un sistema de información que permita conocer quiénes son estas personas, cuáles son sus condiciones de vida y cómo se vive y se muere en estos centros. En base a pequeños y aislados estudios, tenemos alguna información sobre su estado de salud, estado funcional y causas de mortalidad. Generalmente, no se detalla su composición sociodemográfica y económica. Tampoco hemos podido encontrar informes a nivel estatal sobre la atención sanitaria, el uso de servicios de atención primaria, urgencias, hospitalizaciones o consumo de fármacos en este medio residencial. Ahora, después de la muerte de casi 35.000 personas mayores por COVID-19 en residencias, hemos empezado a reconocer que esta gran opacidad sobre el mundo de los cuidados residenciales tiene consecuencias graves para la salud y el bienestar de esta población, consecuencias que se han hecho patentes durante la pandemia. En este artículo nos proponemos analizar la información disponible sobre la adecuación de la prescripción farmacéutica en la población de personas mayores que viven en residencias. Comenzaremos por la identificación de los artículos que tratando sobre el consumo de medicamentos de la población mayor institucionalizada en España hayan sido publicados en la base de datos PubMed entre enero de 2020 y mayo de 2022. Examinaremos la frecuencia de la polimedicación y de las prescripciones inadecuadas en el contexto actual de atención sanitaria a las residencias de personas mayores en España. Concluiremos con una discusión que tendrá como referencia la situación del consumo de medicamentos en las residencias de varios países europeos. Por último, revisaremos las estrategias llevadas a cabo para reducir la prescripción inadecuada y optimizar el uso de los medicamentos, incluyendo los cambios en la organización de la atención sanitaria en las residencias, la evaluación multidisciplinar continua de la medicación y la formación de los trabajadores. ¿Qué se prescribe y como se prescribe en las residencias de España?Hemos encontrado dos artículos sobre el tema publicados entre enero del 2020 y mayo del 2022.Ambos están realizados sobre la población de una residencia de León: Participan 222 residentes mayores de 65 años, con edad mediana de 86 años y rango de edad entre 65 y 107 años. Dos tercios son mujeres. No se informa sobre el estado socioeconómico o el nivel educativo de esta población, pero se describe una población con las patologías propias de estas edades avanzadas. Las tres patologías más frecuentes fueron la hipertensión (55%), el deterioro cognitivo (34%) y las cataratas (31%). Todos los pacientes tienen dos o más trastornos crónicos. Se informa de que la polifarmacia (definida como el consumo de 5 o más fármacos) afecta al 79% de los residentes, que toman una media de 7 medicamentos/residente en total 1.545 fármacos. Además, el análisis de la medicación produce los siguientes resultados: el 97% de los residentes toma medicación probablemente inadecuada, el 81% presenta potenciales interacciones medicamentosas y el 25% de ellos recibe fármacos con interacciones potencialmente graves o moderadas (Cadenas et al., 2021; Díez et al., 2022). Los autores afirman que este es probablemente el primer estudio publicado en la prensa científica sobre la polifarmacia y los problemas relacionados con los fármacos en el medio residencial español. Hay un tercer artículo que cubre parcialmente el tema, ya que se realiza en dos residencias localizadas en la corona urbana de Madrid y que se dedican a personas con deterioro cognitivo y demencia. Participan 147 residentes, con una media de 88 años de edad. Según sus historias clínicas, el 15% tienen deterioro cognitivo ligero y el restante 85% demencia de diversos grados. En este estudio se examina la medicación con psicótropos y se evalúa una intervención para optimizar la medicación en este tipo de pacientes. Los residentes consumen como media 7,8 medicamentos al día, incluyendo 1,9 medicamentos psicótropos al día. El 77% de los residentes consume antidepresivos, el 39% neurolépticos atípicos, el 18% antiepilépticos, el 5% consume diariamente benzodiacepinas de larga y media duración y el 9% otros sedativos. Un último artículo se orienta a identificar las interacciones medicamentosas en 10 residencias de Murcia. Mediante la revisión de la medicación de 275 personas, se encontraron 210 potenciales interacciones y de ellas el 57% tenían relevancia clínica. ¿Qué nos dicen los estudios realizados en los países europeos y Norteamérica?Una revisión sistemática sobre el tema escapa a la finalidad de este artículo que solo se propone identificar un problema de equidad en la prescripción de medicamentos que afecta a los mayores que viven en residencias de España. A continuación, presentaremos resultados y conclusiones de algunos estudios publicados en los últimos 30 meses. En los artículos consultados se reconoce que hay un problema de prescripción inapropiada de los medicamentos en la población que vive en residencias y que generalmente esta prescripción inapropiada tiene graves consecuencias para la salud, aumentando incluso la mortalidad a corto plazo después de la admisión en una residencia y la exposición a esta mala práctica (Grill et al., 2021; Herr et al., 2017). Se observa que la frecuencia de prescripción inapropiada aumenta con la duración de estancia en una residencia (Sönnerstam et al., 2022). Algunos autores se preguntan por qué se encuentra una polifarmacia tan elevada y tan elevada frecuencia e interacciones medicamentosas con posibles efectos adversos para los residentes. Se citan diversas causas: errores en el diagnóstico y en el tratamiento, ausencia de evaluaciones periódicas de los medicamentos prescritos realizadas por equipos multidisciplinares, falta de formación continua e interdisciplinar del personal sanitario, la consabida falta de tiempo, y la falta de metas terapéuticas en una población. También están documentados los extremos de la contención química, el uso excesivo de psicótropos para contener los comportamientos conflictivos de algunos residentes, y la omisión, es decir, la falta de prescripción de tratamientos que serían adecuados en cada caso concreto. ¿Qué se puede hacer?Se propone trabajar en dos líneas: 1) reducir el número de medicamentos (deprescripción) y 2) optimizar la prescripción con los medicamentos más seguros y eficaces. No son estrategias contradictorias sino complementarias. La deprescripción es difícil pero muy necesaria (Bednarczyk et al., 2022; Kua et al., 2021). Requiere trabajo interdisciplinar, un fuerte equipo de cuidados sociales y sanitarias y una formación y condiciones de trabajo que permitan introducir cambios en la medicación. La optimización consiste en identificar la terapia óptima dadas las características de cada paciente, teniendo en cuenta el entorno en el que vive y la posibilidad de iniciar terapias no farmacológicas. Aquí se enmarca la experiencia CHROME (Chemical Restrain Avoidance Methodology), descrita por los autores ya citados en las dos residencias de Madrid (Muñiz et al., 2021). Estas intervenciones son costosas, pero son eficaces y los resultados son relevantes para mejorar la calidad de vida y la salud de los mayores que viven en residencias (Hanson et al., 2021). En Cataluña se ha desarrollado una intervención basada en la revisión individual del consumo de medicamentos para reducir la prescripción inadecuada en una población de mayores que vive en residencias y en otra población de mayores que vive en la comunidad. La intervención se ha evaluado después de tres meses y el resultado es sorprendente. La disminución del uso inapropiado de medicamentos fue mayor en las residencias. Los autores explican que el desarrollo de este tipo de intervención en un ambiente más controlado puede ser más sencilla que en la comunidad (Molist-Brunet et al., 2022). Estos son resultados prometedores. Hay muchas intervenciones actualmente en desarrollo que se benefician de la digitalización de las recetas y las historias clínicas. Técnicamente sería posible pero falla el factor humano. De nuevo, estamos en una situación que depende de los valores de equidad y justicia social. ¿Debe nuestra sociedad mejorar la atención social y sanitaria que reciben las personas mayores que viven en residencias y equiparar los derechos de estas personas a los del resto de la ciudadanía? Se debería atender a las personas mayores que viven en las residencias a través de la red de Atención Primaria de Salud en condiciones comparables a las de los mayores que viven en sus domicilios. Actualmente, las personas mayores que viven en residencias utilizan a los equipos de Atención Primaria para conseguir las prescripciones farmacéuticas a cargo del Sistema Nacional de Salud y con frecuencia sin incluir la atención integral a la salud que debería de prestar la Atención Primaria. La Atención Primaria esta infra financiada y en algunas Comunidades Autónomas, colapsada. En este escenario, la medicación de las personas mayores que viven en residencias no está en el punto de mira de las autoridades políticas. Incluso si no se comparten los valores de la justicia social, es necesaria una reflexión sobre los cuidados al final de la vida, entre los que se incluye la prescripción de medicamentos. La falta de información sobre lo que ocurre en las residencias es muestra de un déficit de justicia. Si no sabemos, no detectamos los problemas y no actuamos. No podemos consentir que continúe esta situación, aunque solo sea por egoísmo. Nuestro futuro, si nuestra muerte no se produce como resultado de una enfermedad con un curso corto, será vivir con pérdidas de autonomía y, en este caso, muchos pasaremos la última parte de nuestra vida en una residencia. Deberíamos procurar como sociedad un mejor entorno residencial, un lugar para minimizar el dolor y optimizar la calidad de vida. ReferenciasBednarczyk, E., Cook, S., Brauer, R., & Garfield, S. (2022). Stakeholders’ views on the use of psychotropic medication in older people: a systematic review. Age and Ageing, 51(3). https://doi.org/10.1093/ageing/afac060Cadenas, R., José Diez, M., Fernández, N., García, J. J., Sahagún, A. M., Sierra, M., López, C., Susperregui, J., Díez, R., & Carmona-Torres, M. (2021). Prevalence and Associated Factors of Polypharmacy in Nursing Home Residents: A Cross-Sectional Study. Int. J. Environ. Res. Public Health, 18, 2037. https://doi.org/10.3390/ijerph18042037Díez, R., Cadenas, R., Susperregui, J., Sahagún, A. M., Fernández, N., García, J. J., Sierra, M., & López, C. (2022). Drug-Related Problems and Polypharmacy in Nursing Home Residents: A Cross-Sectional Study. Int. J. Environ. Res. Public Health. https://doi.org/10.3390/ijerph19074313Grill, P., Marwick, C., de Souza, N., Burton, J. K., Hughes, C., & Guthrie, B. (2021). The burden of psychotropic and anticholinergic medicines use in care homes: population-based analysis in 147 care homes. Age and Ageing, 50(1), 183–189. https://doi.org/10.1093/ageing/afaa122Hanson, H. M., Léveillé, T., Cole, M., Soril, L. J., Clement, F., Wagg, A., & Silvius, J. (2021). Effect of a multimethod quality improvement intervention on antipsychotic medication use among residents of long-term care Quality improvement report. BMJ Open Quality, 10, 1211. https://doi.org/10.1136/bmjoq-2020-001211Herr, M., Grondin, H., Sanchez, S., Armaingaud, D., Blochet, C., Vial, A., Denormandie, P., & Ankri, J. (2017). Polypharmacy and potentially inappropriate medications: a cross-sectional analysis among 451 nursing homes in France Polypharmacy and potentially inappropriate medications: a cross-sectional analysis among 451 nurs-ing homes in France. European Journal of Clinical Pharmacology, 73(5). https://doi.org/10.1007/s00228-016-2193-zïKua, C.-H., Yeo, C. Y. Y., Tan, P. C., Char, C. W. T., Tan, C. W. Y., Mak, V., Leong, I. Y.-O., & Lee, S. W. H. (2021). Association of Deprescribing With Reduction in Mortality and Hospitalization: A Pragmatic Stepped-Wedge Cluster-Randomized Controlled Trial. Journal of the American Medical Directors Association, 22(1), 82-89.e3. https://doi.org/10.1016/j.jamda.2020.03.012Molist-Brunet, N., Sevilla-Sánchez, D., Puigoriol-Juvanteny, E., Bajo-Peñas, L., Cantizano-Baldo, I., Cabanas-Collell, L., & Espaulella-Panicot, J. (2022). Individualized Medication Review in Older People with Multimorbidity: A Comparative Analysis between Patients Living at Home and in a Nursing Home. International Journal of Environmental Research and Public Health, 19(6), 3423. https://doi.org/10.3390/ijerph19063423Muñiz, R., López-Álvarez, J., Perea, L., Rivera, S., González, L., & Olazarán, J. (2021). CHROME Criteria and Quality of Life: A Pilot Study from Maria Wolff-Albertia. Journal of Alzheimer’s Disease Reports, 5(1), 613–624. https://doi.org/10.3233/ADR-210015Sönnerstam, E., Gustafsson, M., & Lövheim, H. (2022). Potentially inappropriate medications in relation to length of nursing home stay among older adults. BMC Geriatrics, 22(1). https://doi.org/10.1186/S12877-021-02639-3 Comparte en tus Redes